Un ser inquietante: ¿cuánta gente cree aún en el Diablo en nuestros días?
Para los cristianos, el Diablo es el enemigo de Dios. Engañó a Adán y Eva para que comieran el fruto prohibido, provocando que la humanidad perdiera su lugar en el Jardín del Edén. En el cristianismo, este ser es considerado la causa de todo mal. ¿Pero sigue siendo éste su papel en el mundo actual?
El juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos Antonin Scalia albergaba firmes creencias al respecto. En el año 2013 declaró:
Creo en el Diablo… ¡Por supuesto! Sí, es una persona real. Eh, vamos, es la doctrina católica estándar. Todos los católicos lo creen… En los Evangelios, el Diablo hace todo tipo de cosas. Hace que unos cerdos se despeñen por un acantilado, posee a personas y todo eso. Y eso es algo que no ocurre mucho más a partir de ahí… Lo que está haciendo ahora es conseguir que la gente no crea en él ni en Dios. Es mucho más efectivo de esa forma.
Un siniestro diablo junto a su víctima (Dominio público)
La entrevistadora del New York Magazine expresaba su sorpresa ante las declaraciones del juez, preguntándole al respecto: “¿No resulta terriblemente aterrador creer en el Diablo?”. Scalia replicó como respuesta:
Me está mirando como si yo fuera un bicho raro. ¡Dios mío! ¿Está tan desconectada de la mayor parte de América, que mayoritariamente cree en el Diablo? Quiero decir, Jesucristo creía en el Diablo. ¡Está en los Evangelios! Se mueve usted en círculos que están tan, tan alejados de la América real, que está horrorizada por que alguien pueda creer en el Diablo. La mayor parte de la humanidad lleva creyendo en el Diablo a lo largo de toda la historia. Mucha gente más inteligente que usted y que yo creía en el Diablo.
- Las misas negras de La Voisin: la adivina asesina de la corte de Luis XIV
- Demonios, Diablos y Criaturas Peligrosas del Pseudomonarchia Daemonum
- ¿Huellas de las Pezuñas del Diablo sobre la Nieve?
‘Satán ante el Señor’ (ca. 1750), óleo de Corrado Giaquinto. (Dominio público)
Hay mucha gente que aún cree en el Diablo en nuestros días. La encuesta Baylor Religion Survey realizada en el año 2007 preguntaba a los estadounidenses sobre su opinión sobre Satán. Sorprendentemente, un impresionante 54% dijo “creer totalmente en Satán”. Para otros muchos, Satán no sería un ser real, sino más bien un símbolo del mal.
Ilustración de Satán realizada por William Blake para el libro ‘Paraíso Perdido’ de John Milton. (Dominio público)
Conocido también como Diablo o Lucifer, los cristianos ven a Satán como el mal que combate a Dios y a aquellos que desean seguirle. Mucha gente cree que Satán fue un ángel que emprendió una rebelión fallida contra Dios. Aquella rebelión hizo que el Diablo fuese expulsado del cielo.
- Enterrados con una hoz al cuello: el miedo al diablo en la Polonia del siglo XVII
- Los demonios de la antigüedad y su infernal legado
- El Codex Gigas (la Biblia del Diablo) - el Manuscrito más Grande del Mundo
A pesar de que la Iglesia Católica ha moderado su perspectiva a la hora de interpretar la Biblia, mucha gente aún se toma el texto bíblico al pie de la letra. Estos individuos podrían creer que la Tierra fue creada en solo siete días, que la transubstanciación es real (el pan y el vino se convierten en la carne y la sangre de Jesús cuando los consumen), y que Satán se pasea por el mundo como un ser real que incita en la gente “pensamientos impuros”, depresiones, enfermedades y la muerte.
‘San Wolfgang y el Diablo’, óleo sobre panel de Michael Pacher. (Dominio público)
Parece ser que Scalia era una de estas personas. El juez era un conservador que se graduó en la Universidad de Georgetown, la Universidad de Friburgo y la Escuela de Leyes de Harvard. Scalia fue nombrado juez del Tribunal Supremo por Ronald Regan en el año 1986. Se mantuvo en su puesto hasta su muerte, que se produjo en el 2016.
Imagen de portada: Diablo rojo. (]V[orlock Zernebock/ CC BY NC ND 2.0)
Autor: April Holloway
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
- Inicie sesión o regístrese para comentar