El misterioso y milenario Cubo de Zoroastro persa resiste al peligro de hundimiento
Muchos lugares arqueológicamente significativos están bajo amenaza por la acción de los elementos o por cuestiones ambientales. Durante algún tiempo, uno de los monumentos más importantes de Irán se creyó amenazado de hundimiento. Sin embargo, los expertos han declarado ahora que el misterioso monumento conocido como el ‘Cubo de Zoroastro’ no corre riesgo de colapso o daño estructural - al menos por ahora.
El Cubo de Zoroastro, o ‘Ka’be-ye Zartosht,’ es un gran monumento rectangular construido sobre una base escalonada triple. Mide 40 pies (13 metros) de alto y está hecho de piedra caliza local. Cuenta con una escalera de unos treinta peldaños que conduce a la única entrada al edificio, que está a la sombra de una montaña. En las paredes del 'cubo' hay nichos que servían a un propósito desconocido. La estructura ha sido datada en la época del Imperio Aqueménida (553 a. C. – 330 a. C.). Posiblemente fue construido cuando el emperador Darío I se trasladó procedente de la primera capital aqueménida, Pasargada, donde hay un edificio casi idéntico al ‘cubo’.
Antiguo templo aqueménida de Pasargada, conocido popularmente como la “prisión de Salomón” (Zendan-é Salman). (dynamosquito/CC BY SA 2.0)
El profeta Zoroastro
La estructura toma su nombre del semimítico fundador de la fe zoroástrica, antaño religión oficial del Imperio persa y que aún cuenta con un pequeño número de seguidores en la India e Irán. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que la estructura no siempre fue conocida como Cubo de Zoroastro, y que este nombre sólo lleva siendo utilizado por las gentes de la zona desde el siglo XIV. El monumento recibía otro nombre durante el Imperio sasánida (224 d. C. – 661 d. C.), y la razón por la cual ha acabado siendo conocido como ‘Cubo de Zoroastro’ aún es objeto de debate.
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Zoroastro. (Dominio público)
Otro misterio acerca de la estructura es cuál era su propósito original. Hay muchas teorías propuestas, entre ellas: que era un templo de fuego zoroástrico, un lugar de peregrinación, o un monumento construido en honor a los emperadores fallecidos enterrados en las cercanías. También existe la teoría según la cual el edificio de planta rectangular era utilizado para llevar a cabo estudios astronómicos. Pero la estructura de piedra caliza probablemente fuera utilizada en el pasado como tumba para la realeza, basándonos en descripciones de escritores clásicos griegos, como Arriano.
Las maravillas de Naqsh-e Rostam
La estructura se encuentra en Naqsh-e Rostam, una antigua necrópolis e “incorpora monumentos conmemorativos de los elamitas, los aqueménidas y los sasánidas”, según informa el blog Archaeology News Network. Esta zona ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es el lugar donde fueron enterrados cuatro miembros de la dinastía aqueménida, entre ellos los poderosos reyes Darío II y Jerjes II, y se encuentra no muy lejos de las ruinas de Persépolis, la antigua capital persa arrasada por Alejandro Magno.
Vista panorámica de la antigua necrópolis de Naqsh-e Rustam, situada en la provincia iraní de Fars, Irán. El monumento incluye relieves grabados en la roca de los períodos aqueménida y sasánida, cuatro tumbas de reyes aqueménidas y el Cubo de Zoroastro (extremo izquierdo de la fotografía). (Diego Delso/CC BY SA)
El ‘Cubo’ amenazado
En los últimos años, algunos expertos han expresado su preocupación ante la posibilidad de que períodos prolongados de sequías pudieran poner al cubo en riesgo de hundimiento. La caída del nivel freático podría provocar cambios repentinos en el subsuelo que ocasionaran daños a la estructura. El monumento es particularmente vulnerable a cualquier movimiento descendente del terreno, a causa de su antigüedad y al hecho de que sus piedras no están unidas mediante mortero. Cualquier movimiento del subsuelo podría socavar el edificio y tener como consecuencia el colapso del Cubo de Zoroastro. Esta posibilidad llevó a un equipo de expertos a examinar el terreno en torno a la famosa estructura.
Los resultados de las investigaciones han sido positivos, para alivio de los administradores de este monumento Patrimonio de la Humanidad. El director de la página web de Naqsh-e Rostam, Hamid Fadaei, ha señalado que el “monumento se mantiene fuerte, y hasta la fecha no se han encontrado problemas relacionados con el hundimiento”, según podemos leer en Archaeology News Network. Esto significa que, al menos por el momento, no debe llevarse a cabo ninguna acción para proteger esta estructura de 2.500 años de antigüedad.
El Cubo de Zoroastro, Naqsh-e Rostam, Irán. (Diego Delso/CC BY SA)
Hubo planes en el año 2006 para construir una línea ferroviaria no muy lejos de Naqsh-e Rostam. Según crystallink.com, por aquel entonces se temió que el “retumbo de los trenes pudiera dañar el monumento en el futuro.” La línea no fue construida, pero persiste el temor de que en algún momento en el futuro pudiera reactivarse el proyecto del ferrocarril u otro similar, lo que podría provocar peligrosos movimientos de tierra que pusieran en peligro la integridad de este monumento protegido.
Imagen de portada: El Cubo de Zoroastro en Naqsh-e Rustam - una antigua necrópolis ubicada en la provincia iraní de Fars, con un conjunto de antiguos relieves persas de los períodos aqueménida y sasánida grabados sobre la roca. Fuente: Herbert Karim masihi/CC BY SA 4.0
Autor: Ed Whelan
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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