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Portada-Recreación de los mares que cubrían Manzanera hace unos 230 millones de años, con un placodonto en la parte inferior de la imagen, un simosaurus en el centro y al fondo, la silueta de un ictiosaurio. / Reconstrucción de Carlos de Miguel Chaves (UNED y FCPTD)

Identificados los fósiles de reptiles marinos que habitaban la Península Ibérica durante el Triásico

Diversos restos fósiles hallados en la provincia de Teruel, España, han permitido identificar diferentes grupos de reptiles acuáticos que poblaron la Península Ibérica hace alrededor de 230 millones de años. Destaca entre ellos el descubrimiento de un reptil depredador de peces llamado Simosaurus, cuya aparición se cuenta como la primera dentro del registro fósil ibérico.

El estudio de fósiles de vertebrados procedentes de varios yacimientos de Manzanera (Teruel) ha permitido conocer cómo era esta zona cuando los primeros dinosaurios comenzaban a caminar por la Tierra durante el Triásico, hace unos 230 millones de años. En este periodo, la región turolense estaba cubierta por mares poco profundos habitados por varias especies extintas de reptiles marinos.

 

 

En un artículo publicado en la revista científica internacional Geobios, un grupo de investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la  Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis han descrito el conjunto de fósiles de los diversos reptiles que han sido examinados y estudiados en detalle, por primera vez, desde su hallazgo en Manzanera a finales del siglo XX.

Vértebra dorsal del Simosaurus hallada en Manzanera, Teruel (Fotografía: UNED y FCPTD)

Vértebra dorsal de Simosaurus hallada en Manzanera, Teruel (Fotografía: UNED y FCPTD)

La mayor parte de los fósiles corresponden a vértebras y costillas de un reptil marino llamado Simosaurus, siendo ésta la primera vez que se identifican los restos de este animal en la Península Ibérica.

Se estima que el Simosaurus podía superar los tres metros de longitud, y vivía en las aguas costeras del antiguo Mar de Tethys (precursor del moderno Mediterráneo), donde se alimentaba de peces.

Los fósiles del simosaurus de Manzanera son, además, de los más modernos conocidos, ya que casi todos los restos de sus congéneres centroeuropeos proceden de sedimentos más antiguos. El material de Manzanera confirma, por lo tanto, que este depredador sobrevivió cerca de las costas ibéricas del Triásico más tiempo del que se creía antes de su extinción.

Fósil de Simosaurus expuesto en el Museo de Historia Natural de Stuttgart (Ghedoghedo - CC BY-SA 3.0)

Fósil de Simosaurus expuesto en el Museo de Historia Natural de Stuttgart  (Ghedoghedo - CC BY-SA 3.0)

Una gran variedad de especies marinas

Entre los fósiles estudiados también hay varios fragmentos de caparazones de placodontes, de la familia de los cyamodontidae o ciamodontideos. Estos organismos marinos eran extraños reptiles que proliferaban en los mares del Triásico y se parecían a las tortugas, que apenas empezaban su andadura en la historia de la vida en la tierra.

Los placodontes tenían un modo de vida muy especializado, pues se alimentaban de moluscos y otros organismos con concha gracias a sus muy evolucionados dientes planos. Estos reptiles eran muy abundantes en los mares de Europa, Oriente Próximo y China, pero sus restos son escasos y poco conocidos en España.

Los elementos de caparazones de los ejemplares turolenses muestran morfologías muy variadas, lo que podría indicar la presencia de varias especies diferentes de estos enigmáticos animales.

Fósil de Placodonte. (Ghedoghedo/CC BY-SA 3.0)

Fósil de Placodonte. (Ghedoghedo/CC BY-SA 3.0)

Gran diversidad de vertebrados acuáticos en la Península Ibérica durante el Triásico

También se han identificado vértebras de ictiosaurios, un tipo de reptiles marinos, habitantes de aguas abiertas y plenamente adaptados a la vida acuática, que tenían un aspecto similar al de los actuales delfines. Sus fósiles se cuentan entre los más antiguos de este grupo en la Península Ibérica.

Por último se han hallado también restos de otro tipo, fragmentados pero muy interesantes a nivel informativo, que han permitido reconocer material perteneciente a diferentes cráneos de temnospóndilos: unos anfibios depredadores extintos de varios metros de longitud, habitantes de aguas dulces.

Todos estos fósiles recientemente descubiertos demuestran la presencia de una gran diversidad de vertebrados acuáticos del Triásico en la Península Ibérica, apenas reconocida anteriormente debido al escaso registro fósil de este periodo geológico obtenido hasta ahora.

Mural de los Ictiosaurios del Acuario de Berlín, obra del artista alemán Heinrich Harder (1858-1935), pintor especializado en paisajes y animales prehistóricos. (Public Domain)

Mural de los Ictiosaurios del Acuario de Berlín, obra del artista alemán Heinrich Harder (1858-1935), pintor especializado en paisajes y animales prehistóricos. (Public Domain)

Imagen de portada: Recreación de los mares que cubrían Manzanera hace unos 230 millones de años, con un placodonto en la parte inferior de la imagen, un simosaurus en el centro y al fondo, la silueta de un ictiosaurio. / Reconstrucción de Carlos de Miguel Chaves (UNED y FCPTD)

Este artículo fue publicado anteriormente en La Gran Época y ha sido publicado de nuevo en Ancient Origins con permiso.

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