La investigación del entierro en tumbas revela enfermizos sacrificios rituales neolíticos
Investigaciones recientes han desenterrado evidencia escalofriante de sacrificios rituales en la Europa neolítica, una práctica que implicaba el espantoso método del "incaprettamento": atar el cuello de las víctimas a sus piernas dobladas, lo que llevaba a la autoestrangulación. Este estudio, encabezado por el antropólogo biológico Eric Crubézy de la Universidad Paul Sabatier y el patólogo forense Bertrand Ludes, ha revelado más de una docena de casos de este método de sacrificio en toda Europa, que datan del 5400 al 3500 a.C. Los hallazgos, publicados en la revista Science Advances, proporcionan una visión macabra de las antiguas prácticas de sacrificio vinculadas a los rituales agrícolas.
Vista tomada desde la parte superior del foso de almacenamiento que muestra los tres esqueletos, con un individuo en posición central (mujer 1) y los otros dos colocados bajo el voladizo del muro (mujer 2 y mujer 3). Las fotografías fueron tomadas con una lente gran angular; de lo contrario, no se pueden capturar los tres individuos en una sola toma (A. Beeching/Science Advances)
Simbolismo y sacrificio agrícola
El descubrimiento original en Saint-Paul-Trois-Châteaux, cerca de Aviñón, Francia, sirvió como catalizador para esta investigación más amplia. Esta tumba, encontrada inicialmente hace más de dos décadas, albergaba los restos de tres mujeres enterradas alrededor del 5500 a. C., y ahora se cree que dos de ellas fueron víctimas de asesinato en sacrificio mediante incaprettamento.
Los investigadores creen que el esqueleto central de la tumba (marcado con 1) era una mujer mayor que fue enterrada después de morir por causas naturales, y que los otros dos esqueletos (marcados con 2 y 3) eran víctimas de sacrificio más jóvenes atadas "incaprettamento". (Ludes et al./Science Advances)
El sitio, que reflejaba un silo de grano y estaba adornado con símbolos agrícolas, sugiere un sacrificio ritual profundamente arraigado en las prácticas agrícolas. La alineación de una estructura de madera sobre la tumba con los solsticios y la presencia de piedras para moler granos en las cercanías subrayan aún más los vínculos del ritual con la agricultura y los ciclos de la naturaleza.
Reconstrucción del espacio al amanecer durante el solsticio de verano con el hoyo 69 intencionalmente descentrado, posiblemente para permitir el paso de la luz solar durante el solsticio, permitiendo iluminar a un oficiante. (Ludes et al./Science Advances)
Evidencia de una práctica generalizada
Esta forma de sacrificio humano parece haber sido un ritual extendido y duradero en la Europa neolítica. El equipo de Crubézy, después de revisar registros arqueológicos de todo el continente, identificó 20 casos probables de incaprettamento en 14 sitios diferentes. Además, el arte rupestre mesolítico en la cueva Addaura de Sicilia representa figuras humanas atadas de manera similar, lo que indica que la práctica podría haberse originado incluso antes del advenimiento de la agricultura, ya que se cree que las imágenes datan de entre 12.000 y 6.000 a.C.
Escena de arte rupestre mesolítico de la Cueva de Addaura. (Ludes et al./Science Advances)
Perspectivas de la tumba
La investigación de la tumba ofrece una narrativa conmovedora. Mientras que una de las mujeres parecía haber muerto de muerte natural y fue enterrada ceremonialmente, las otras dos mujeres más jóvenes, con sus cuerpos contorsionados de forma antinatural debido a las ataduras que se han deteriorado desde entonces, probablemente estaban vivas cuando fueron enterradas. El uso de pesados fragmentos de piedra de moler para sujetarlos sugiere una lucha por la vida incluso en sus momentos finales. Este método de sacrificio, que garantiza que las víctimas estuvieran vivas en el momento del entierro, añade una capa sombría a nuestra comprensión de los rituales neolíticos.
El legado del incapretamento
El estudio no sólo ilumina los aspectos oscuros de la espiritualidad neolítica y su vínculo con la agricultura, sino que también rastrea la continuidad de un método brutal de sacrificio a lo largo de milenios. Sorprendentemente, la práctica del incaprettamento, conocida hoy como una señal de brutalidad mafiosa, tiene raíces que se remontan a los albores de la agricultura en Europa. Las razones detrás de su uso en el Neolítico siguen siendo especulativas, pero la posibilidad de que permitiera a la comunidad percibir a las víctimas como partícipes de su propia desaparición, en lugar de ser abiertamente asesinadas, ofrece una visión escalofriante de las complejidades de las antiguas prácticas religiosas y culturales.
Imagen de portada: La tumba que contiene los tres esqueletos, dos de los cuales se cree que fueron víctimas de sacrificios rituales neolíticos, fue construida al estilo de un silo o pozo para almacenar grano, dentro de una pequeña estructura de madera y rodeada por una zanja. Fuente: Ludes et al/ Science Advances
Autor Gary Manners
Referencia
Ludes et al., 2024. ‘A ritual murder shaped the Early and Middle Neolithic across Central and Southern Europe’ Sci. Adv. 10, eadl3374 (2024). Available at: https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adl3374
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