Auge y Caída de Yan Shiwei: Consagrado a la Primera Emperatriz China y Recompensado con la Muerte
Hace 1.300 años, Yan Shiwei era un respetable magistrado dedicado a servir a la primera (y única) emperatriz de la historia de China—hasta que ella ordenó su ejecución y la de toda su familia. Los restos de Yan Shiwei han sido descubiertos recientemente en una tumba familiar situada en la ciudad china de Xi’an.
La tumba, hallada en el interior de una cueva, contenía los restos de Yan Shiwei y Lady Pei, su esposa. Su epitafio, grabado sobre piedra caliza, da cuenta de las turbulentas vidas de los difuntos, relatando el auge y la caída de Yan Shiwei.
Según LiveScience, los arqueólogos excavaron la tumba ya en el 2002, pero no se informó de sus hallazgos hasta el 2014. Recientemente los investigadores del Instituto Municipal de Arqueología y Conservación del Patrimonio Cultural de Xi’an han hecho públicos algunos datos sobre este descubrimiento a través de la revista en lengua inglesa Chinese Cultural Relics (“Reliquias Culturales Chinas”).
La Política del Poder en la Antigua China
Wu Zetian fue una mujer formidable que ascendió al trono en el 690 d. C. tras la muerte de su esposo, el emperador Taizong. De influyente concubina pasó entonces a ser Emperatriz Viuda, convirtiéndose de este modo oficialmente en la primera y única emperatriz de China en sus 4.000 años de historia. Wu Zetian fue la fundadora de la dinastía Zhou, pero su reinado no duró mucho, ya que solo ejerció el poder como soberana durante quince años, tras lo cual fue derrocada.
Emperatriz Wu (Wu Zetian) Reinó desde el 16 de octubre del 690 d. C. hasta el 22 de febrero del 705 d. C. (Public Domain)
Las inscripciones de la tumba familiar de Yan Shiwei nos revelan que tras la muerte del viejo emperador y la declaración de Wu Zetian de que iba a ocupar el trono junto con su hijo, no todos miraron con buenos ojos esta sucesión. El duque Xu Jingye se rebeló contra Wu Zetian en Jiangdu (la actual Yangzhou, China).
Yan Shiwei era un oficial militar en aquel momento, y no se dejó persuadir por el duque para unirse a los rebeldes. En lugar de eso, apoyó firmemente a Wu Zetian (Emperatriz Viuda), y se enfrentó a la rebelión.
Hombres armados tal y como aparecen en una pintura mural datada en el 706 d. C. procedente de la tumba de Li Xian (hijo exiliado de Wu Zetian), ubicada en el mausoleo de Qianling. Imagen meramente representativa. (Public Domain)
En los epitafios podemos leer, “El señor [Yan Shiwei] se quebró intencionadamente su propio brazo para resistir a la coerción del rebelde, demostrando así que su lealtad a la corte imperial no había sido socavada.”
Calco de las inscripciones grabadas sobre la piedra caliza de los epitafios descubiertos en la tumba familiar de Yan Shiwei. Imagen: Chinese Cultural Relics
Por su fidelidad, Yan Shiwei fue “ascendido a magistrado del condado de Lanxi en la prefectura de Wuzhou, y se le concedió además el título de gran maestro,” informa LiveScience.
Favorito, pero no por mucho tiempo
La recién proclamada emperatriz Wu Zetian consolidó su poder, y el leal Yan Shiwei pasó a ser uno de los favoritos de su corte. Yan Shiwei sofocó toda rebelión contra la autoridad de su soberana y mantuvo a raya a las familias más poderosas.
Los epitafios de su tumba le describen de este modo: “estricto como la escarcha de otoño, cálido como el sol de invierno, consiguió que su gente aprendiera a dominarse y de este modo quedó establecido el orden civil.”
NYTimes.com informa de que Yan Shiwei sirvió a la emperatriz durante nueve años antes de que “la tragedia se abatiera sobre él.”
“Aunque los detalles no están claros, su hermano Zhiwei se había posicionado en contra de la emperatriz. ‘Debido a su culpabilidad por haber sido relacionado con el crimen de su hermano […] él [Yan Shiwei] fue ejecutado en un castigo colectivo,’ leemos en su epitafio. ‘Toda su familia sufrió este castigo colectivo, y todos sus miembros fueron ejecutados.”
Toda la familia fue ejecutada a excepción de la esposa de Yan Shiwei, que había muerto con anterioridad, en el 691 d. C. Como muestra de ensañamiento, para asegurarse de que no recibía un enterramiento digno, dicen las inscripciones que su cuerpo fue enterrado sin honor alguno.
La primera emperatriz de China fue finalmente depuesta por uno de sus hijos, al que había desterrado años atrás, y murió poco después. Con el retorno de la dinastía Tang, Yan Shiwei fue exculpado y su cadáver recibió un enterramiento digno en su tumba familiar, junto a su mujer.
Epitafio de Yang Shun, general de la emperatriz Wu Zetian, inscripciones sobre piedra caliza, dinastía Tang, 693 d. C., Luoyang, China. Imagen meramente representativa. (Public Domain)
Los restos óseos hallados en la tumba de Yan Shiwei son escasos, pero en el año 2002 se recuperaron en ella algunos objetos. Entre ellos había estatuillas cerámicas de guardianes de tumbas, guerreros y animales, todas ellas pintadas de vivos colores. También se descubrieron un espejo fabricado a partir de una placa de oro y por supuesto las valiosísimas lápidas con sus epitafios, según podemos leer en LiveScience. Igualmente, se encontró un tocado para la cabeza hecho añicos, del que se recogieron unos trescientos fragmentos.
El Legado de la Emperatriz
El legado de Wu Zetian presenta luces y sombras; fue una poderosa y capaz soberana que ayudó a unificar China, pero la historia también revela que podía llegar a ser ambiciosa y cruel.
Fueron habituales las ejecuciones en masa mientras fue emperatriz, ya que eliminaba a sus rivales (aunque también a sus partidarios e incluso a su propia familia) ejecutándolos o desterrándolos; manipulaba las creencias religiosas, y se dice que hizo uso de la propaganda para afianzar su posición. Además, utilizó un ejército secreto de espías para consolidar su poder.
Por todo ello, Wu Zetian está reconocida como una gobernante cuyos logros sociales en la China de su época fueron muy importantes, en especial en parcelas como educación, literatura y escritura, ofreciendo además apoyo y oportunidades a las clases más humildes. Fue una soberana muy capaz que expandió las fronteras de su reino y crió a tres hijos. Todos ellos acabarían siendo emperadores de China.
Gran Pagoda del Ganso Salvaje, Xi’an, China. Antigua pagoda budista construida en el año 652 y reconstruida en el 704 bajo el reinado de la emperatriz Wu Zetian (Bobak/CC BY 2.5)
Imagen de portada: Composición: retrato de Wu Zetian en primer plano (CC BY 2.0), al fondo, famosa obra de arte en la que se representa la impresionante procesión del emperador de China Xuande en su visita a las tumbas de los emperadores de la dinastía Ming. (Public Domain)
Autor: Liz Leafloor
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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