El Martes de Pascua… Por la mañana temprana EL RABÍ se reune con sus trece personas elegidas y les ofrece con sus premisas amables, llenas de cariño, más que nunca con un tono de amor consciente de lo que estas trece personas les tocaba asumir cercana su final, violento, debía poner no sólo a salvo al pueblo de Israel de la ya perdida Jerusalén y que no se volvería a refundarse cuando la consciencia global mundial mortal y la conciencia universal de LA HUMANIDAD, sellara la única ley universal: EL AMOR, en completo conseso… Con unas comparaciones y similitudes que a las trece personas, entre estos, como la doce representante de las trece tribus, Magdala, les oían con suma atención, esta vez. Por la primera tribu hebrea, que tenía que ser EL RABÍ, por ser el primogénito de Miriam, no lo es sino su hermanastro, de los tres, Santiago EL MAYOR, Santiago EL MENOR y Judas, por parte de su padre adoptivo mortal José, y Pedro representante de la segunda tribu hebrea… Terminada esta premisa global de EL RABÍ de la misión que tenía que asumir con su partida de sacar a todas y a todos de Jerusalén antes de que fuese destruida, que no tenían que defenderla porque lo que dejarían detrás de sí serían piedras, porque lo que simbolizaba Jerusalén iría con sus consciencias al realizar el último éxodo de su diáspora que sería como personas líderes de sus tribus expandir la ley única universal de LA MORTALIDAD: EL AMOR, por todo el planeta, porque tantos personas hebreas como gentiles perteneciamos a la única raza global mundial de LA MORTALIDAD: LA HUMANIDAD… Después ante EL TEMPLO como hebreo ante la identidad de su padre no como divinidad sino como LA HUMANIDAD, le realiza su peculiar ofrenda ante el rito de revivir el sacrificio de Abraham ante la divinidad, pero que estaba tentado por LA INHUMANIDAD de sacrificar al hijo sobre la piedra sagrada, libera a todas las criaturas animales dentro del templo como fuera, pidiendo la ayuda de todas y de todos que por tomarlo por un bendito loco les ayudan generando el caos dentro y fuera del templo, como si trataran con su bendito niño hombre haciendo una travesura… Mientras las mujeres y los hombres de José preparaba la cena de Pascua Hebrea para la noche de el miércoles, bien temprana la tarde, de ese Martes de Pascua, EL RABÍ, junto a sus trece personas elegidas acceden a las afuerzas de la ciudadela y sube al monte de las calaveras ante el estupor de todas y de todos y a voz viva, cuando la consciencia mortal no es tomada por un bendito loco, sino por una persona semejante que es capaz de alzar su voz mortal y decir las verdades como puños que jamás, oprimidos por la opresión de la represión de la cruxifición comienza las bienaventurazas que sellerará lo liturgo del conocimiento, global mortal, sobre Jerusalén de la ley única mundial mortal: LA CONSCIENCIA DE EL AMOR… “Bien aventuraros los pobres de espíruto porque de ellos es la consciencia de la conciencia de LA HUMANIDAD”… “Bien aventuraros los mansos porque ellos y ellas poseerán la herencia de la tierra: EL AMOR”… “Bienaventurados los que tengan hambre y sed de justicia porque ellas y ellos saciarán nuestra hambre y sed de conocimiento de la verdad de la justicia de EL AMOR”… “Bienaventurados los misericordiosos porque ellas y ellos sellarán el amor de nuestra misericordia”… “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellas y ellos nos dejarán ver la identidad de Dios”… “Bienaventurados los perseguidos por causas de la injusticia de la in humanidad porque de ellas y ellos es nuestra esperanza de alcanzar nuestra conciencia”… “Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentiras toda clases de mal contra vosotras y vosotros por causa de vuestro amor por sus causas y por despertar su conciencia ante su irracionalidad y servidumbre a LA IN HUMANIDAD, porque, en verdad, seremos iguales ante LA HUMANIDAD DE DIOS”… “Alegraros y recocijaros porque vuestra recompensa será grande en vuestra consciencia mortal; porque en misma conciencia os llamarán profetas, de esta única ley que es la única verdadera de toda esta Mortalidad:¡Amaros los unos, y las unas, como LA HUMANIDAD DE DIOS, os ama,porque en verdad no hay una sola ley tan justa como es el amor de la consciencia de tu conciencia por tu persona semejante, entonces, sólo, entonces, mujer y hombre, podremos ser personas de nuestro ser! ¡Porque el amor, y sólo el amor nos hará personas eternas como LA HUMANIDAD DE DIOS!”… Cuando terminó este sermón SOBRE el monte de las calaveras donde la muerte era su reino, languideció por el silencio de centenares de gentiles y hebreos, hebreas, que lo llenaban alrededor de su cima, mientras en un silencio, cuando de repente se hace el silencio, como si el falso tiempo de la banidad de lo irracional de lo in humano, se desvanece y podemos vernos en la realidad del amor… La noche, y bien entrada fue cuando en el recogimiento Yehosuá y Magdala que había sellado su amor en un sacrificio de celibato en la mortalidad de ambos, por el destino que le toca padecer a su amor Yehosuá, compartieron la gran confidencia de dos amados contenidos por sus consciencias del tiempo que les tocaba padecer en sus avatares y sobre todo, en los últimos días resignados al bien común de sus semejantes queridos y desconocidos...
