Hace quinientos años, en un remoto templo de Guatemala, se derramaba sangre de sacrificios durante ceremonias en las que se realizaban cortes utilizando puntas de flecha de obsidiana afiladas como cuchillas. Los arqueólogos afirman que este ritual se llevaba a cabo para alimentar con la “fuerza vital” de un ser humano a los dioses mayas.
Las puntas de flecha con restos de sangre humana descubiertas en un templo de Zacpetén, al norte de Guatemala, han revelado a los investigadores la antigua ceremonia de derramamiento de sangre. Se realizaban cortes a un individuo con una afilada punta de flecha de obsidiana negra, posiblemente en la lengua, lóbulos de las orejas o genitales, a fin de derramar su sangre y alimentar de este modo a los dioses infundiéndoles la “fuerza vital” presente en la sangre humana, informa LiveScience.
Los investigadores creen que aquellos elegidos para donar su sangre probablemente lo hicieran voluntariamente y sobrevivieran al ritual. Los mayas creían que la sangre que se derramaba era una ofrenda para los dioses. La co-autora del estudio publicado este mes en el Journal of Archaeological Science (Revista de Ciencias Arqueológicas), Prudence Rice, de la Universidad del Sur de Illinois afirma que, “El consenso general (entre los especialistas) es que el derramamiento de sangre ‘alimentaba’ a los dioses con la fuerza vital esencial presente en el ser humano.”
Friso de una máscara maya, c. 250 d. C. – 600 d. C. (CC BY-SA 3.0)
Las pruebas de esta ceremonia proceden del descubrimiento de 108 puntas de flecha en cinco diferentes yacimientos de la región guatemalteca de Petén. Estas armas han sido datadas entre los siglos XV y XVIII de nuestra era. El análisis de las puntas de flecha realizado por los científicos ha revelado que en 25 de las puntas había sangre de diversos animales. Se encontró sangre humana en dos de las puntas de flecha de obsidiana.
Afiladas puntas de flecha de vidrio volcánico (obsidiana) halladas en antiguos yacimientos de Guatemala. Se ha descubierto que dos de estas puntas de flecha presentan restos de sangre humana. Fotografía: Nathan Meissner
En las antiguas sociedades mesoamericanas, los rituales de perforación o derramamiento de sangre desempeñaban un papel esencial desde un punto de vista religioso y cultural. Utilizado como instrumento por las élites dominantes para legitimar su posición social o política, también eran vistos como una ayuda importante al bienestar de la comunidad.
Se cree que estas puntas de flecha ensangrentadas recién descubiertas fueron utilizadas también para cazar y defenderse, no solo con fines rituales.
El autor principal del estudio, Nathan Meissner, investigador del Centro para Investigaciones Arqueológicas de la Universidad del Sur de Illinois, dijo de los rituales: “Sabemos que los Mayas también llevaban a cabo derramamientos de sangre como parte de las ceremonias de nacimiento o mayoría de edad. Esta práctica servía para dotar de alma a las futuras generaciones y conectar su fuerza vital con la de los antepasados.”
“Cuchara” de jadeíta de estilo olmeca que probablemente fuera utilizada para practicar perforaciones en rituales de derramamiento de sangre. 1500 a. C. – 300 a. C. (CC BY-SA 3.0)
Tras cortar o perforar una parte blanda del cuerpo, la sangre derramada era recogida y quemada, en un ritual que simbolizaba que la sangre del sacrificio ascendía hasta los dioses a través del humo que se elevaba por su combustión. El derramamiento de sangre era algo omnipresente en la vida de los antiguos mayas. Se celebraban ceremonias de este tipo en todo acontecimiento importante, bodas, nacimientos, enterramientos o incluso consagración de edificios.
Además de las puntas de flecha de obsidiana, se utilizaban otros instrumentos ceremoniales para llevar a cabo el derramamiento de sangre, como puntas de jade, cuchillas, aguijones de rayas, espinas o dientes de tiburón. En lo que probablemente se tratara de una práctica dolorosa, en ocasiones se atravesaban las perforaciones de la lengua o de los lóbulos de las orejas con una cuerda en la que había incrustadas, a modo de cuchillas, esquirlas de obsidiana.
Relieve maya de Yaxchilán en el que la Señora Xoc, miembro de la realeza, lleva a cabo un ritual de derramamiento de sangre pasando una cuerda con cristales de obsidiana incrustados a través de su lengua. (Public Domain)
Otras ceremonias de derramamiento de sangre en las que las perforaciones se realizaban en el pene (con la intención de aumentar la fertilidad) llevaron a los europeos a pensar equivocadamente que los antiguos mesoamericanos practicaban la circuncisión ritual.
Hueso humano grabado utilizado para sostener un aguijón de raya en ceremonias de derramamiento de sangre. Museo de Nim Li Punit, Belice. (Flickr/CC BY-SA 2.0)
LiveScience informa de que un procedimiento denominado contrainmunoelectroforesis (CIEF) ha ayudado a identificar las diferentes especies animales a las que pertenecían los restos de sangre. Entre ellas había grandes felinos, una amplia variedad de animales terrestres, como roedores y conejos, y también aves.
Meissner explicó a LiveScience que las proteínas de la sangre se van descomponiendo con el paso de los siglos, y que este proceso dificulta una precisa identificación, así que aunque los científicos pueden afirmar por ejemplo que cierta muestra de sangre perteneció a algún roedor, a menudo no pueden determinar con exactitud qué tipo de roedores fueron sacrificados.
De las dos puntas de flecha cubiertas de sangre humana, una se encontró en una vieja casa cercana a una muralla en Zacpetén. Su punta estaba dañada como si hubiera sufrido algún impacto, lo que sugiere que la flecha fue disparada contra alguien, aunque las circunstancias que la llevaron hasta la casa se desconocen.
Según consta en el resumen de este estudio, estos hallazgos constituyen la primera identificación de sangre humana llevada a cabo en armas de proyectiles de la antigua Mesoamérica.
Imagen de portada: Antigua punta de flecha Maya de obsidiana (Fotografía: Nathan Meissner), y Señora Xoc, miembro de la realeza maya de Yaxchilán, pasando una cuerda con cuchillas incrustadas a través de su lengua en un ritual de derramamiento de sangre (Public Domain)
Autor: Liz Leafloor
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.