Mastema: El perseguidor de Dios
Los textos cristianos están llenos de controversias respecto a las acciones de Dios, que pueden ser percibidas duras o incluso vengativas. Estas controversias se extienden también a otras figuras/seres bíblicos, como por ejemplo el ángel llamado 'Mastema'. En hebreo la palabra 'mastemah' significa 'odio' y 'hostilidad'. Otra traducción sugiere que el nombre proviene de la palabra 'Mastim', que es el participio Hiphil de 'Satam' y significa "uno que es adverso". Según el Libro de los Jubileos, Mastema era el jefe de los espíritus, alguien muy similar a quien que hoy el cristianismo reconoce como 'Satanás'. Mastema todavía estaba bajo el mando de los dioses, cumpliendo sus órdenes.
Cruz en mano. Pixabay
En general Dios suele ser retratado manteniendo comportamientos parecidos a los humanos, mostrando no sólo amor y afecto, sino también agresividad, venganza e incluso celos. Algunos han argumentado que las características de los dioses coinciden con el perfil de un dictador, especialmente cuando se consideran algunos de los textos que conforman el Antiguo Testamento:
“Abraham ama a su hijo Isaac y lo prefiere a todo. Dile que lo ofrezca en holocausto sobre el altar y verás si cumple esta orden. Entonces sabrás si es fiel en todo tipo de pruebas. -Libro de los Jubileos 17.16”
Un dictador quiere que su pueblo lo adore y al mismo tiempo lo tema; generalmente muestra su fuerza a través de actos de poder con el fin de aumentar el miedo y, al mismo tiempo, la creencia en él. Es agresivo con sus competidores y la mayoría de las veces los elimina o los demoniza a los ojos de sus seguidores. Al mismo tiempo muestra afecto y protege a su país.
Según el Libro de los Jubileos, el 'Príncipe Mastema’ fue quien sugirió a Dios poner a prueba la lealtad de Abraham pidiéndolede ofrecer su hijo Isaac en sacrificio. Según el Antiguo Testamento, Dios escuchó a Mastema e hizo como él le sugirió.
Las máscaras de Krampus en una exposición en la noche en Tarvisio, Italia. Adobe Stock
Más tarde en los Libros de los Jubileos, Mastema pidió a Dios que algunos de los espíritus pudiesen estar con él para poder dirigirlos y le sirviesen de ayuda a la hora de cumplir las órdenes divinas. Dios aceptó otra vez su propuesta y le permitió mantener una décima parte de los espíritus, mientras el resto fueron condenados.
“Señor Creador, déjame algunos de ellos que me obedezcan y hagan cuanto les mande, pues si no me quedan algunos de ellos no podré ejercer la autoridad que quieres en los hijos de los hombres, pues dignos son de destrucción y ruina, a mi arbitrio, ya que es grande su maldad. -Libro de los jubileos, 10.8”
Continuando en el Libro de los Jubileos, Mastema ayuda a los faraones y a los hechiceros egipcios a enfrentarse a Moisés en Egipto.
Cucaracha americana. (CC BY 3.0)
“El príncipe Mastema resistió ante ti y quiso hacerte caer en manos del faraón. Ayudó los hechiceros egipcios y ellos resistieron y sirvieron antes de ti. -Libro de los Jubileos, 48.9”
Al mismo tiempo parece que él era el que ejecutó las plagas de Dios.
“Porque en esa noche -principio de la festividad y del regocijo- vosotros os sentabais a comer la Pascua en Egipto, y las fuerzas del príncipe Mastema habían sido enviadas a matar a todos los primogénitos en la tierra egipcia, desde el del faraón hasta el de la esclava cautiva que está en el molino, así como de los animales. -Libro de los Jubileos, 49.2”
Es evidente que Mastema o 'Satanás' en el cristianismo moderno, no es exactamente un enemigo de Dios, sino más bien un 'Príncipe' de Dios que se encarga de castigar y traer la destrucción a todos aquellos que no obedecen. Alguien que solía cumplir los planes de Dios. Mastema es para Dios lo que el ejército es para un dictador. Sin embargo, parece que la percepción de su papel ha sido manipulada para que parezca un enemigo de Dios, para que sea más compatible con la imagen de un Dios todo amoroso. La historia de Mastema es otra historia que retrata una realidad incómoda que la religión cristiana encuentra difícil de explicar.
Autor John Black
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