El descubrimiento de un esqueleto encadenado revela el lado oscuro de la civilización etrusca
Los antiguos etruscos son a menudo recordados como una civilización culta, refinada, pacífica y espiritual. Sin embargo, el impactante descubrimiento de un enterramiento realizado recientemente en Populonia, en la región italiana de la Toscana, recuerda a los investigadores que, al igual que muchas otras civilizaciones, los etruscos también tenían su lado oscuro.
Seeker.com informa de que los arqueólogos han descubierto un esqueleto de hace 2.500 años aún encadenado con grilletes en su cuello y tobillos. Es la primera vez que un equipo de investigadores descubre un enterramiento de este tipo en un yacimiento etrusco. Fue hallado en un antiguo asentamiento construido cerca de la costa. El cuerpo fue depositado en una sencilla fosa excavada en el terreno arenoso cercano a la playa de Baratti.
El esqueleto ha sido identificado como el de un varón que murió a una edad de entre 20 y 30 años. El rasgo sorprendente de su enterramiento es el pesado aro de hierro en torno a su cuello y las casi cinco libras (2,27 kg) de hierro que aprisionan también sus piernas. Giorgio Baratti, profesor de arqueología en la Universidad de Milán, ha declarado a Sekker que “Murió encadenado, y fue enterrado con una mortaja atada a su cuerpo. Encontramos una mancha negra bajo su nuca, muy probablemente lo que queda de algún objeto de madera que seguramente estaba unido al collar de hierro.”
Los grilletes en torno a los tobillos del esqueleto. (Giorgio Baratti)
Es posible que los grilletes en torno al cuello y los tobillos del individuo estuvieran unidos por algún material como cuerda o cuero. Los investigadores también han descubierto un anillo en un dedo de su mano izquierda que suponen que podría haber formado parte de algún mecanismo destinado a impedirle dar pasos largos. Baratti cree que el individuo era un esclavo, o quizás algún reo sometido a algún tipo de castigo.
Si se trataba de un esclavo, quizás trabajara en las minas de hierro de la zona o en actividades marítimas. El individuo vivió cerca de la playa de Baratti hacia el siglo V a. C. En esta época la región de Populonia era un centro muy importante de la antigua industria del hierro.
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Además del esqueleto encadenado, los arqueólogos han desenterrado también muchas tumbas normales en el yacimiento. Pertenecen a una necrópolis que fue también utilizada durante el siglo IV a. C. Los investigadores han descubierto la tumba de una mujer cercana al esqueleto del hombre encadenado. El ajuar funerario de esta mujer ha permitido al equipo datar su enterramiento en el siglo IV a. C. No parece sorprendente que la tumba del individuo encadenado no albergara ningún tipo de ajuar funerario. Futuras investigaciones, como por ejemplo pruebas de ADN, podrían ayudar a los investigadores a descubrir más sobre el misterio de este hombre encadenado.
A pesar de ser un caso único, este sorprendente enterramiento no constituye la primera evidencia de crueldad entre los etruscos. Los arqueólogos ya habían descubierto en el pasado imágenes de un “juego funerario” de Fersu en el interior de cuatro tumbas de Tarquinia. Era ésta una violenta forma de “diversión” en la que una persona tiraba de una correa provocando que el clavo del collar de un perro se clavara en el cuello del animal, enfureciéndole y provocando de este modo que atacara a un hombre. Existen también indicios desenterrados en el transcurso de excavaciones realizadas entre los años 1982 y 2005 que sugieren que los etruscos practicaban sacrificios humanos.
Pintura mural de Fersu corriendo o danzando en la Tumba de los Augures, finales del siglo VI a. C., Tarquinia. (Public Domain)
Los últimos meses han resultado muy fructíferos para los apasionados de la arqueología etrusca. Uno de los más recientes descubrimientos anunciado hace algunos meses en las noticias sobre historia antigua también estaba relacionado con un singular enterramiento etrusco.
Natalia Klimczak informaba sobre este hallazgo en Ancient Origins en marzo de este mismo año: una tumba llena de tesoros descubierta en Vulci, una antigua ciudad etrusca de la provincia italiana de Viterbo. Según ANSA.it, la investigación antropológica confirmaba la hipótesis de que la tumba albergaba los restos de una princesa perteneciente a la antigua aristocracia etrusca:
La ciudad etrusca de Vulci. (Robin Iversen Rönnlund /CC BY SA 3.0)
‘La tumba ha sido datada en el siglo VIII a. C., y su cámara funeraria se encuentra tres metros bajo tierra. Está situada frente a la taquilla del yacimiento arqueológico de Vulci. Las excavaciones de esta tumba las está llevando a cabo la Fundación Vulci de Montalto di Castro, localidad cercana a Viterbo.Una de las arqueólogas del yacimiento de Vulci, Tecla Del Papa, de 45 años, ha explicado cómo se produjo el descubrimiento:
No teníamos ni idea de que la tumba estuviera ahí, pero llevamos a cabo excavaciones de emergencia el mes pasado al advertir que unos saqueadores habían cavado en otra tumba que estaba justo por encima de la de la princesa. Los ladrones habían encontrado la tumba que estaba por debajo sin entrar en ella, así que gracias a ellos fuimos capaces de acceder rápidamente a la cámara funeraria y realizar las excavaciones oportunas. Sin duda, estos hallazgos nos llevan a creer que era una princesa, o al menos alguien muy importante en su sociedad.
Entre los tesoros descubiertos en la tumba hay piezas únicas de valor incalculable, como un collar fenicio de ámbar y dos escarabajos egipcios de oro, plata y marfil. Aparte de esto, se han encontrado también muchos otros bellos y elaborados objetos que dan testimonio de la habilidad artística de los artesanos de la época y del gran alcance de los vínculos comerciales marítimos de los etruscos.’
Imagen de portada: El esqueleto encadenado hallado recientemente en un enterramiento etrusco de Populonia, Italia. (Giorgio Baratti)
Autor: Natalia Klimczak
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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