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Portada - Fotografía del “Hombre de Hierro”, cuya superficie se presenta áspera pero que, tras siglos de exposición a la lluvia y al sol, no presenta grados considerables de oxidación.(Fotografía: La Gran Época)

Zona Oopart: El Hombre de Hierro o “Eiserne Mann” ¿Acero medieval inoxidable?

OOPArt (‘out of place artifact’ por sus siglas en inglés, o artefacto fuera de lugar en el tiempo en español), es un término utilizado para denominar a decenas de objetos prehistóricos hallados en distintos lugares alrededor del mundo que parecen demostrar cierto nivel de avance tecnológico incongruente con la época en que fueron fabricados. Los OOPArts suelen frustrar a los científicos convencionales, fascinar a los investigadores intrépidos abiertos a teorías alternativas, y desatar encendidos debates.

- Caracteristicas del hallazgo:

 

 

Lugar: Parque Nacional de Kottenforst, Alemania

Fecha: Desconocida

- Condiciones del hallazgo:

El hombre de hierro o “Eiserne Mann” fue citado por primera vez en un documento que data del año 1625 como punto divisorio entre Alfter y Heimerzheim, para marcar y delimitar la zona boscosa de los territorios aldeanos. Aunque su antigüedad real nos sigue siendo desconocida, se presume que fue producto de una fundición que operaba en aquel lugar durante la Edad Media. Sin embargo, diversas crónicas del siglo XVII también sitúan su origen en una expedición romana llegada a la zona mucho tiempo antes. En definitiva: nunca se ha determinado con absoluta certeza cuándo fue construido.

Primer plano del misterioso “Eiserne Mann”. (Public Domain)

Primer plano del misterioso “Eiserne Mann”. (Public Domain)

El “Eiserne Mann” parece ocultar un gran enigma tras la simplicidad de sus formas. El artefacto metálico puede apreciarse como un pilar de dimensiones aproximadamente rectangulares que se eleva hasta los 1,20 metros sobre la superficie del terreno. El ancho de sus lados varía entre los 10 y los 20 centímetros, y en la actualidad se sabe que su estructura bajo tierra acaba en un pilar transversal de 1 metro de extensión, con lo que el monumento adquiere en realidad la forma de un ancla o de una “T” invertida. El largo total de su “tronco” principal ha quedado determinado en 2,18 metros de longitud.

El aspecto de relativa inmutabilidad del Eiserne Mann ante el paso del tiempo ha logrado llamar la atención de diversos especialistas. De hecho, su superficie presenta un aspecto áspero, pero tras unos cuantos siglos de continua exposición a las inclemencias meteorológicas, bajo la lluvia y el sol, lo cierto es que no se han producido grandes problemas de oxidación en esta pieza metálica.

Aunque el Eiserne Mann  está compuesto mayoritariamente por mineral de hierro, análisis más detallados revelaron también pequeñas proporciones de carbón, sulfuro, fósforo, silicio y manganeso. Si bien la función principal de este extraño objeto se desconoce, también es cierto que diferentes documentos citan al ‘Hombre de Hierro’ como parte de un sistema de acueductos de la Edad Media que se encontraba en las cercanías. Asimismo, según esos antiguos documentos, la T metálica habría sido trasladada de su ubicación original en, al menos, dos ocasiones.

La imperturbable T invertida, en su actual localización, tras haber sido trasladada de su ubicación original al menos en dos ocasiones. (Public Domain)

La imperturbable T invertida, en su actual localización, tras haber sido trasladada de su ubicación original al menos en dos ocasiones. (Public Domain)

El misterioso pilar fue bautizado como “Eiserne Mann” a principios del siglo XVIII, y un documento del año 1727 da fe del cambio de emplazamiento de este pilar hasta su localización actual, con el propósito de delimitar la ruta de caza de Augustsburg, en Brühl, y el terreno del Palacio de Herzogsfreude, en Röttgen.

Aunque los relatos locales le atribuyen desde poderes mágicos hasta un origen extraterrestre, en realidad se puede decir que el Eiserne Mann prácticamente escapa a la categoría de OOPArt, ya que tanto las crónicas como los diversos análisis científicos indican que su historia dio comienzo en plena Edad Media.

Imagen de portada: Fotografía del “Hombre de Hierro”, cuya superficie se presenta áspera pero que, tras siglos de exposición a la lluvia y al sol, no presenta grados considerables de oxidación.(Fotografía: La Gran Época)

Autor: La Gran Época

Este artículo fue publicado originalmente en La Gran Época y ha sido publicado de nuevo en www.ancient-origins.es con permiso.

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