La tumba de la matriarca bíblica Raquel: un lugar sagrado para judíos, cristianos y musulmanes
La tumba de la matriarca bíblica Raquel es el punto de partida de numerosos relatos cristianos, judíos y musulmanes. Este notable sepulcro, situado en Belén, no solo forma parte del legado histórico y cultural de tres religiones y de una famosa población, sino que además da pie a un fascinante relato que sirve de nexo a las diferentes generaciones.
La tumba de Raquel fue mencionada por primera vez en el siglo IV d. C., cuando el aún joven cristianismo buscaba desesperadamente localizaciones sagradas para su fe. Fue una época en la que los cristianos ‘descubrieron’ milagrosamente muchos lugares relacionados con personajes bíblicos. La identificación de muchos de estos emplazamientos es controvertida, aunque eso no importa a los miles de personas que viajan a Tierra Santa todos los años para reencontrarse con las antiguas figuras de su credo.
¿Quién fue Raquel?
Raquel fue una de las mujeres más emblemáticas de los tiempos bíblicos, madre de José y Benjamín, famosos progenitores de dos de las doce tribus de Israel. Raquel era la esposa del patriarca Jacob. Murió durante el parto de su hijo menor, Benjamín. Es conocida como madre del judaísmo, pero también es un importante personaje para el cristianismo y el islam.
Raquel llora por sus hijos. Fresco del siglo XIV, monasterio de Marko (Macedonia). (Public Domain)
Los primeros registros escritos que nos hablan de la vida de Raquel proceden de la Biblia hebrea. En el libro del Génesis (35,19-20) podemos leer que cuando Raquel murió fue enterrada en el camino de Efratá, localidad conocida ya entonces como Belén. En este pasaje de la Biblia se afirma también que Jacob erigió una estela sobre su tumba. De este modo, el primer documento escrito que nos habla de la tumba de Raquel arroja luz sobre su localización actual.
Sin embargo, investigaciones llevadas a cabo a principios del siglo XX sugieren que la traducción del antiguo texto original no es correcta, y que la tumba de Raquel nunca estuvo situada en Belén, sino en Benjamita –que pertenecía a la tribu de Benjamín en aquella época. En la actualidad es una zona de Jerusalén.
Raquel es venerada por tres religiones, y su fe y leyendas dieron pie a uno de los relatos religiosos más importantes relacionados con una mujer de la antigüedad. Durante siglos Raquel ha inspirado a otras mujeres religiosas, y con el paso del tiempo su tumba se convirtió en uno de los lugares de peregrinación más visitados del mundo.
‘Raquel y Jacob’, aguada de James Tissot. (Public Domain)
La tumba de Raquel está considerada uno de los tres lugares santos principales del judaísmo. Aparece mencionada asimismo en textos del cristianismo primitivo como un importante destino para peregrinos. Los musulmanes también afirman tener una fuerte vínculo con el sepulcro de Raquel. En él se encuentra la mezquita Bilal bin Rabah, construida en la tumba de Raquel durante la época de la dominación otomana. Gentes de los tres grupos religiosos probablemente se acababan encontrando en el lugar de descanso final de la matriarca al realizar sus peregrinaciones.
En la época medieval los peregrinos creían que la tumba de Raquel se encontraba a 2,4 kilómetros de Jerusalén, cerca de Belén. Esta localización ya era conocida desde el siglo IV d. C., aunque no fue demasiado popular hasta que no se iniciaron las Cruzadas. Cuando el sepulcro de Raquel se convirtió en fuente de conflictos entre cristianos y musulmanes, la popularidad del lugar aumentó notablemente. Benjamín de Tudela, que viajó a Tierra Santa en la segunda mitad del siglo XII, describe la tumba como un pilar formado por once piedras. Petaquías de Ratisbona menciona una descripción similar. Las piedras representaban a las once tribus de Israel.
Imaginería popular de la tumba de Raquel en la que aparece con el aspecto que tenía a finales del siglo XIX. (Public Domain)
En la actualidad el sepulcro de Raquel es uno de los lugares preferidos por turistas y ciudadanos de Jerusalén. Se ha añadido recientemente un nuevo elemento que cubre la famosa Arca de la Torah que se encuentra en la tumba. Se trata de un retazo del vestido de novia de Nava Applebaum, quien perdió la vida en un atentado terrorista en el año 2003. Murió la noche de la víspera de su boda.
El emplazamiento del sepulcro de Raquel es uno de los lugares sagrados más disputados de esta región del mundo. En el año 2015 la UNESCO decidió que la tumba era “parte integral de Palestina”, en unas declaraciones que causaron un gran revuelo diplomático.
Sepulcro de Raquel cerca de Belén, 1978. (CC BY-SA 3.0)
La tradición continúa
En la tradición judía se enseña a los niños que Raquel llora por todos sus hijos. Aún en nuestros días, mujeres de todo el mundo visitan esta tumba para pedirle a Raquel que las ayude a ser madres. Raquel sigue siendo a día de hoy un símbolo de maternidad para tres religiones diferentes, un nexo entre países enemigos y un símbolo de amor puro y maternal.
Imagen de portada: ‘Raquel oculta los ídolos’, fresco de Giovanni Battista Tiepolo. (Public Domain)
Autor: Natalia Klimczak
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
Referencias
Rachel's Tomb, disponible en: https://www.rachelstomb.org/
Sharing and Exclusion: the Case of Rachel's Tomb, Glenn Bowman, disponible en:
https://www.academia.edu/7845227/Sharing_and_Exclusion_the_Case_of_Rachels_Tomb
Rachel's Tomb, disponible en: https://www.keverrachel.com/timeline.asp?lang=en&id=2&PageId=46
The Two Palestinian Sites Of Al-Haram Al-Ibrahimi/Tomb Of The Patriarchs In Al-Khalil/Hebron And The Bilal Bin Rabah Mosque/Rachel’s Tomb In Bethlehem, disponible en:
https://unesdoc.unesco.org/images/0018/001873/187356e.pdf
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