Depresiones, infartos y adicciones: la herencia genética que nos dejaron los neandertales
Un grupo de investigadores estadounidenses ha logrado demostrar la relación existente entre los genes heredados de los neandertales y diversos rasgos clínicos de los humanos euroasiáticos actuales. De este modo, la influencia neandertal afectaría a nuestra piel, nuestra salud reproductiva, nuestro cerebro y nuestro sistema inmunitario. Lo más sorprendente de todo es que un segmento concreto de ADN neandertal aumenta, claramente, nuestra predisposición a las adicciones –como a la nicotina– y a sufrir cuadros depresivos.
Tal y como publica la Agencia SINC, desde el año 2010 la comunidad científica sabe que los humanos modernos de origen euroasiático portamos entre el 1% y el 4% de ADN de origen neandertal. Ahora, por fin, investigadores de la Universidad Vanderbilt de Nashville, Estados Unidos, han conseguido analizar el ADN neandertal en el genoma de una muestra de adultos de ascendencia europea y lo han relacionado con sus registros clínicos.
“Nuestro principal hallazgo es que el ADN neandertal influye en rasgos clínicos de los humanos actuales. Hemos descubierto asociaciones entre este ADN y una amplia gama de características inmunológicas, dermatológicas, neurológicas, psiquiátricas y reproductivas”, explica John Capra, genetista evolutivo de dicha universidad y autor principal del estudio.
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Gráfico en el que se muestran los principales rasgos neandertales que influyen en nuestras enfermedades actuales (Agencia SINC/Deborah Brewington / Vanderbilt University)
28.000 personas estudiadas y 135.000 variaciones genéticas neandertales
Los investigadores, que han publicado el resultado de su trabajo esta semana en la revista Science, buscaron los posibles vínculos entre 28.000 personas con ascendencia europea, logrando definir cerca de 135.000 variaciones genéticas neandertales presentes en ellas. De hecho hallaron doce parámetros vinculados a la salud que se relacionan con la herencia Neandertal. Entre ellos destacan los riesgos a la hora de sufrir infartos, depresiones y alteraciones y trastornos en la sangre.
Además, los genetistas han podido corroborar algunas de las hipótesis científicas anteriores, como la que aseguraba que el ADN Neandertal afecta a unas células llamadas queratinocitos que ayudan a proteger nuestra piel contra los daños ambientales provocados por la radiación ultravioleta y los agentes patógenos: los nuevos análisis demuestran su influencia a la hora de desarrollar lesiones cutáneas inducidas por el sol y causadas por queratinocitos anormales.
Además, se toparon con un buen número de otros hallazgos sorprendentes, como el que desveló un segmento específico de ADN Neandertal causante de un significativo aumento del riesgo de adicción a la nicotina. Asimismo, también descubrieron variantes que influyen en el riesgo de sufrir depresión: algunas positivamente y otras negativamente. Es más: gran número de secuencias de ADN Neandertal se asocian con efectos psiquiátricos y neurológicos.
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Los investigadores se toparon con un buen número de hallazgos sorprendentes, como el que desveló un segmento específico de ADN neandertal, causante de un significativo aumento del riesgo de adicción a la nicotina. En la imagen, “Calavera fumando un cigarrillo”, óleo de 1885 obra de Vincent van Gogh. Museo Van Gogh de Ámsterdam, Holanda. (Public Domain)
"El cerebro es increíblemente complejo, por lo que es razonable esperar que la introducción de cambios que han seguido un camino evolutivo diferente puedan tener consecuencias negativas", señala la estudiante de doctorado Corinne Simonti, una de las autoras del estudio.
Todo lo anterior es un claro indicador de que la población actual eurasiática conserva ADN neandertal. Un ADN que, hace 40.000 años, proporcionó a los humanos modernos ventajas para adaptarse al nuevo entorno en el transcurso de sus migraciones desde África, ayudándoles a enfrentarse a ambientes nuevos, con distintos agentes patógenos externos y diferentes niveles de exposición solar.
Sin embargo, lo que entonces era positivo, no tiene por qué continuar siéndolo. Un ejemplo de ello es una variante que aumenta la coagulación de la sangre: en el pasado esta característica pudo ayudar a cerrar más rápidamente las heridas y prevenir posibles infecciones, pero en la actualidad la hipercoagulabilidad incrementa el riesgo de padecer apoplejía, embolia pulmonar y complicaciones durante el embarazo.
Imagen de portada: Reconstrucción de un Neandertal expuesta en el Museo de Historia Natural de Berlín, Alemania. (כ.אלון/CC BY-SA 3.0)
Autor: Mariló T. A.
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