Un ejército fantasmal siembra el terror en los cielos de Europa: la Cacería Salvaje de Odín
Pregunte a cualquiera que haya visto a Ramsay Bolton en la serie televisiva Juego de Tronos: ser testigo de una "caza" de los Bolton raramente era una buena señal. Ése es el caso también de la Cacería Salvaje sobrenatural de los mitos europeos. Fenómeno semejante a caballeros o cazadores fantasmales persiguiendo a las nubes en el cielo, la Cacería Salvaje ha sido considerada durante largo tiempo un presagio funesto de cumplimiento inminente.
El mito de la Cacería Salvaje nos llega fundamentalmente a través de la literatura y "relatos de testigos oculares" en las islas británicas y el norte de Europa, dos culturas que valoran mucho las leyendas de elfos, hadas y dioses. Sin embargo, el caso de la Cacería Salvaje es un poco diferente: se creía que la aparición de los cazadores en el cielo era un símbolo del dios anglosajón o nórdico, Woden/Odín (respectivamente), una deidad asociada a menudo con la guerra y el cielo. Al igual que en otros mitos relativos a augurios de catástrofes y amenazas, ver la Cacería Salvaje se creía que precedería a alguna calamidad, natural o provocada por el hombre, por lo general una guerra, la peste, hambruna o —como se puede observar en las Banshees del folclore irlandés— la muerte de la persona lo suficientemente desgraciada como para ser testigo de la Cacería Salvaje en acción.
‘La Cacería Salvaje de Odín’, óleo de Peter Nicolai Arbo (1868). (Dominio público)
En busca de los orígenes de la Cacería Salvaje
Lo interesante al examinar la Cacería Salvaje en profundidad es que el evento en sí no es un remanente de un mito pre-cristiano que haya llegado hasta nosotros a través de los siglos. En realidad, el concepto de la Cacería Salvaje es en sí mismo en cierto modo "artificial", ya que aparece documentado por primera vez como mito o tradición por Jacob Grimm. Jacob y su hermano Wilhelm son recordados por haber recopilado numerosos cuentos de hadas alemanes (y algunos no alemanes) en un solo libro; sin embargo, estos hermanos —Jacob en particular— hicieron algo más que simplemente recopilar aquellos relatos. Investigaron sus raíces fundamentales. El fenómeno de la Cacería Salvaje es producto de una investigación de este tipo.
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Otra clase de espectros resultará más fructífera para nuestra investigación: …se extienden a través de bosque y del aire con un horrible estruendo. Ésta es la leyenda ampliamente difundida del anfitrión furioso, la caza furiosa, que es de gran antigüedad y se entrelaza a su vez, ya con los dioses, ya con los héroes. Se mire como se quiera, traiciona su conexión con el paganismo.
Jacob Grimm, Mitología Teutónica
Oskorei o la Cacería Salvaje, fenómeno de la mitología germánica. Pintura de Franz Stuck (1889). (Dominio público)
La Cacería Salvaje parece reflejar el descenso de las Valkirias de Odín de los salones del Valhalla a los diversos campos de batalla en los que combatían los guerreros nórdicos. En el mito nórdico, estas Valkirias tenían encomendada la tarea de escoger a los más nobles y fuertes de entre los muertos (o los que estaban muriendo) en batalla para llevarlos de vuelta al Valhalla. Una vez allí se les curaba y adiestraba a la espera de la batalla final de Ragnarök.
‘La Cabalgada de las Valkirias’ (1890), óleo de William T. Maud. (Dominio público)
Al describir Jacob Grimm la Cacería Salvaje —como un evento y también como un concepto— se produce una alusión similar. Kveldulf Hagen Gundarsson señala en su poema "Trueno de montaña": "pero entonces el ladrido de los perros llena el aire, y las huestes de las almas salvajes se abalanzan, fuego centelleando en los ojos de los negros perros y los cascos de los negros caballos". El "anfitrión de las almas salvajes" nos suena bastante familiar. De hecho, se sospecha que el poema de Gundarsson podría proceder de un mito nórdico llamado vagamente "La Persecución de Odín", en el cual el dios principal de los nórdicos se convierte en líder de un ejército fantasma.
Ilustración de la Cacería Salvaje de Odín obra de August Malmström. (Dominio público)
Las variantes de este cuento son abundantes, significativamente en el país de Gales, en el que un hombre (a veces considerado de la Gente Feérica) llamado Gwynn ap Nudd toma el papel de líder de los muertos, y también en el sur de Inglaterra, donde es Herne el cazador el que adopta este papel. Herne es considerado tanto una deidad precristiana del bosque como la versión mítica de un rey llamado Herla. Sin embargo, independientemente de su nombre y origen, una vez más los elementos centrales de la Cacería Salvaje se mantienen intactos.
Ilustración de Herne el cazador obra de George Cruikshank (década de 1840). (Dominio público)
A la caza de la tormenta
Cabe preguntarse por qué es importante este análisis. Un mito sobre fantasmales cazadores llenando el cielo podría ser poco más que un cuento de viejas, o el relato histórico muy bastardeado de un acontecimiento real. Más probable es que, como también argumentó Jacob Grimm, las numerosas variantes del mito de la Cacería Salvaje —como es el caso de la mayor parte del folklore— revelen el intento de explicar fenómenos naturales y las consecuencias que se derivan de éstos por parte de antiguas culturas. En el caso de la Cacería Salvaje, la mayoría de los estudiosos el mito ha supuesto que el acontecimiento natural al que se refiere es una tormenta con truenos. Las formas confusas de los guerreros difuntos arremolinándose y entablando una carrera contra el tiempo mientras acechan a su presa a lomos de atronadores caballos... O espesas, oscuras nubes llegando desde el horizonte, los rayos acompañando a cada redoble de tambor del trueno mientras la naturaleza se prepara para abatir a los desprevenidos.
‘Tormenta con la muerte de Amelia’, óleo de William Williams (1784). (Dominio público)
La Cacería Salvaje, por lo tanto, acaba convirtiéndose en una persecución mítica, ya que es una alegoría destinada a explicar los drásticos —e inevitables— cambios en el tiempo meteorológico. La inconfundible comparación con la creencia nórdica precristiana según la cual las Valkirias descendían del Valhalla montadas en lobos furiosos pone de manifiesto que el relato europeo de la Cacería Salvaje probablemente proceda de aquel mito.
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La continua lucha entre las fuerzas anglosajonas de la Inglaterra medieval y los vikingos pre- y postcristianos apoya esta hipótesis. Francamente, es mucho más interesante considerar cada tormenta con truenos una acometida de fantasmales guerreros enzarzados en una persecución vibrante y sedienta de sangre (o incluso las valkirias buscando a los más nobles entre los guerreros caídos) que la explicación científica.
Johann Wilhelm Cordes: Die Wilde Jagd (‘La Cacería Salvaje) 1856/57. (Dominio público)
Imagen de portada: Åsgårdsreien (‘La Cacería Salvaje’) óleo de Peter Nicolai Arbo (1872). (Dominio público)
Autor: Riley Winters
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
Bibliografía:
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Grimm, Jacob. 1883. Teutonic Mythology: Vol. III. (trans. James Steven Stallybrass, 2004). Mineola: Dover.
Grimm, Jacob. 1883. Teutonic Mythology (trans. James Steven Stallybrass). 2010. https://www.germanicmythology.com/original/earthmother/wildhunt.html
Motz, Lotte. 1984. "The Winter Goddess: Percht, Holda, and Related Figures." Folklore 95.2 p. 151-166.
Towrie, Sigurd. "The Wild Hunt." Orkneyjar. https://www.orkneyjar.com/tradition/hunt.htm
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