El hallazgo de un esqueleto podría resolver el misterio de un crimen pasional de hace más de 300 años
A finales del pasado verano fue hallado un esqueleto durante las obras de construcción que se están realizando en el palacio del Leine de Hannover, Alemania. Fue aquí donde el conde sueco Philip Christoph Königsmarck desapareció hace 322 años – ¿podría tratarse de sus restos? La universidad sueca de Lund le sigue el rastro a la peligrosa historia de amor que vivieron Philip Königsmarck y la esposa de Georg Ludwig, Sofía Dorotea, gracias a las cartas de amor que se escribían, conservadas en la actualidad en la biblioteca de la Universidad de Lund.
El palacio o castillo del Leine, conocido en alemán como Leineschloss (Public Domain)
Se conservan más de 300 de estas cartas de amor en la Universidad de Lund.
“Las cartas fueron donadas por Pontus de la Gardie, un diligente coleccionista de material de archivo de familias de la nobleza sueca. No es un número extraordinario de cartas, ya que en el siglo XVII la gente escribía cartas a todas horas, a menudo varias veces al día. Asimismo, se entregaba el correo varias veces al día”, explica Håkan Håkansson, profesor asociado de Historia de las Ideas y las Ciencias de la Universidad de Lund.
Vídeo sobre la historia de amor entre Philip Königsmarck y Sofía Dorotea
Este conde de 29 años desapareció tras una visita nocturna a la princesa Sofía Dorotea, su amiga de la infancia y amante. Desgraciadamente, ella ya estaba casada con Georg Ludwig, Príncipe Elector de Hannover que se convertiría más tarde en Jorge I, rey de Inglaterra. Sofía Dorotea se casó con Georg Ludwig por razones políticas a la edad de 16 años. No fue un matrimonio feliz, ya que Georg Ludwig y sus padres trataban con frialdad a Sofía Dorotea. En el verano de 1694, Sofia Dorotea y Philip Königsmarck planeaban su fuga. Pero su historia de amor fue descubierta, probablemente por una de sus amigas, la condesa Clara Elisabeth von Platen. El escándalo ya era entonces un hecho, y Philip Königsmarck desapareció. La gente sospechó que Georg Ludwig había asesinado al conde, pero jamás se encontró su cadáver.
Retratos de Philip Königsmarck y Sofía Dorotea (Universidad de Lund)
Las cartas que se enviaban a menudo están escritas en clave:
“Supongo que necesitaban un lenguaje secreto para ocultar cualquier tipo de información sensible. Debían tener a alguien de confianza que entregara sus cartas. Después de todo se trataba de un amor ilícito que acabó muy mal,” apunta Håkan Håkansson.
Sofía Dorotea fue enviada lejos y pasó el resto de su vida exiliada en el castillo de Ahlden, en Luneburgo.
El castillo de Ahlden (Schloss Ahlden) con su foso, donde Sofía vivió exiliada y apartada del mundo (Public Domain)
Los huesos y el tejido recientemente descubiertos ya han sido examinados por médicos, aunque de momento no se ha podido determinar la causa de la muerte del individuo. Sin embargo, ahora sí va a ser posible comparar el ADN de los huesos con el de parientes vivos de Philip Königsmarck. El misterio de un posible crimen pasional de hace más de 300 años podría finalmente quedar resuelto en breve.
La historia de amor entre Sofía Dorotea y Philip Königsmarck ha aparecido en varios libros y películas.
Imagen de portada: Principal, castillo del Leine, conocido en alemán como Leineschloss (Public Domain). Detalle: Philip Christoph Königsmarck (Public Domain).
Material facilitado por la Universidad de Lund.
Este artículo fue publicado anteriormente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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