Una advertencia para el futuro: cambios climáticos provocaron rebeliones en el antiguo Egipto
El río Nilo era la esencia vital del antiguo Egipto. Cuando su cauce inundaba las tierras cercanas la cosa iba bien; pero la escasez de un precioso elemento como el agua podía ocasionar serios problemas. Ahora, los historiadores han descubierto que el famoso río podría haber tenido un impacto negativo en momentos clave durante el período Ptolemaico, incitando rebeliones sociales, políticas y económicas. Lo más sorprendente en este sentido es que la ausencia de crecidas del Nilo podría haber estado causada por erupciones volcánicas que alteraron el clima.
Los resultados de la investigación sobre el impacto climático causado por los volcanes en el antiguo Egipto ha sido publicada recientemente en la revista Nature Communications. En su artículo, los autores del estudio explican que “Las erupciones explosivas pueden perturbar el clima inyectando gases sulfurosos en la estratosfera; estos gases reaccionan de forma similar a los aerosoles de sulfato que permanecen en las alturas en concentraciones decrecientes durante aproximadamente uno o dos años.” Siguiendo la cadena de acontecimientos, estos gases sulfurosos enfrían la atmósfera, y si esto ocurre en el hemisferio norte, las lluvias monzónicas pueden no llegar tan lejos (tan al norte) como suelen hacer habitualmente.
Erupción nocturna del volcán Merapi. (1865) Óleo de Raden Saleh. (Dominio público)
Francis Ludlow, historiador del clima miembro del Trinity College de Dublín y coautor del estudio, explicaba para EurekAlert! cómo estos cambios climáticos afectaron al río Nilo: “Cuando las lluvias del monzón no llegan lo suficientemente al norte, no cae demasiada lluvia sobre Etiopía. Y eso es lo que alimenta la crecida del Nilo que tan vital era para la agricultura en Egipto.”
Pintura mural de la cámara funeraria de Sennedjem. Escena: Agricultor arando. (Dominio público)
Science Alert informa de que los investigadores han vinculado al menos tres importantes acontecimientos de los años de decadencia del antiguo Egipto con erupciones volcánicas y su consiguiente supresión de la crecida del Nilo. Una erupción del 245 a. C. ha sido interpretada como una explicación parcial de la retirada de Ptolomeo III de lo que hoy son Siria e Iraq, ya que como escribió el historiador romano Justino, si Ptolomeo III “no hubiese sido reclamado desde Egipto por los disturbios en el país, se hubiera proclamado señor de los dominios de Seleuco.”
La rebelión tebana de 20 años (comenzó en el 207 a. C.) estaría conectada con otra erupción volcánica. Y finalmente, las erupciones durante el reinado de Cleopatra VII en los años 46 a. C. y 44 a. C. provocaron graves hambrunas y la entrega de grano almacenado por el estado a la población. Ésta podría haber sido la llamada “paja que rompió la espalda del camello”: rebeliones ocasionadas por causas climáticas, sociales, políticas y económicas combinadas, y que habrían provocado la caída de la famosa civilización del antiguo Egipto.
“Cleopatra probando venenos en prisioneros condenados”, óleo de Alexandre Cabanel (1887) (Dominio público)
Ludlow afirma que la conexión entre las erupciones, la falta de crecidas del Nilo y los agitados acontecimientos que se produjeron en Egipto es “altamente improbable que se dieran por casualidad, tal es el nivel de coincidencia.”
Los historiadores han determinado el impacto de las erupciones sobre el Nilo y la sociedad egipcia examinando un monumento conocido como al-Miqyas o nilómetro, que ha conservado el registro de los picos veraniegos del Nilo desde principios del siglo VII. Los investigadores combinaron esos datos con los acontecimientos anteriores a la época reconstruyendo la información obtenida en una investigación previa que proporcionó una cronología de las erupciones volcánicas más importantes en todo el mundo y los registros históricos.
Pozo para medir el nivel del cauce del río en el nilómetro de la isla Roda, El Cairo. Los nilómetros medían el nivel que alcanzaban las crecidas del Nilo cada año. (CC BY SA 3.0)
El investigador Joseph Manning, de la Universidad de Yale, señalaba para EurekAlert!: “Ésa es la belleza de estos registros climáticos. Por primera vez, podemos ver una sociedad dinámica en Egipto, no una descripción estática escrita por orden cronológico en un conjunto de textos.”
El río Nilo desde una embarcación en un tramo de su cauce entre Luxor y Asuán. (Dominio público)
Pero esta historia no nos habla únicamente de problemas del pasado. Los investigadores recalcaban en sus declaraciones a EurekAlert! que deberíamos tomar nota de ello. Comenta Ludlow al respecto:
“El siglo XXI no ha sufrido erupciones explosivas de este tipo que pudieran afectar severamente a los patrones del monzón. Pero eso podría cambiar en cualquier momento. Esta posibilidad debe ser tomada en cuenta cuando intentamos ponernos de acuerdo sobre cómo van a ser gestionadas las valiosas aguas del Nilo Azul entre Etiopía, Sudán y Egipto.”
Este estudio forma parte del grupo de trabajo de la Sociedad del Clima y los Impactos Volcánicos sobre Past Global Changes (PAGES), (“Cambios Globales del Pasado”), un proyecto de investigación global sobre el futuro de la Tierra.
Fragmento de relieve de un templo en el que aparece Hapi, dios del Nilo. En la inscripción del friso se puede leer: “Toda la suerte, toda la vida”, algo que se esperaba obtener de la adoración a los dioses; Medinet (Egipto); 746 a. C. – 655 a. C. (Dominio público)
Imagen de portada: Representación artística de una muchacha del antiguo Egipto arrodillada a orillas del río Nilo (Ann Wuyts/ CC BY 2.0 )
Autor: Alicia McDermott
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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