Desastrosa restauración con cemento de un tramo de la Gran Muralla china
Las estepas al norte de China fueron ocupadas por pastores nómadas desde el siglo IV antes de Cristo. Su población era muy inferior a la china, pero constituían una grave amenaza ya que, armados con potentes arcos y a lomos de sus pequeños ponis, rápidos y resistentes, los guerreros nómadas comenzaron a atacar los estados norteños chinos. Entonces, los diferentes emperadores empezaron a utilizar distintas estrategias para defenderse de dicha amenaza: una de ellas era la muralla defensiva.
De esta forma, Qin Shi Huang Di, el primer emperador, (221-210 a. C.), construyó una línea de fortificaciones que unía las anteriormente erigidas protegiendo la totalidad de la frontera. Posteriormente, la dinastía Han trató de controlar a los bárbaros mediante subsidios y campañas de conquista en la estepa, al tiempo que construía una nueva Gran Muralla.
Durante los siguientes mil años se logró cierto equilibrio hasta que a principios del siglo XIII el jefe mongol Temujin consiguió unir a las distintas tribus de la estepa reiniciando una serie de ataques. Temujin, una vez convertido en emperador de los mongoles con el nombre de Gengis Kan, se lanzó a la conquista de China. Empresa que sería completada por su nieto Kublai Kan quien, además de ser kan de los mongoles, fundó una nueva dinastía en China, la Yuan.
Los Yuan fueron destronados por una revuelta campesina, y la corte de la dinastía de origen mongol se refugió en la estepa mientras la nueva dinastía reinante en China, los Ming, iniciaba una agresiva campaña de ataques a la estepa. Pero los Ming sufrieron en 1449 una terrible derrota en la batalla de Tumu, cayendo el mismísimo emperador Zhengtong prisionero de sus enemigos. Los mongoles redoblaron sus ataques sobre la frontera para obligar a los chinos a negociar.
Retrato de Kublai Kan que refleja su posible aspecto en la década de 1260, aunque la pintura es póstuma y fue realizada poco después de su muerte, en febrero de 1294, obra del artista y astrónomo nepalí Anige. Se encuentra expuesta actualmente en el Museo del Palacio Nacional de Taipei, Taiwán, y está pintada sobre seda. Las ropas blancas que viste Kublai reflejan su papel simbólico como chamán religioso mongol. ( Public Domain )
Finalmente, volvieron a enviarse subsidios a la aristocracia mongola y se establecieron mercados en la frontera. Aunque, en realidad, desde hacía decenios la estrategia de defensa de los Ming frente a los nómadas había pasado por la barrera defensiva construyendo una nueva Gran Muralla, de características más avanzadas que las anteriores: mientras que en el pasado las fortificaciones se habían construido empleando tierra compactada como materia prima, ahora se erigía en la mayoría de los tramos una combinación de zócalo de piedra y muro de ladrillo.
En la actualidad, contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se calcula que la Gran Muralla mide 21.196 kilómetros de largo, desde la frontera con Corea hasta el desierto de Gobi, aunque hoy solo se conserva un 30% de ella. Como promedio alcanza unos 6-7 metros de altura, y su grosor oscila entre los 4 y los 5 metros. Designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, gran parte de ella tiene fama de ser el mayor cementerio del mundo: aproximadamente 10 millones de trabajadores murieron construyéndola y reparándola.
Mapa del trazado de la Gran Muralla (Maximilian Dörrbecker (Chumwa)/CC BY-SA 2.5)
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Ahora, según informaciones publicadas por el diario El Español, en ciertos tramos con más de 700 años de antigüedad ubicados en el condado de Suizhong se ha utilizado cemento para su restauración. Dichas reparaciones, realizadas bajo las directrices de la Oficina de Conservación Cultural regional de Suizhong, se llevaron a cabo en el año 2014, pero se han conocido ahora. De hecho, tales tramos construidos durante la dinastía Ming (1368-1644) se han convertido en una carretera que aún no ha sido abierta al público.
El propio director de la Sociedad de la Gran Muralla de China, Dong Yaohui, ha reconocido que la restauración se ha hecho “muy mal” y que “se ha dañado el aspecto original de la Gran muralla, llevándose la historia del pueblo por delante”. Por su parte, las autoridades chinas han abierto una investigación sobre el incidente a fin de depurar eventuales responsabilidades.
Uno de los tramos de la Gran Muralla china restaurados recientemente a base de cemento. (Fotografía: El Español/ Beijing News)
Imagen de portada: Fotografía aérea de la Gran Muralla en la región de Jinshanling. (Severin.stalder/CC BY-SA 3.0)
Autor: Mariló T. A.
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