Quinotauro: La monstruosa criatura que engendró a la estirpe merovingia
Probablemente haya oído hablar del Minotauro (mitad hombre, mitad toro), ¿pero qué hay del Quinotauro? En la antigua historia de los francos se habla de una “bestia de Neptuno” que se asemejaría a una criatura llamada Quinotauro. Este misterioso mito aparece únicamente en un solo texto, pero cuenta la leyenda que el Quinotauro habría engendrado un linaje de reyes cuyos descendientes aún viven en nuestros días, apareciendo incluso en novelas como El código Da Vinci.
Merovec, fundador de la dinastía merovingia
Este mito nos habla de los francos, una tribu germánica cuyos descendientes finalmente emigraron a regiones de lo que hoy son Francia, Alemania y Bélgica, reinando en estos territorios. En su historia de los francos, el clérigo Fredegario atribuye la fundación de su dinastía dominante, los merovingios, a un sujeto llamado Merovec. Gregorio de Tours nos aporta la primera fuente en la que se menciona a Merovec. Este cronista no habla de Merovec como descendiente de un linaje monstruoso, sino como un hombre mortal que fundó una nueva dinastía real.
Merovec, mítico fundador del linaje merovingio (Public Domain)
¿Descendiente de Clodión?
Gregorio de Tours se extiende en las hazañas de los descendientes de Merovec, incluido su hijo Childerico, más que hablar de sus ilustres antepasados. Merovec podría estar emparentado con un rey anterior llamado Clodión, pero este punto no está confirmado. ¿Qué significa esto? Quizás Merovec no era de noble linaje, sino un hombre que había prosperado gracias a su propio esfuerzo; de cualquier modo, parece que los descendientes de Merovec tuvieron más importancia histórica que sus propios ancestros. Otras fuentes, como la obra anónima Liber Historiae Francorum (“Libro de la Historia de los Francos”), identifica explícitamente a Merovec como pariente de Clodión.
Pero el ya mencionado Fredegario sigue un camino diferente, afirmando que la esposa de Clodión dio a luz a Merovec, pero que el padre no era su marido; lo que habría ocurrido según el cronista es que la madre de Merovec fue a nadar y en el mar fue poseída por un monstruo misterioso, una “bestia de Neptuno que se asemeja a un Quinotauro.” Por lo tanto, Merovec fue hijo de un rey mortal o de una bestia mítica.
Un quinotauro, especie de monstruo marino, posee a la esposa del rey Clodión, que se queda embarazada de este modo del futuro rey Merovec. Ilustración de Andrea Farronato (Public Domain)
¿Quién o qué era el Quinotauro?
Aparte de la similitud etimológica que presenta con la palabra “Minotauro”, otra famosa bestia, Fredegario constituye la única referencia al Quinotauro de la historia, por lo que no disponemos de medios reales para comparar. Algunos estudiosos han sugerido que “Quinotauro” es simplemente una transcripción equivocada de “Minotauro”. Los toros no son un animal particularmente habitual en los mitos franco-germánicos, por lo que todo apuntaría a que esta criatura es de inspiración grecolatina. De hecho, incluso en esta época existía una larga tradición a la hora de considerar a los francos herederos del Mediterráneo clásico (y por lo tanto herederos legítimos de los romanos); tras la guerra de Troya, los troyanos y sus aliados habrían huido según la leyenda hasta llegar a orillas del Rhin, donde sus descendientes acabarían convirtiéndose en los francos.
El nombre quinotauro podría ser simplemente una transcripción errónea de minotauro (en la imagen) (Public Domain)
¿Por qué Fredegario sugirió que Merovec era hijo de una criatura marina mitológica?
Quizás Fredegario pretendía elevar a Merovec a la categoría de héroe. Era característica de muchos héroes mitológicos una ascendencia semi-mítica; pensemos por ejemplo en el rey griego Teseo de Atenas, quien aseguraba que tanto el dios del mar Poseidón como el rey mortal Egeo eran sus padres. En otras palabras, el hecho de tener por padre a un monstruo marino haría de Merovec —y de sus descendientes de carne y hueso, que vivieron y reinaron en tiempos de Gregorio de Tours y Fredegario— personajes en un plano diferente de aquél en el que se encontraban sus súbditos, quizás como semidioses o, al menos con un derecho divino al trono. Algunos historiadores han sugerido que los merovingios eran de hecho considerados “reyes sagrados”, de algún modo más que mortales, hombres sagrados en sí mismos. Unos reyes sin duda especiales, quizás invencibles en el campo de batalla. Los autores de El enigma sagrado plantean la posibilidad de que los merovingios fuesen descendientes de Jesús —cuyo linaje secreto habría emigrado desde Israel hasta Francia gracias a María Magdalena— y han sido grandes defensores de esta teoría. Otros expertos han sugerido que esta leyenda constituía un intento de analizar etimológicamente el nombre “Merovec”, asignándole el significado de “toro marino” o algo parecido.
Más que entender el Quinotauro como una justificación mitológica del carácter sagrado de los monarcas merovingios, hay quien piensa que la cuestión es mucho más sencilla. Si Merovec era hijo de Clodión y su esposa, entonces era alguien normal, en absoluto especial. Y si la reina, esposa de Clodión, hubiera tenido un hijo con un hombre que no fuese su esposo ni una criatura marina mitológica, entonces Merovec sería hijo ilegítimo. En lugar de especificar que una criatura mítica engendró a Merovec, quizás el cronista fuera deliberadamente ambiguo en lo tocante al linaje del rey —y por tanto también el de los ancestros de su hijo Childerico— porque, como escribió al respecto el investigador británico Ian Wood en un artículo sobre este tema, “no hubo nada de especial en el nacimiento de Childerico”.
Imagen de portada: Relieve en bronce plateado realizado en 1867 por Emmanuel Frémiet en el que se observa a Merovec victorioso en batalla. (CC by SA 3.0)
Artículo actualizado en Marzo 2023.
Autor: Carly Silver
Referencias
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