Categorías  
Portada - Monje budista creando un mandala (CC by SA)

La transformación de los mandalas: de dibujos sagrados a terapia artística

Aunque la palabra ‘Mandala’ significa sencillamente “círculo” u “objeto discoide” en sánscrito, su significado real es mucho más complejo. Tradicionalmente, los mandalas han representado la complejidad del universo y han servido como guía para prácticas reflexivas como la meditación.

Los mandalas llevan cientos de años presentes en el hinduismo tántrico, el budismo tántrico y el jainismo. Pero es posible que otras culturas lleven aún más tiempo creando imágenes similares, aunque con otros nombres y tal vez incluso alguna variación en su significado.

 

 

Diagramas cosmológicos y textos jainistas. (Dominio público)

Diagramas cosmológicos y textos jainistas. (Dominio público)

El diseño tradicional de los mandalas

Siempre ha habido algunas variaciones en el diseño de los mandalas. Han sido pintados sobre madera, muros, papel, piedra y tela. Los mandalas están inmortalizados en la arquitectura sagrada, y también muestran su naturaleza impermanente en materiales como la mantequilla. Sin embargo, hay una característica clave en la mayoría de los diseños tradicionales de mandalas: la geometría. Originalmente, los mandalas consistían en círculos concéntricos dentro de cuadrados, cuadrados dentro de círculos, estrellas de seis puntas, o triángulos invertidos cruzados.

Diseño de mandala realizado con yantras. (Dominio público)

Diseño de mandala realizado con yantras. (Dominio público)

La manera tradicional de crear un mandala es comenzar por el centro y ampliarlo hacia el exterior en su dibujo. La forma más básica de un mandala tiene cuatro “puertas en forma de T” e incluye los colores amarillo, rojo, verde y azul. Dependiendo de lo abierta que sea nuestra definición de ‘mandala’, podemos incluso ver este tipo de diseño en el arte rupestre de círculos concéntricos hallado en Kimberley, Australia, cuya antigüedad es de 40.000 años.

Algo más que dibujos

A menudo nos imaginamos intrincados dibujos cuando pensamos en la palabra mandala. El Tantra Kalachakra budista, conocido en su traducción como “rueda del tiempo”, es probablemente el más famoso ejemplo de un mandala visual. Se dice de este mandala que representa el carácter puro de todas las cosas. Se cree que si meditamos en este mandala, seremos capaces de transformar nuestras percepciones y experiencias impuras, consiguiendo acceder a una realidad más profunda.

Kalachakra mandala thangka pintado en el Monasterio Sera, Tíbet. (Dominio público)

Kalachakra mandala thangka pintado en el Monasterio Sera, Tíbet. (Dominio público)

Pero otro ejemplo bien conocido se encuentra en una de las más antiguas pinturas a gran escala de Nepal. Se trata de un mandala de tela que representan al iracundo Chakrasamvara y su consorte Vajravarahi. Seis diosas rodean a la pareja, cada una de ellas sobre un pétalo de loto estilizado que forma un vajra. Esta característica sugiere la fecha del 1100 d. C. Ocho grandes cementerios de la India enmarcan la imagen central, un guiño al hecho de que a menudo la gente medita sobre Chakrasamvara en estos lugares.

Mandala de Chakrasamvara. (Museo Metropolitano de Arte de Nueva York) 

Mandala de Chakrasamvara. (Museo Metropolitano de Arte de Nueva York)

Las pinturas de arena del budismo tibetano ofrecen la segunda forma más popular de crear un mandala. Antes de poder participar en la elaboración de este tipo de mandala, los monjes necesitan varios años de entrenamiento. Los mandalas de arena se hacen vertiendo polvo de colores sobre una base trazada con tiza blanca. A menudo son cuatro monjes los que trabajan en un mismo mandala de arena –en cada uno de los cuatro cuadrantes tradicionales. No trabajan en su dibujo en el mismo momento, cada monje espera su turno hasta que el anterior ha completado su tarea. Esta forma de mandala está pensada para ser tanto un método de iluminación personal como una manera de traer paz, sabiduría y liberación a todos los seres. Uno de los aspectos más curiosos de los mandalas de arena es que son destruidos ritualmente después de días o semanas de arduo trabajo en su creación. Este acto está destinado a simbolizar la idea budista de la impermanencia.

Five Monks, Five Days, One Sand Mandala de Tahiat MahboobVimeo.

La forma pictórica de un mandala es sin duda la más famosa de sus versiones, aunque no es la única manera en la que un mandala puede ser representado. Los mandalas han sido incorporados también al diseño arquitectónico. Por ejemplo, el templo de Borobudur en Java fue construido como un mandala de yantras interactivo. Se supone que una persona debe caminar por esta estructura siguiendo un patrón particular para buscar la iluminación. El templo de Borobudur comprende nueve plataformas superpuestas, seis cuadradas y tres circulares, y está rematado por una cúpula central. Hay en él 2.672 paneles con relieves y 504 estatuas de Buda decorando el edificio para proporcionar inspiración e incitar a la reflexión.

Templo de Borobudur. (22Kartika/ CC BY SA 3.0)

Templo de Borobudur. (22Kartika/ CC BY SA 3.0)

 ¿Un diseño global?

Como apuntábamos anteriormente, es posible que los mandalas no estén restringidos únicamente al diseño budista. Por ejemplo, pueden encontrarse hermosas representaciones artísticas similares a mandalas en la geometría sagrada que cubre los techos de las mezquitas islámicas, y también en los rosetones de las iglesias cristianas influenciados por el Próximo Oriente. Estos diseños no sólo mejoran el aspecto de los centros religiosos, sino que también pueden ser una fuente de inspiración para la oración.

En el cristianismo también se encuentran diseños similares a mandalas en las famosas “Iluminaciones” de la monja y polímata prerrenacentista Hildegarda de Bingen. Se dice que estas imágenes aportarían una representación visual de las supuestas visiones proféticas de Hildegard. Su imagen del ‘huevo cósmico ardiente’ en particular también se hace eco de elementos que se encuentran en el Libro del Apocalipsis, y pone además de manifiesto los conocimientos arquetípicos de Hildegard.

Ilustración de Hildegard von Bingen: ‘Huevo cósmico ardiente.’ (Dominio público)

Ilustración de Hildegard von Bingen: ‘Huevo cósmico ardiente.’ (Dominio público)

Se han observado imágenes sagradas que se parecen mucho a los mandalas en culturas y contextos diversos de todo el mundo. Por ejemplo, los curanderos del pueblo Navajo crean diseños similares a mandalas en la arena. Al igual que en el ritual de los monjes budistas tibetanos, estas imágenes se cree que tendrían propiedades sanadoras. Sin embargo, los curanderos navajos a menudo se centran en ayudar a una persona en concreto. El curandero escoge diseños específicos dependiendo de la situación, y hace que el paciente se coloque en el centro del diseño. Se invocan deidades benéficas, y se cree que la salud y el equilibrio son restaurados. Estos ‘mandalas’ han sido comparados en ocasiones con las ruedas medicinales de los nativos americanos.

Si profundizamos en la idea de lo que es un mandala, podríamos llegar a incluir en este concepto a los ‘mandalas’ aztecas que eran utilizados para contabilizar el paso del tiempo, los diseños celtas asociados con el crecimiento espiritual, y tal vez también los motivos circulares vistos en todo el mundo en el antiguo arte rupestre.

 Calendario azteca. (Manuel Vega Veláquez/CC BY SA 4.0) 

 Calendario azteca. (Manuel Vega Veláquez/CC BY SA 4.0)

Transformando un arte tradicional

La mayoría de los estudiosos reconocen al psicólogo Carl Gustav Jung como el investigador que abrió los ojos de Occidente al concepto oriental del mándala. Jung veía los mandalas como un medio para acceder mejor a uno mismo. Creía que visionar un mandala en un sueño o su inesperada aparición en la obra de arte de una persona demostraba que ese individuo estaba adquiriendo conciencia de sí mismo. La sagrada forma circular era considerada por Jung un medio para que el individuo unificara los aspectos opuestos de su personalidad, potenciando su crecimiento psicológico.

Hoy en día es habitual encontrar mandalas en un contexto de terapia de arte. Esto se debe a que se cree que el arte permite comprender los cambios en la vida de una persona y aumenta la relajación. Los dibujos circulares son considerados calmantes, y dibujar, pintar, o colorear mandalas ayuda también a las personas a expresar su creatividad. Los psicólogos pueden analizar una secuencia de dibujos de mandalas creados a lo largo de un período de semanas, o meses, para profundizar en las características cambiantes de las experiencias, la personalidad y las emociones de un individuo. Esto se debe a que el contenido de un mandala cambia con el paso del tiempo. Dibujar mandalas puede utilizarse también como herramienta de meditación.

Moderna interpretación de un mandala. (CC0)

Moderna interpretación de un mandala. (CC0)

Los mandalas pueden ser habituales en la terapia de arte de nuestros días, pero son antiguos y complejos en su creación y significado. Hallados tradicionalmente en diseños sagrados hindúes, budistas y jainistas, han evolucionado para incluir prácticamente cualquier forma, diagrama o esquema geométricos – siempre que la imagen ofrezca una representación sagrada del universo o sea una herramienta visual para la introspección.

Imagen de portada: Monje budista creando un mandala (CC by SA)

Autor: Alicia McDermott

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

 

Referencias:

Bradshaw Foundation. (2015) “Preserving Australian Rock art.” Bradshaw Foundation. https://www.bradshawfoundation.com/news/cave_art_paintings.php?id=Preserving-Australian-Rock-Art

Chenrezig Tibetan Buddhist Center of Philadelphia. (2009) “About the Kalachakra Mandala.” Chenrezig Tibetan Buddhist Center of Philadelphia.  https://www.tibetanbuddhist.org/about-kalachakra-mandala

Encyclopedia of Ancient Art. (n.d.) “Aboriginal Rock Art (Australia).” Encyclopedia of Ancient Art. https://www.visual-arts-cork.com/ancient-art/aboriginal.htm

Fincher, S. (2017) “Mandala History.” Creating Mandalas. https://creatingmandalas.com/mandala-history

HALI. (2014) “Earliest Known Tibetan Mandala to be offered at TEFAF Maastricht 2014.” HALI. https://www.hali.com/news/earliest-known-tibetan-mandala-offered-by-rossi-rossi-at-tefaf-maastricht-2014/

Irfan, H. (2013) “Sacred Geometry of Islamic Mosques.” The Muslim Times. https://themuslimtimes.info/2013/11/21/sacred-geometry-of-islamic-mosques/

Italian Notes (n.d.) “How to Read the Rose Windows in Italian Churches.” Italian Notes. https://italiannotes.com/italys-rose-windows/

Leigh, B. (2009) “Mandalas: Mirrors of the Cosmos, Pathways to Enlightenment.” Everett Potter’s Travel Report. https://www.everettpotter.com/2009/10/mandalas-mirrors-of-the-cosmos-pathways-to-enlightenment/

Linden Thorp, C. (2017) “Tibetan Sand Mandalas.” Ancient History Encyclopedia. https://www.ancient.eu/article/1052/tibetan-sand-mandalas/

Malchiodi, C. (2010) “Cool Art Therapy Intervention #6: Mandala Drawing.” Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/blog/arts-and-health/201003/cool-art-therapy-intervention-6-mandala-drawing

Mandalameaning (2017) “Mandalas A-Z.” Mandalas for the Soul. https://www.mandalasforthesoul.com/mandalas-list/

The Metropolitan Museum of Art. (2017) Chakrasamvara Mandala. The Metropolitan Museum of Art. https://www.metmuseum.org/art/collection/search/38021?sortBy=Relevance&ft=mandala&offset=0&rpp=20&pos=10

Watt, J. (2009) “Mandala: Types of Mandalas Glossary List.” Himalayan Art. https://www.himalayanart.org/search/set.cfm?setid=4454

Alicia McDermott

Siguiente Artículo