No ocurre todos los días que un equipo de investigadores y buceadores tropiece con los restos del naufragio de un navío de carga español del siglo XVII. El Encarnación formaba parte de la Flota de Indias que unía España y el Nuevo Mundo recorriendo algunas de las numerosas rutas comerciales que impulsaron la economía española en aquella época de riqueza y abundancia. Construido en Veracruz, México, para el Imperio Español, el Encarnación fue destinado a la flota de Tierra Firme, que hacía el trayecto entre España y el norte del continente sudamericano. A finales del 1681, la nave se vio envuelta en una terrible tormenta ante las costas de Panamá, cerca de la desembocadura del río Chagres. De forma trágica el barco se hundió para siempre a una profundidad de poco más de 10 metros. Y allí descansó durante más de tres siglos hasta su reciente redescubrimiento.
National Geographic informa de que los restos del naufragio del Encarnación fueron descubiertos por primera vez en el año 2011, aunque hasta ahora no había sido posible identificar a qué navío pertenecían para poder así averiguar cuáles fueron su puerto de origen, ruta y cargamento. El estado de conservación de la nave es sorprendentemente bueno; la mitad inferior del casco del Encarnación está intacta, habiéndose encontrado en su interior cajas de madera conteniendo mercancías. La embarcación servía a un doble propósito: transportaba bienes de Sudamérica a Europa y regresaba a América cargada de productos europeos que se iban vendiendo a lo largo de su ruta.
La Nao Victoria, réplica moderna de una carraca española del siglo XVI. Foto: (staugustine.com)
En aquel funesto día de noviembre de 1681, la flota de Tierra Firme zarpó de Cartagena de Indias (en la actual Colombia) y puso proa hacia su destino en Porto Bello, Panamá. No muy lejos de su puerto de origen, poco después de haberse iniciado la travesía, se encontraron con un huracán. La visibilidad empeoró hasta tal punto que la flota perdió el rumbo por completo y navegó en dirección a las Islas Naranjo . Por desgracia, para cuando el barco que iba en cabeza se dio cuenta del error, ya se encontraban navegando entre peligrosos arrecifes.
Era la noche del 29 de noviembre cuando la tragedia comenzó a desencadenarse. Pese a los persistentes vientos huracanados, gran parte de los navíos consiguieron echar el ancla para así quedar a salvo de un posible desastre. Pero no todos tuvieron tanta suerte. Durante la tormenta, el Boticaria embarrancó en los arrecifes. Con vías de agua en el casco, acabó yéndose a pique tras tres días de esforzada lucha por parte de sus tripulantes. El destino del Boticaria se vería más tarde como afortunado en cierto modo en comparación con el de su nave hermana, el Nuestra Señora de la Soledad. Ésta se hizo pedazos tras un choque frontal contra las rocas, en el que murieron su propietario y gran parte de la tripulación.
Aunque desconocemos la fecha exacta del hundimiento del Encarnación, parece probable que ocurriera el 3 de diciembre, cuando la desgracia se cebó de nuevo con la flotilla al aproximarse a la desembocadura del río Chagres, en un lugar conocido como Punta de Brujas. En las crónicas de la época se reseña que el mar embravecido engulló otros dos barcos en este punto, el Chaperon y el Tartana. Ahora se cree que el Encarnación también se hundió con ellos.
Los restos del Encarnación fueron descubiertos por un equipo de investigadores que participaban en la búsqueda de los restos de la flota de cinco naves del capitán Henry Morgan, que naufragó cuando se dirigían a ciudad de Panamá para saquearla, en 1670. El equipo, perteneciente al Meadows Centre for Water and Environment de la Universidad del Estado de Texas, realizó este sorprendente hallazgo al obtener una lectura anómala en su detector de metales que apuntaba claramente a la presencia de restos de naufragio bajo aquellas aguas.
Impresionante fotografía del Encarnación tomada por Jonathan King cerca de la costa panameña. National Geographic Creative (news.nationalgeographic.com)
“Estos barcos eran la espina dorsal de la Flota de las colonias españolas”, declaró el arqueólogo Fritz Hanselmann a National Geographic. “Es bastante posible que, sin ellos, la economía española jamás hubiera llegado a ser lo que fue. Estos navíos de carga posibilitaron a la Corte mantenerse en pie durante una época de fiera colonización y ansias de poder y riquezas”
Carlos II, rey de España en la época del Encarnación. Retrato de Juan Carreño de Miranda, 1685. (Wikimedia Commons)
Hanselmann también comentó que además de encontrarse en muy buen estado, el barco contiene gran número de mercancías y utensilios como barriles y cajas de madera, espadas, tijeras, herraduras, clavos, objetos de cerámica, etc. El casco está cubierto por una capa de un material llamado Granel. Esta sustancia actuaba como lastre permanente y se empleaba antiguamente en la construcción de barcos para mantenerlos en condiciones óptimas durante la navegación. Parece ser que también ha ayudado a conservar sus restos en buen estado.
“Además de lo que podemos aprender de todos los objetos descubiertos, el casco también nos servirá para recopilar información sobre cómo se ponían en práctica las técnicas de construcción de barcos del Viejo Mundo utilizando los materiales del Nuevo Mundo”, afirmó la arqueóloga del proyecto Melanie Damour.
Mapa del Centro de Estudios y Acción Social Panameño (CEASPA). ( panamahistorybits.com)
Los restos del Encarnación han permitido finalmente a los historiadores aclarar algunas lagunas existentes en relación con los barcos españoles que recorrían las rutas del Nuevo Mundo en el siglo XVII. Durante una época de alta capitalización en Europa, estos navíos ayudaban a que la economía siguiera adelante. España siempre buscó expandir su reino y conquistar nuevos territorios, y al hacerlo e incrementarse la demanda de mercancías con las que comerciar sus barcos se vieron obligados a recorrer rutas más largas y peligrosas que conllevaban un mayor riesgo de ser atacados por piratas o naufragar.
El Encarnación ha yacido en silencio durante largo tiempo junto a la costa panameña, y quizá no sepamos jamás la verdad sobre lo que realmente ocurrió en sus últimas horas, a no ser que el cargamento contenido en su casco nos cuente su historia. Sólo podemos asegurar que debieron de ser momentos terribles para su tripulación y pasajeros, si los hubo, aquellos en los que se dieron cuenta de que todo estaba perdido.
Imagen de portada: Buceador examina las cajas de madera de los restos del barco español naufragado en el siglo XVII recién descubierto en la costa panameña en mayo del 2015. Foto de Jonathan Kingston. National Geographic Creative (news.nationalgeographic.com)
Autor: Lilith Bright
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
Fuentes
Lee, J.J., 2015. Rare Spanish Shipwreck from 17th Century Uncovered off Panama [Online] Disponible en: https://news.nationalgeographic.com/2015/05/150512-shipwreck-panama-spain-merchant-ship-encarnacion-ocean-archaeology/
Sedwick Coins, 2011. [Online] Disponible en: https://www.sedwickcoins.com/treasureauction10/shipwreckhoards1.htm
Unexplained Mysteries.2015. 17th Century Shipwreck found near Panama [Online] Disponible en: https://www.unexplained-mysteries.com/news/281476/17th-century-shipwreck-found-near-panama
The History Blog. 2015 [Online] Disponible en: https://www.thehistoryblog.com/archives/36547
Archaeology.org.2015. Spanish Colonial-Era Ship Identified Near Panama [Online] Disponible en: https://www.archaeology.org/news/3284-150513-panama-colonial-shipwreck
KVUE.2015. [Online] Disponible en: https://www.kvue.com/story/news/local/hays-county/2015/05/12/san-marcos-researchers-identify-sunken-spanish-shipwreck/27188163/