Ofrenda botánica de 1.800 años a la serpiente emplumada
En las profundidades de la ciudad maya en ruinas de Teotihuacán se han descubierto cuatro ramos de flores. Cuidadosamente depositado en un túnel sagrado debajo de una vasta pirámide de piedra, los arqueólogos sospechan que este curioso descubrimiento botánico fue una ofrenda dejada hace unos 1.800 años al dios creador Quetzalcóatl, la serpiente emplumada.
Moctezuma ofreciendo incienso a Quetzalcoatl. (Dominio publico)
Lagos de mercurio, figuras con ojos de joya, máscaras de jade y collares con cuentas de dientes humanos. Todos estos elementos han sido desenterrados desde 2003 cuando los investigadores descubrieron por primera vez el túnel debajo de la pirámide de la serpiente emplumada en Teotihuacán, México. En 2017, The Guardian explicó que el "pasaje ritual" había sido sellado hace 1.800 años y que contenía un almacén de "miles de tesoros extraordinarios".
Pequeños charcos de mercurio líquido representaban lagos etéreos. Las paredes del túnel se impregnaron cuidadosamente con pirita en polvo, u oro de los tontos, de modo que brillaban con poca luz, como nuestra galaxia de estrellas titilantes. Ahora, en este desgastado pasaje de mitos y misterios que escenificaron antiguos ritos, a unos 59 pies (17,98 metros) debajo del templo del dios Quetzalcóatl, los arqueólogos han descubierto cuatro ramos de flores que datan de hace casi 2.000 años.
Los arqueólogos han descubierto ramos de flores que fueron ofrendas a la Serpiente Emplumada hace unos 2.000 años. (La Jornada/YouTube Screenshot)
Retorcido en el tiempo durante casi 2000 años
Ubicada a unas 30 millas (50 km) al norte de la Ciudad de México, Teotihuacán es un vasto sitio religioso y complejo arqueológico que fue construido alrededor del año 100 a.C. y existió hasta el siglo VIII. Corriendo por el medio del sitio se encuentra la famosa "Avenida de los Muertos" que une la Pirámide de la Luna y la Pirámide del Sol con el Templo de Quetzalcoatl. Laberintos de túneles conectan los templos con los palacios y, por encima del suelo, los cimientos de las casas, los talleres, los mercados y las avenidas sagradas incrustan este centro que alguna vez fue próspero y que en su apogeo tenía una población de alrededor de 200.000.
Según el medio de noticias mexicano La Jornada, Sergio Gómez, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, dijo que los tallos de las flores todavía estaban unidos con los cordones de algodón retorcidos originales. Gómez dijo que el descubrimiento fue "muy importante" porque habla de los antiguos rituales y ritos que se realizaban en este sitio religioso subterráneo.
Los arqueólogos descubrieron cuatro ramos de flores a unos quince metros por debajo del templo de la Serpiente Emplumada. (La Jornada)
Si bien aún no se sabe exactamente cuándo se depositaron las flores, el arqueólogo cree que se corresponden con las primeras fases de construcción en Teotihuacán que ocurrieron hace entre 1.800 y 2.000 años.
¿Ofrendas a un dios dual de vida y muerte?
Para obtener respuestas a este misterio mucho antes del informe oficial sobre este descubrimiento, retrocedamos haciendo la pregunta: ¿por qué los arqueólogos no encontraron más joyas de oro, jade o dientes humanos? ¿Por qué flores? Quetzalcóatl era una deidad "creadora" y, como tal, fue adorado en toda la antigua Mesoamérica en asociación con los orígenes de la nueva vida y la muerte. Según el investigador Alfonso Caso, "Quetzalcóatl estaba asociado con el planeta Venus como lucero de la mañana", pero siempre fue adorado como "El Gemelo Precioso" de su hermano "Xolotl" (Tezcatlipoca) el lucero de la tarde.
Lo que todo esto significa es que Quetzalcóatl representaba solo un aspecto de la naturaleza dual o polar de nuestro universo: la luz abundante en energía que creó el universo y todo lo que vive en él. Por el contrario, su hermano gemelo gobernaba la oscuridad, la enfermedad y la muerte que amenazaban con destruirlo todo. Es por eso que Quetzalcóatl era el dios de los vientos y la lluvia, el creador de los árboles, las plantas y las flores, y por eso en el arte antiguo se lo representa muerto con "flores" que brotan de su cabello. Ahí está amigos, cuando murió, Quetzalcóatl fue visualizado con "flores creciendo de su cabello".
¿Prefería la serpiente emplumada las flores frescas o quizás los pétalos en descomposición?
Sabiendo que Quetzalcóatl fue adorado como un maestro divino de la fertilidad universal, responsable de la creación de todo, sin quien las cosechas serían espantosas, tiene perfecto sentido que su forma muerta estuviera representada con flores brotando, o vida nueva. Después de todo, es a partir de los tallos en descomposición de la cosecha de este año que los campos se revitalizan con la nutrición para el próximo año. Considerando esto, ¿es quizás por eso que se descubrieron "flores" en el túnel ritual en las profundidades del templo de la Serpiente Emplumada?
Cabeza de la Serpiente Emplumada. (Josué / Adobe Stock)
Podemos estar casi seguros de que alguien dejó deliberadamente las flores en el túnel, porque solo aquellos iniciados en los niveles más altos del sacerdocio controlador accedieron a este espacio sagrado. Allí, con poca luz, alguien dejó cuatro ramos de flores para el placer de su dios creador. Si bien Quetzalcóatl podría haber preferido los tallos aromáticos recién cortados de su creación, su hermano podría haber apreciado el recordatorio en descomposición de sus creaciones pasadas y las que están por venir.
Imagen de Portada: Tallas en la pirámide de Quetzalcoatl (serpiente emplumada) en Teotihuacan, México. Fuente: Kit Leong / Adobe Stock
Autor Ashley Cowie
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