Muchos miles de personas sufrían violentas muertes en los combates de gladiadores del Coliseo y otros circos del antiguo Imperio Romano. Innumerables animales mataban y morían en los sangrientos juegos, lanzados a la arena por medio de un avanzado sistema de túneles, jaulas, ascensores y trampillas. Ahora los arqueólogos han reconstruido esta compleja maquinaria del Coliseo de Roma, recuperando los ingeniosos mecanismos utilizados en los cruentos juegos del Imperio Romano.
La matanza de bestias inocentes, entre las que se contaban leones, tigres, jirafas, toros, elefantes, hipopótamos, osos, lobos y jaguares, fue tan brutal que las poblaciones de algunos animales cayeron en picado en algunas regiones. Los expertos han estimado que hasta 1 millón de grandes carnívoros y otras bestias murieron en los juegos Romanos en diversos estadios a lo largo de los años.
El increíble sistema inventado por los romanos para llevar a los animales hasta la arena del estadio fue reconstruido por un programa del U.S. Public Broadcasting System (Sistema Público de Radiodifusión de los Estados Unidos) titulado Coliseo: Trampa Mortal Romana. El ascensor está hecho de madera y tiene una altura de 7 metros (23 pies). Puede cargar con una bestia que pese hasta 300 Kg (660 libras). Elefantes, hipopótamos y otros animales de mayor tamaño eran conducidos a la arena por otro acceso.
Ascensor reconstruido que antaño se empleaba para llevar a los animales salvajes hasta la arena del Coliseo. Fotograma de: ‘Coliseo: Trampa Mortal Romana – Liberando al Lobo’.
Plataforma reconstruida que muestra como se conducía a los animales salvajes antiguamente hasta la arena del Coliseo. Fotograma de: ‘Coliseo: Trampa Mortal Romana – Liberando al Lobo’.
A fin de estrenar el ascensor en la semana del 5 de junio del 2015, el equipo lo utilizó para soltar a un lobo en la arena del estadio. Se necesitaron ocho personas para girar la manivela del cabrestante y poder izar así al animal. En la antigua Roma, se hubieran empleado esclavos para realizar este trabajo.
“Era la primera vez en 1.500 años que un animal salvaje se soltaba en el Coliseo,” declaró el director del documental de la PBS (Public Broadcasting System), Gary Glassman. “Me hubiera encantado intentarlo con un león, pero obviamente se descartó por razones de seguridad. Al final elegimos un lobo porque es el símbolo de Roma. Una de las razones por las que nos atrae el Coliseo es la increíble violencia de la que fue testigo,” dijo el director, a plena luz del sol mientras el dispositivo se abría. La pregunta que se plantea es, ¿cómo podía una cultura tan avanzada organizar espectáculos tan sangrientos? El Coliseo es una instantánea de otro tiempo en piedra, la encarnación física de la cultura de Roma.”
Había 28 ascensores antiguamente en el estadio. Animales hambrientos y aterrorizados saltaban a la arena y se enfrentaban con víctimas desarmadas, gladiadores o ambos. Si los animales evitaban la lucha, se les acosaba por parte de hombres llamados bestiari.
El número de ascensores aquí era mayor que en cualquier otro anfiteatro romano y las fuentes romanas hablan de hasta 100 leones juntos en un mismo espectáculo,” explicó Rossella Rea, directora del Coliseo a International Business Times.
Los arqueólogos reconstruyeron el ascensor a partir de antiguos textos y pistas presentes en el propio Coliseo. Estudiaron piezas de bronce, marcas de cuerdas aún visibles en la piedra y huecos para postes de madera para ver cómo lo habían construido los antiguos romanos.
El Coliseo de Roma dispuso en su época de 28 ascensores para conducir a los animales hasta la arena. Fuente: BigStockPhoto
El Coliseo, el mayor anfiteatro del Imperio Romano, mide 620 por 513 pies (190 por 155 metros). Era un estructura independiente construida de piedra y cemento. Todos los demás anfiteatros romanos se construyeron al abrigo de paredes de roca o montañas sobre las que se apoyaban. El emperador Vespasiano ordenó que se construyera sobre el antiguo emplazamiento del palacio de Nerón incendiado entre el 70 y el 72 d. C. Su hijo, el emperador Tito, estaba en el poder cuando finalizó la construcción del Coliseo en el año 80 d. C.
Tito declaró inaugurado el Coliseo con 100 días de juegos, banquetes, ejecuciones públicas y batallas navales (para las que se inundaba la arena temporalmente).
La mañana de su apertura, la multitud pudo ver a más de 10.000 animales, incluidos lobos, cocodrilos, jirafas e hipopótamos. Se les hizo desfilar ante el público, y algunos de ellos estaban vestidos como personajes famosos de la época.
El Coliseo de Roma. Fuente: BigStockPhoto
Las luchas de gladiadores comenzaban por la tarde. Los combates se iniciaban de manera semi-fingida y no cruenta, al igual que ocurre en la lucha libre moderna en ocasiones, utilizando espadas poco afiladas o espadas de entrenamiento, de madera. Pero muy pronto los duelos se volvían brutales, y los luchadores a menudo sufrían terribles heridas. En ocasiones, los patrocinadores pagaban algo más para que la lucha fuese a muerte. La multitud bebía vino rebajado con agua y comía algún bocado durante los juegos. La carnicería era a menudo tan espantosa que los prisioneros se mataban entre ellos antes de que les tocara luchar. Algunas especies de animales fueron casi exterminadas mientras duraron estos espectáculos.
Imagen de portada: Salvajes fieras saltan a la arena del Coliseo desde una trampilla. ‘Los Mártires Cristianos: Última Oración', obra de Jean-Léon Gérôme, 1883. (Wikimedia Commons).
Autor: Mark Miller
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.