Se dice de ella que es la cueva que alberga las claves de los orígenes del hombre, y a día de hoy sigue produciendo más hallazgos sorprendentes. Fue aquí, en la Cueva de Denísova, donde en el año 2008 científicos siberianos descubrieron un fragmento del hueso de un dedo de la ‘mujer X’, una joven que se cree que vivió hace unos 41.000 años. Análisis posteriores demostraron que era diferente tanto a los Neandertales como a los humanos modernos.
En el año 2010, el análisis del molar superior de un adulto joven, descubierto en la cueva hacía diez años, revelaron que también pertenecía a un Denisovano. Como se informó anteriormente: ‘Los rastros presentes en el ‘estrato cultural’ de la Cueva de Denísova demuestran que estuvo habitada por humanos ya hace 282.000 años.’ La riqueza de los hallazgos prehistóricos de la cueva es la razón por la que científicos de todo el mundo están cooperando a fin de resolver sus enigmas.
La Cueva de Denisova se localiza en la sierra de Bashelaksky, al noroeste del Macizo de Altái, cerca de la frontera entre la actual Región de Altái y la República de Altái. Foto: The Siberian Times.
Recientemente, en un reportaje publicado en la edición digital de la revista Science se afirma que los análisis realizados sobre el hueso del dedo y los molares Denisovanos, así como de otros materiales procedentes de la cueva, demuestran que estas antiguas gentes tan poco conocidas ‘habitaron la cueva desde una época sorprendentemente antigua y volvieron repetidamente’.
La joven ‘vivió al menos hace 50.000 años y los otros dos individuos Denisovanos murieron en la cueva como mínimo hace 110.000 años, quizás hace tanto como 170.000 años.’
El informe menciona conversaciones científicas que tuvieron lugar en un encuentro de la Sociedad Europea para el Estudio de la Evolución Humana. En él se advierte acerca del amplio margen de error de las dataciones realizadas, aunque citando al paleoantropólogos Fred Spoor del University College de Londres, se reconoce que los descubrimientos aportan ‘pruebas realmente convincentes de múltiples ocupaciones de la cueva en diferentes épocas’, por lo que los Denísovanos deberían ser considerados una ‘especie válida’.
En el año 2010, los análisis de un molar superior perteneciente a un joven adulto y descubierto en la cueva diez años antes, revelaron que también había pertenecido a un Denisovano. Foto: Instituto Max Planck
Cuando los investigadores dataron por primera vez huesos de animales y utensilios prehistóricos en el estrato número 11 de la cueva, se calculó que su antigüedad era de entre 30.000 y 50.000 años. ‘De modo que los investigadores siberianos invitaron al geocronolólogo Tom Higham de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, para que datara de nuevo la secuencia,’ informó news.sciencemag.org.
Los sedimentos en los que se encontraba enterrado el hueso del dedo, en la capa más baja del estrato 11, se descubrieron justo en el límite de la datación por radiocarbono, y su antigüedad probablemente sea mayor de 48.000-50.000 años, según informó la arqueóloga Katerina Douka, de Oxford.
‘Los investigadores secuenciaron el ADN nuclear de tres molares hallados en el estrato 11 y del molar de un niño descubierto en el más profundo y antiguo estrato 22, según una charla ofrecida por la estudiante graduada Viviane Slon, que trabaja en el laboratorio del paleogenetista Svante Paabo en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.’ Analizaron con éxito ‘una significativa cantidad de ADN nuclear procedente de los tres dientes, que finalmente resultó ser Denisovano en los tres casos’.
La ‘mujer X’, la joven a quien pertenecía el fragmento de hueso del dedo meñique descubierto en el 2008, habitó la cueva unos 65.000 años después que los primeros Denisovanos, cuya presencia datarío de hace al menos 110.000 años, y posiblemente de antes’. Fotos: Vera Salnitskaya
Estos análisis demostraron que ‘los habitantes Denisovanos de esa cueva en concreto no estaban estrechamente emparentados. Había más variación genética entre ellos que en el conjunto de Neandertales secuenciados hasta ahora, aunque se sabe que los individuos Neanderthales eran muy similares genéticamente los unos a los otros’.
El equipo secuenció ‘todo el genoma del ADN mitocondrial (ADNmt) de los individuos estudiados, que fue insertado en un árbol genealógico. A continuación se tomó nota de las diferencias entre el ADNmt de los diferentes individuos y se utilizó la tasa de mutación habitual entre los humanos modernos para estimar cuánto tiempo podrían haber tardado en darse esas mutaciones. Llegaron finalmente a la conclusión de que la muchacha del dedo meñique debió habitar la cueva unos 65.000 años después que los primeros Denisovanos, cuya presencia dataría de hace al menos 110.000 años, y posiblemente de antes’.
Imagen de portada: Fue aquí en la Cueva de Denísova cuando en el año 2008 científicos siberianos descubrieron un fragmento del hueso de un dedo de la ‘mujer X’ una joven Denisovana. Foto: Instituto Max Planck.
Autor: The Siberian Times
Traducción: Rafa García
El artículo ‘New DNA tests on ancient Denisovan people 'shows them occupying Altai cave 170,000 years ago' fue publicado originalmente en The Siberian Times y ha sido republicado y traducido con permiso.