Un tercio de la población estadounidense no cree en la Teoría de la Evolución de las Especies
Al menos un tercio de la población encuestada en Estados Unidos no cree en la famosa Teoría de la Evolución de las Especies, según un análisis del Centro de Investigaciones Pew (Pew Research Center).
“Un tercio (33 %) rechaza la idea de la evolución, afirmando que seres humanos y otros seres vivos han existido en su forma actual desde el principio de los tiempos”, informa la encuesta. En cambio, un 60% cree en la teoría, señaló Pew, refiriéndose a la célebre teoría planteada por el naturalista Charles Darwin y ampliamente difundida en los centros educativos de todo el mundo. La encuesta fue realizada a través de teléfonos fijos y teléfonos celulares en los 50 estados de Estados Unidos y el Distrito de Columbia, y reveló que hay notables diferencias entre los partidos políticos. Así, entre los republicanos, la aceptación de la Teoría de la Evolución descendió de un anterior 54% a un actual 34%.
La Teoría de la Evolución describe a un hombre que ha ido evolucionado desde remotos antepasados comunes con los actuales simios, pasando a formar seres primitivos que, con el paso del tiempo, fueron desarrollándose, evolucionando y adaptándose al medio en que vivían.
Fotografía de Charles Darwin tomada en 1881 por Herbert Rose Barraud (1845-1896). Está considerada la última fotografía de Darwin antes de su muerte. La original se encuentra en la Biblioteca Huntington. (Public Domain)
Según ha informado la Universidad de Navarra, en España, en el año 1858 Darwin recibió un paquete procedente de una alejada isla del archipiélago malayo —la actual Indonesia—. Dicho paquete contenía un texto que resumía los resultados de una investigación sobre la evolución llevada a cabo por Alfred Russel Wallace (1823-1913). Y así, en 1859, Darwin publicó su “Origen de las Especies” (“On the Origin of Species”).
Sin embargo, los académicos españoles destacan la diferencia existente entre la propuesta de Wallace y la de Darwin:
“Wallace admitía la influencia de otra fuerza distinta, de carácter “espiritual”, cuando se trataba de explicar el origen de la vida, la emergencia de la conciencia propia de los animales y, principalmente, las facultades superiores humanas como, por ejemplo, su capacidad para razonar matemáticamente o sus habilidades artísticas. Para Wallace el mundo de la materia estaba claramente subordinado a ese otro mundo del espíritu en el que no encajaba como explicación la selección natural”.
Retrato y firma de Alfred Russel Wallace en la portada de su libro “Darwinism”. (1889). (Public Domain)
De acuerdo con el informe publicado por el centro de estudios navarro, la teoría de Darwin, al destacar que existía una continuidad entre los animales y el hombre, generó mucho recelo: “Darwin defendió explícitamente dicha continuidad en un libro publicado en 1871 que llevaba por título ‘The Descent of Man’”
En este libro, Darwin propuso una explicación selectiva para ciertas cualidades morales que se encuentran en el hombre y también, a su manera, en los animales: cooperación grupal, defensa en común, transmisión de conocimientos de padres a hijos… Lo que no concordaba con Wallace y otros autores.
Respecto a la Teoría de la Evolución, el Museo de Historia Natural de Londres analizó en el año 2012 el gran fraude de los dientes de orangután limados que se intentaron hacer pasar por restos de homínidos durante la época de Darwin. Estos huesos pretendían ser la prueba del eslabón perdido entre el ser humano actual y sus más primitivos antepasados, teóricamente similares a los actuales simios.
“Descent of Man”, (1871), obra de Charles Darwin. (Public Domain)
En 1908, Charles Dawson, nacido en 1864, anunció que había descubierto unos restos óseos que más tarde serían conocidos como hombre de Piltdown. En 1911, Dawson difundió haber encontrado más fragmentos del cráneo junto con dientes fosilizados y herramientas de piedra.
“En 1912, el escenario era perfecto para el hombre de Piltdown: la Teoría de la Evolución era todavía relativamente nueva y no todo el mundo quería creer que los humanos descendían de los monos”, ha explicado por su parte el Museo de Historia de Londres.
Sin embargo, el fraude de Piltdown se aclaró gracias a diversos estudios genéticos décadas después, y la Teoría de la Evolución continuó difundiéndose hasta el momento actual.
Ilustración comparativa de los esqueletos de diversos simios y el del hombre actual. Benjamin Waterhouse Hawkins (1807-94) (Public Domain)
Imagen de portada: Dibujo humorístico acerca de la evolución del ser humano. (La Gran Época)
Autor: Anastasia Gubin - La Gran Época
Este artículo fue publicado originalmente en La Gran Época y ha sido publicado de nuevo en www.ancient-origins.es con permiso.
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