Reconstruidas digitalmente las espectaculares Termas de Trajano
Las Termas de Trajano fueron diseñadas por el arquitecto Apolodoro y construidas junto al Foro del emperador romano Trajano, quien las inauguró en el año 109 d. C. En su origen, estos baños termales ocupaban unos 60.000 metros cuadrados y eran un complejo de piscinas, saunas, salas de masajes y salas de relax para la conversación. Eran las termas más grandes de Roma, y se convirtieron en uno de los centros de ocio favoritos de los romanos. Ahora, tras cinco años de intenso trabajo, los arquitectos Stefano Borghini y Raffaele Carlani han conseguido reproducirlas digitalmente.
Construidas sobre las ruinas de la Domus Aurea – la increíble y lujosa villa que Nerón creo para sí mismo tras el incendió que devastó gran parte de Roma en el año 64 d. C., tal y como informa desde sus líneas el diario español ABC, nuestros actuales spas proceden de aquellas instalaciones. De hecho, el término SPA proviene de la máxima latina Salus Per Aquam que significa «salud por medio del agua».
Cabeza de Trajano procedente de una estatua. Gliptoteca de Munich, Alemania. (Public Domain)
Hablan los expertos
«Lo que más me ha impresionado es la Natatio, la imagen de esa piscina gigantesca, una especie de mar urbano que se abría en el centro de Roma, lo que no tiene precedentes Hemos trabajado durante cinco años, estudiando toda la información sobre las Termas de Trajano, hemos consultado muchísimas fuentes y especialistas y hemos estado en contacto con todos los expertos que trabajan en las excavaciones, como Rita Volpe, arqueóloga de la Superintendencia de Roma», ha declarado a ABC Raffaele Carlani, uno de los arquitectos encargados de la digitalización de las antiguas termas.
No es para menos, puesto que las Termas de Trajano contaban con el mayor edificio termal del mundo. El complejo medía 330x315 metros, con una estructura central de 190x212 metros.
Maqueta de las Termas de Trajano. Museo de la Ciudad de Roma, Italia. (Cassius Ahenobarbus/CC BY-SA 3.0)
«Nos hemos permitido hacer una reconstrucción detallada, incluso con decoraciones, porque en el largo proceso de trabajo realizado hemos analizado todas las fuentes disponibles de responsables científicos, hemos estudiado otras termas posteriores que se inspiraron en las de Trajano, como las de Diocleciano y Caracalla. Es decir, todo lo que hemos reconstruido tiene una base. No podemos decir que es una reproducción al 100%, pero el resultado que hemos obtenido, la imagen que se percibe, está en una dirección justa. El uso refinado de la luz, la imagen de gran riqueza y de esplendor que se aprecian en la reconstrucción están seguramente muy cerca de la realidad», ha continuado explicando el experto italiano.
Un enorme y lujoso centro de ocio
Las Termas de Trajano fueron concebidas como una especie de gran centro de ocio en donde había jardines, fuentes, estatuas, frescos, ricos mármoles, salas para diversos tipos de espectáculos, bibliotecas, comedores y tiendas. Su grandiosidad aún puede ser percibida al contemplar algunas de sus ruinas arqueológicas como es el caso de la enorme cisterna de agua de las siete salas.
Vista de parte de las ruinas de la enorme cisterna de las “siete salas” en su estado actual. (Lalopa/CC BY-SA 3.0)
El emperador Trajano ya había construido el famoso acueducto que lleva su nombre, pero sus colosales termas necesitaban mucha agua, y el nuevo acueducto no daba abasto. Por esta razón ordenó la construcción de la gigantesca cisterna de las siete salas, cuya capacidad era de más de ocho millones de litros de agua. La Cisterna de las Siete Salas disponía de nueve ambientes diferentes cubiertos por una hermosa cúpula.
El Caldarium se ubicó en el emplazamiento idóneo para que contara con la mejor iluminación natural al mediodía y al ponerse el sol. Disponía de ventanas con cristales, que se abrían en verano y se cerraban en invierno. Asimismo, en torno al eje central de las Termas se distribuían, simétricamente, los vestuarios y gimnasios. Hombres y mujeres tenían acceso a todos los espacios comunes de forma conjunta, salvo a los vestuarios.
Este es el aspecto que tendría la zona del Caldarium según la reconstrucción digital realizada recientemente. (Fotografía: ABC)
Además de los espacios colectivos, las termas también disponían de numerosos sectores privados destinados a masajes, maquillaje, cuidados de belleza o saunas.
«Esta reconstrucción es también muy importante para los historiadores, con los que hemos trabajado codo a codo, porque se convierte en un elemento de discusión y debate. Además, se rinde justicia, en un sentido más amplio, al esfuerzo estético que se hacía en estos edificios», ha apuntado finalmente Carlani.
Imagen de portada: ‘Natatio’ de las Termas de Trajano, la piscina más grande de todo el Imperio Romano. (Fotografía: ABC)
Autor: Mariló T. A.
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