La colonización europea del continente americano provocó un cambio climático catastrófico
Una nueva investigación indica que el número de muertos de la población indígena del continente americano durante y después de la colonización europea fue tan alto que cambió el medio ambiente en todo el mundo y provocó un enfriamiento mundial de las temperaturas que tuvo consecuencias catastróficas.
En 1492, Colón viajó al Caribe y ‘descubrió’ el Nuevo Mundo. En realidad, el ‘Nuevo Mundo’, como era conocido en el pasado el continente americano, ya era hogar de decenas de millones de personas que vivían en sociedades realmente avanzadas. En el pasado, muchos expertos daban por hecho que la población de América antes de la colonización era relativamente baja. Sin embargo, un equipo de la Universidad de Londres ha estudiado numerosas nuevas fuentes de datos demográficos descubriendo, según la BBC, que “unos 60 millones de personas vivían en el continente americano a finales del siglo XV (aproximadamente el 10% de la población total del mundo) ”.
Desembarco de Colón en América (1492). (Davepape/Dominio público)
La Gran Mortandad
La llegada de los conquistadores españoles, como Cortés y otros conquistadores europeos, condujo directamente a “la muerte de unos 56 millones de personas para el 1600”, según The Guardian. Ésta ha sido la mayor pérdida de población en términos reales de la historia mundial. El siglo posterior a la llegada de los europeos es conocido como la “Gran Mortandad”, tal y como informa la BBC, debido a esta pérdida masiva de vidas.
La “Gran Mortandad” es considerada a menudo un genocidio, un intento deliberado de destruir a una raza entera, ya que los colonizadores europeos masacraron y esclavizaron a muchos de los habitantes indígenas de América. Además, sus políticas provocaron la caída de grandes civilizaciones, como los aztecas e incas, y este colapso social llevó a la pérdida masiva de vidas. Los europeos introdujeron además enfermedades como la viruela, que causó epidemias devastadoras.
La violencia y las enfermedades traídas por los europeos diezmaron las poblaciones de indígenas americanos. “Batalla de Centla”, mural realizado por el pintor Homero Magaña Arellano. Palacio Municipal de Paraíso, Tabasco, México. (Dominio público)
La muerte de decenas de millones de personas, y el colapso correspondiente en la tasa de natalidad, tendría implicaciones ambientales globales. Sociedades como los mayas, los aztecas y los incas dependían de la agricultura. El equipo de la Universidad de Londres teorizó que, para abastecer a una población de aproximadamente 60 millones de habitantes, debía cultivarse un área del tamaño de Francia. Esto significa que hubo una extensa deforestación y se gestionó la tierra mediante el fuego, lo que habría aumentado el nivel de carbono en el medio ambiente, causando temperaturas más altas a nivel global.
La pérdida de vidas y el cambio climático
Sin embargo, la muerte de millones de nativos americanos provocó que grandes extensiones de zonas agrícolas quedaran abandonadas y se convirtieran en pastizales y bosques, que son “vegetación que absorbe dióxido de carbono”, según informa The Guardian. Además, la reducida población ya no tenía que limpiar sus tierras con fuego para practicar sus cultivos, lo que también redujo las emisiones de carbono. Esto a su vez condujo a una disminución significativa en la cantidad de carbono presente en la atmósfera. Los científicos han encontrado evidencias de ello en burbujas de aire descubiertas en las profundidades del hielo antártico.
La caída en los niveles globales de dióxido de carbono está registrada en las burbujas de aire atrapadas en bloques de hielo antártico. (Universidad Estatal de Oregón/CC BY-SA 2.0)
La pérdida de tanto carbono debido a la ‘Gran Mortandad’ que se produjo en América provocó que la atmósfera comenzara a enfriarse. Sin embargo, posiblemente hubo otros factores que también contribuyeron al enfriamiento, incluidas la reducción de la actividad solar y las erupciones volcánicas. Este enfriamiento fue espectacular, y se hizo patente en toda Europa en el siglo XVI. Por ejemplo, en Londres el Támesis se congeló, y los londinenses celebraron “Ferias de Escarcha” en el río congelado.
Feria de Escarcha sobre el río Támesis, cerca de las Escaleras del Temple. (Szilas/Dominio público)
Pequeña Edad de Hielo
Este enfriamiento global es conocido como la ‘Pequeña Edad de Hielo’ y duró desde mediados del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII. La caída de la temperatura fue un desastre para muchas sociedades, ya que eran sociedades agrícolas y el enfriamiento produjo una caída en la producción de alimentos. Esto desestabilizó enormemente muchos estados desde Europa hasta Japón, a medida que la muerte y las hambrunas se hicieron más habituales. La ‘Pequeña Edad de Hielo’ fue un factor que contribuyó a las Guerras de Religión europeas y a la caída de la dinastía Ming, que causaron la muerte de millones de personas. La colonización europea del Nuevo Mundo, al provocar el enfriamiento del clima, no solo fue un desastre para los indígenas americanos, sino también para muchas otras poblaciones del mundo.
Terrazas agrícolas incas en Moray, Perú. (Ralf Broskvar/Adobe)
El estudio indica que el ser humano ya ejercía un profundo impacto en el clima incluso antes de la Revolución Industrial. Los hallazgos de la Universidad de Londres también muestran que la cantidad de reforestación necesaria para frenar los altos niveles de carbono en el medio ambiente hoy en día tendría que ser a una escala sin precedentes para poder impedir una catástrofe climática en el futuro.
Imagen de portada: Conquistadores españoles en el Nuevo Mundo. Fuente: Davepape/Dominio público
Autor: Ed Whelan
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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