Las plumas rojas eran más valiosas que el oro en el antiguo Hawai
Desde las monedas de oro del Imperio Romano hasta los tesoros de jade de la antigua China, cada cultura tiene su emblema de riqueza y estatus. Pero en los exuberantes paisajes del antiguo Hawaii, un elemento poco probable superó el atractivo de los metales brillantes: las radiantes plumas rojas de ciertas aves nativas.
Pájaros del mismo plumaje: la fuente del tesoro hawaiano
En las verdes selvas tropicales de Hawái, dos aves se convirtieron principalmente en las codiciadas fuentes de estas plumas rojas: el 'i'iwi (mielero escarlata) y el 'apapane. Estas aves, con su vivo plumaje rojo, desempeñaron un papel importante en la vida religiosa y ceremonial de los antiguos hawaianos.
Las plumas rojas, que simbolizan a los dioses y a los jefes de alto rango, estaban intrincadamente elaboradas en capas, cascos y otras insignias. Estos artículos, conocidos como "ʻahu ʻula" (capas emplumadas) y "mahiole" (cascos emplumados), no sólo eran visualmente impactantes: representaban el poder, la divinidad y la jerarquía de la sociedad hawaiana. Un solo 'ahu 'ula podría requerir plumas de miles de aves, lo que ilustra la enorme magnitud de este arte cultural.
Dado su significado espiritual y el laborioso proceso para obtener las plumas, estos artículos naturalmente se volvieron increíblemente valiosos y se consideraban más preciosos que el oro. En una sociedad donde el rango personal y el linaje se tenían en alta estima, poseer y usar una prenda de plumas era el epítome del prestigio. No era raro que se libraran batallas por estos tesoros emplumados y que los gobernantes los regalaran como muestra de buena voluntad.
Hombre vestido con capa de plumas hawaianas y yelmo, óleo sobre lienzo atribuido a Rembrandt Peale, c. 1805-1810, Museo Bernice P. Bishop (dominio público)
El brillo disminuido del oro
Cuando los exploradores europeos llegaron por primera vez a Hawái a finales del siglo XVIII, estaban confundidos por su moneda única. Para estos occidentales, el oro era la medida suprema de la riqueza. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que en Hawai, su oro no dominaba en comparación con el encanto de las plumas rojas.
De este choque cultural surgen historias intrigantes. Se dice que el capitán James Cook, el famoso explorador británico, presentó obsequios de oro y plata a los jefes hawaianos, sólo para descubrir que los isleños mostraban un interés cortés pero limitado por los metales. En cambio, fueron los artículos con plumas rojas los que dominaron los intercambios comerciales, y los exploradores europeos ofrecieron armas, herramientas y otros bienes para adquirir estas obras maestras emplumadas.
Hoy en día, si bien el oro sigue siendo un estándar mundial de riqueza, los tesoros de plumas rojas del antiguo Hawaii siguen siendo una parte invaluable del rico patrimonio de las islas.
Imagen de Portada: Plumas rojas. Fuente: Thewonderalice / Adobe Stock.
Autor Joanna Gillan
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