Iberos o íberos son los dos gentilicios con que diversos historiadores y autores griegos clásicos, como Herodoto o Estrabón, se referían a las gentes que habitaban el Este y el Sur de la península ibérica para distinguirlos del resto de culturas del interior peninsular.
A pesar de que los distintos pueblos íberos compartían ciertas características comunes, no formaban un grupo étnico homogéneo, ya que divergían en muchos aspectos. A día de hoy seguimos desconociendo su origen, aunque una hipótesis sugiere que se asentaron en la península Ibérica en el Neolítico. Otros estudiosos defienden que podrían tener un origen norteafricano, y también hay quien afirma que formaban parte de los habitantes originales de Europa occidental, descendiendo de los creadores de la gran cultura megalítica que dominaba toda la región. Lo que sí sabemos a través de distintas dataciones es que su aparición tuvo lugar en torno a los siglos VI a. C. y I a. C.
La península ibérica en torno al año 300 a. C. En color naranja los territorios de los pueblos íberos. (Alcides Pinto/CC BY-SA 4.0)
Estos poblados se localizaban casi siempre en zonas privilegiadas: en la cima de cerros o pequeños montes desde donde dominaban las tierras y las vías de comunicación circundantes. En ellos existían espacios comunes y públicos como plazas, templos, cisternas o silos y otros especializados, como hornos de pan o de cerámica. Uno de los más importantes fue el de Ullastret, una auténtica ciudad que sirvió de capital a la tribu íbera de los Indiketas o Indigetes.
Ullastret vivió su máximo esplendor hacia los siglos IV-III a. C., cuando su población superaba las 6.000 personas. Templos, calles, casas nobles y unas imponentes murallas la convirtieron en una gran capital, con un importante papel comercial. Siglos más tarde, con la llegada de los romanos, se inició un proceso de transformación del sistema de ocupación y explotación económica del territorio que provocó el abandono forzoso del lugar a inicios del siglo II a. C. Ahora, según informaciones publicadas por National Geographic, se ha conseguido reconstruirlo digitalmente, tal y como era hace más de dos milenios.
Durante su máximo apogeo Ullastret contaba con una población de unos 6.000 habitantes. En la imagen se pueden observar algunos de sus restos arqueológicos, entre los que destacan silos y columnas. (Vàngelis Villar/CC BY-SA 4.0)
La impresionante reconstrucción digital se ha conseguido por medio de la tecnología Unreal Engine 4: “Un motor de creación de videojuegos que destaca por su gran potencial en la creación de entornos paisajísticos y por la calidad gráfica fotorrealista que proporciona a sus imágenes”, se explica en un comunicado desde el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña y la Obra Social ‘la Caixa’, organismos impulsores del proyecto.
Por ahora sólo se ha presentado un video, pero está previsto que en un futuro próximo sea posible recorrer la antigua ciudad íbera con unas gafas avanzadas de realidad virtual, construyéndose y habilitando una sala de proyección multipantalla para grupos reducidos, que podrán disfrutar de este modo de una fascinante experiencia audiovisual.
Según informa la propia Generalitat de Cataluña, para llevar a cabo la reconstrucción virtual se escogió una época concreta, c. 250 a. C., porque es el período histórico del que se dispone de más información. El equipo del proyecto, formado por arqueólogos y especialistas en modelado 3D, recogió todos los datos arqueológicos disponibles y comenzó trabajando en el paisaje que rodeaba a Ullastret por aquel entonces. Asimismo, la información arqueológica también ha permitido suponer la altura de las casas, los sistemas constructivos, las cubiertas, los objetos y todo lo que hace referencia a su utilización.
El proyecto Ullastret 3D se ha caracterizado tanto por el rigor científico en su aspecto arqueólogico como por el máximo realismo en su presentación visual. Para su realización se han utilizado fotografías de materiales reales (tierras, muros, piedras, murallas, etc.), y tanto las calles como los interiores se han enriquecido con objetos procedentes del fondo arqueológico expuesto en el museo monográfico del yacimiento, como ánforas, escudos o espadas. Otros objetos como carros o barcas se modelaron a partir de ejemplos conocidos.
Para la reconstrucción de la ciudad se han utilizado fotografías de materiales reales recuperados en los yacimientos arqueológicos de Ullastret. (Fotografía: Patrimonio/Generalitat de Cataluña)
Imagen de portada: Reconstrucción digital de una de las calles de la antigua ciudad íbera de Ullastret. (Fotografía: Patrimonio/Generalitat de Cataluña)
Autor: Mariló T. A.