Desvelan el misterio de los pigmentos rojos y amarillos de las pinturas rupestres de la Cueva del Parpalló
La cueva del Parpalló constituye uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de la región mediterránea perteneciente a la península Ibérica. Ubicada en la localidad de Gandía, en Valencia, España, fue uno de los principales refugios de los primeros pobladores del Paleolítico de la zona.
Las evidencias arqueológicas obtenidas en ella demuestran que grupos de cazadores-recolectores la ocuparon desde hace al menos 29.000 años, de forma ininterrumpida, hasta hace alrededor de unos 11.000. Unos grupos humanos caracterizados por la elaboración de utensilios de piedra y hueso y por haber dejado una rica colección de plaquetas calizas pintadas y grabadas con dibujos de animales y otras temáticas diversas. Ahora se ha confirmado -según se informa desde la Agencia SINC- que los pigmentos naturales que utilizaron los ancestrales artistas prehistóricos contenían óxidos de hierro, más concretamente hematites para los tonos rojizos y goethita para los amarillos.
Dichos compuestos aparecen, además, siendo combinados con carbonatos de calcio, arcillas y cuarzo, cuya presencia es común en las tierras rojas y amarillas. El estudio, ha sido publicado en la revista científica Plos One y desarrollado por investigadores de la Universidad de Valencia (UV).
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Selección de plaquetas analizadas de la colección de la Cueva del Parpalló en la que se observan motivos pintados con pigmentos rojizos y amarillos. (Fotografía: Clodoaldo Roldán García, Valentín Villaverde Bonilla, Isabel Ródenas Marín, Sonia Murcia Mascarós/PLOS ONE)
Los científicos valencianos han analizado las plaquetas de la cueva que muestran en su superficie representaciones zoomórficas, ramiformes y geométricas, realizadas con pigmentos rojos y amarillos.
Los análisis se han llevado a cabo mediante el uso de fluorescencia de rayos-X dispersiva en energía (EDXRF) y espectrofotometría en la región visible, y se han desarrollado en el propio Museo de Prehistoria de Valencia, donde se encuentran las piezas estudiadas. Un estudio que también tiene como objetivo analizar la evolución del color de los pigmentos y comprobar si estos se degradan y en qué medida.
Clodoaldo Roldán, investigador del Instituto de Ciencia de los Materiales (ICMUV) y coautor del trabajo, ha destacado que los motivos figurativos fueron realizados con pigmentos naturales basados en óxidos de hierro rojos (hematites), amarillos (goethita) y otros óxidos de hierro inespecíficos procedentes del entorno geográfico de la cueva.
En cuanto a los resultados obtenidos, Valentín Villaverde, catedrático de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua y miembro del equipo investigador, ha destacado lo siguiente:
Confirman que en este yacimiento se utilizaron las mismas técnicas y colorantes que se han señalado hasta ahora en los análisis de figuras parietales pintadas de la misma cronología. Esta coincidencia resulta muy interesante, ya que constituye un argumento a favor de la similitud de los procedimientos empleados durante el Paleolítico en el arte mueble (pequeños objetos transportables) y en el arte parietal (en grandes superficies de piedra).
Para analizar los pigmentos, elaborados con una paleta de colores básica (rojo y amarillo), se ha hecho uso de técnicas no destructivas portátiles. Adicionalmente, micromuestras desprendidas de las plaquetas se analizaron mediante espectroscopia de infrarrojos.
Plaqueta calcárea con cierva pintada y équidos grabados. Cueva del Parpalló, Museo de Prehistoria de Valencia. (Joanbanjo/CC BY-SA 3.0)
Esta investigación ha sido fruto de una colaboración multidisciplinar realizada entre el ICMUV y el Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la UV, y se ha desarrollado en el marco de un proyecto centrado en el Paleolítico medio y superior del Mediterráneo español. Un proyecto entre cuyos objetivos destacan la caracterización de las materias primas y sus sistemas de gestión, la definición de las cadenas operativas líticas y óseas y la identificación de las materias colorantes. Además, el proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad y del programa Prometeo de la Generalitat Valenciana.
Imagen de portada: Detalle de una plaqueta encontrada en 1957 en la Cueva del Parpalló que representa a una yegua en estado de gestación. Su datación se calcula en, al menos, 12.000 años de antigüedad. Forma parte de la colección del museo local creado en la década de los años 90 del pasado siglo. (Joanbanjo/CC BY-SA 4.0)
Autor: Mariló T. A.
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