La oculta y milenaria tumba subterránea del faraón egipcio Sesostris III abrirá al público próximamente
Está previsto que la tumba del rey Khakaure Senusret III (Sesostris III), uno de los más famosos e influyentes faraones del Imperio medio del antiguo Egipto, abra al público en un par de años. De este modo se ofrecerá a los visitantes la oportunidad de descender a sus cámaras subterráneas y maravillarse con la arquitectura de los constructores egipcios que dieron forma a este complejo funerario hace casi 4.000 años.
Una asombrosa arquitectura en un entorno poco acogedor
Según el Dr. Josef Wegner, comisario artístico adjunto de la Sección Egipcia del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pensilvania que lleva décadas participando en las excavaciones de Abidos, ésta es la tumba de mayor tamaño de Abidos, y se remonta al año 1850 a. C. La tumba mide 200 metros de longitud y se encuentra a 45 metros de profundidad. Su arquitectura es realmente única.
En declaraciones de Wegner recogidas por Popular Archaeology: “Su arquitectura es asombrosa. Es como entrar en una pirámide. Su arquitectura es simbólica y representa la travesía sagrada al más allá.”
Wegner continúa explicando que el acceso a la tumba está orientado hacia el oeste (simbolizando la muerte, ya que el sol se pone por el oeste) y el complejo subterráneo serpentea por debajo de una montaña sagrada natural conocida en la antigüedad como la Montaña de Anubis hasta desembocar en el horizonte oriental, donde nace el sol, simbolizando el renacimiento. “Para los egipcios, que el sol se desvaneciera en el oeste y se levantara mágicamente por el este constituía uno de los secretos del universo, concediéndoles el poder de rejuvenecer,” comenta Wegner en declaraciones recogidas por Popular Archaeology.
Este empinado corredor desemboca en la tumba oculta, 45 metros bajo tierra. (Fotografía: Josef Wegner y Penn Museum)
Wegner añade asimismo que el aire en el interior del complejo funerario está enrarecido, lo que puede provocar en algunas personas una sensación de incomodidad: “Algunas personas se ponen un poco nerviosas cuando se adentran en él. Cuando lo abrimos por primera vez estaba lleno de escombros, por lo que tuvimos que arrastrarnos a gatas y deslizarnos como serpientes.”
De todos modos, la gente que decida visitar ahora la tumba no tendrá que arrastrarse, ya que se han instalado escaleras con barandillas, iluminación y un sistema de ventilación, mientras que los escombros y las piedras fragmentadas que bloqueaban el paso fueron asimismo retirados para permitir a los visitantes caminar erguidos con más facilidad.
Tareas de limpieza en una de las cámaras de la tumba. (Fotografía: Josef Wegner y Penn Museum)
Quién era el faraón Sesostris III
Khakaure Senusret III, conocido también como Sesostris III, reinó desde el 1878 a. C. hasta el 1839 a. C. durante un período de gran poder y prosperidad para Egipto. Fue el quinto monarca de la Dinastía XII del Imperio Medio. Habitualmente es considerado uno de los faraones más poderosos e influyentes de la Dinastía XII, ya que sus campañas militares dieron paso a una brillante era de paz y prosperidad económica que limitó el poder de los gobernantes regionales y alumbró un renacimiento en la artesanía, el comercio y el desarrollo urbano. Sesostris III fue uno de los pocos faraones que fue deificado y honrado con un culto religioso en vida.
Sesostris III retratado como esfinge, 1878 a. C. – 1840 a. C., Egipto (posiblemente Alto Egipto) (Dominio público)
La importancia de la tumba de Sesostris III
A pesar de haber sido descubierta y explorada por primera vez por Arthur Weigall en 1901, la tumba no fue meticulosamente excavada hasta que Wegner y su equipo la reabrieron casi un siglo más tarde, en el año 2005. Desde entonces se han revelado características más detalladas sobre la estructura de la tumba. Por ejemplo, se descubrió que carecía de decoración mural, aunque su interior se encontraba revestido con una elegante mampostería de piedra caliza de Tura y cuarcita roja de Asuán. La cámara funeraria albergaba los restos destrozados del sarcófago de granito del faraón y su caja canópica, y estaba protegida por un complejo sistema de inmensos bloques de piedra y técnicas arquitectónicas destinados a ocultar el lugar en el que el rey había sido enterrado. Muchas de las piedras utilizadas para ello pesaban más de 50 toneladas y habían sido diseñadas de tal modo que impidieran el acceso de los saqueadores de tumbas a la cámara funeraria.
El gran complejo funerario de la tumba de Sesostris III, hecho público recientemente, está construido con una elegante obra de mampostería. (Fotografía: Josef Wegner y Penn Museum)
No obstante, lo más importante de la tumba de Sesostris III es que constituye el primer ejemplo conocido de una tumba oculta de la realeza, lo que representa un cambio respecto al antiguo concepto tradicional de las pirámides reales o de complejos subterráneos como los que se encuentran en los enterramientos de la realeza faraónica del Valle de los Reyes, en Tebas. Popular Archaeology informa de la descripción de la tumba que hacen Wegner y sus investigadores: “La propia tumba se extiende bajo la cima de la Montaña de Anubis, que sirve como sustituto de una pirámide construida. Este nombre aparece en numerosas impresiones de arcilla producidas por un sello de la necrópolis que fue extensamente utilizado en diversas actividades administrativas y ceremoniales en la tumba.”
Finalmente, como podemos leer en Popular Archaeology, Wegner y su equipo de la Universidad de Pensilvania tienen previsto regresar a Abidos a lo largo del próximo verano para continuar con sus excavaciones.
Imagen de portada: Cámara funeraria de la tumba de Sesostris III. El complejo incluye empinados pasadizos que unen las diferentes cámaras. (Fotografía: Josef Wegner y Penn Museum)
Autor: Theodore Karasavvas
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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