Los Neandertales desaparecieron del continente europeo hace alrededor de 40.000 años, después de haber habitado Europa durante, al menos, 300.000 años. Los motivos por los que esta otra especie humana inteligente desapareció aún son un misterio para los expertos e investigadores.
Algunos científicos defienden que su extinción se debió a profundos cambios climáticos. Otros abogan por luchas por el dominio del territorio y la endogamia. Sin embargo, una parte importante de investigadores opina que se produjo por la presión y el acoso a que fueron sometidos por los “recién llegados” Homo sapiens, con quienes coincidieron en espacio y tiempo durante bastantes generaciones. Ahora, según informaciones publicadas por el diario español ABC, un sencillo modelo informático ha concluido que los Neandertales pudieron extinguirse al devorarse unos a otros, ante la escasez de recursos y la presión del Homo sapiens.
Neandertales y Homo sapiens coincidieron en el tiempo y el espacio durante bastantes generaciones. En la imagen, comparativa entre un esqueleto de Homo sapiens (izquierda) y otro de Neandertal (derecha). Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, Estados Unidos. (Marcus Nunes/Flickr)
Jordi Agustí, investigador perteneciente al Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona, España, y Xavier Rubio-Campillo, miembro del Centro de Supercomputación de Barcelona, son los autores del nuevo estudio cuyos resultados se han publicado en la revista Quaternary International.
Para el estudio en cuestión se ha utilizado un modelo informático muy sencillo basado en el canibalismo «alimentario» de los neandertales:
“Se trata de un modelo informático con parámetros muy sencillos, aplicable no solo a los neandertales sino a cualquier otra especie caníbal cuando se enfrenta a otra que no lo es”, explica Jordi Agustí en declaraciones publicadas por el diario español El País.
Mujer caníbal, escultura en marfil de Leonhard Kern (c. 1650). Museo de Historia de Württemberg, Alemania. (Public Domain)
Desde hace tiempo, la comunidad científica internacional es conocedora del comportamiento caníbal de los neandertales. Un comportamiento derivado de la necesidad y que, según hallazgos y restos aparecidos en diferentes yacimientos de la geografía española, francesa y croata, constituía una práctica extendida entre esta especie de homínidos.
«Cuando hay recursos limitados, el canibalismo es una ventaja para la supervivencia, una buena estrategia, lo que explica los muchos casos que se han registrado no solo entre los neandertales, sino también en otras especies humanas, incluso mucho antes, como el Homo antecessor de Atapuerca», continúa explicando Agustí.
Sin embargo, cuando aparece una segunda especie que no practica el canibalismo y que compite por los mismos recursos, como sucedió con la aparición del Homo sapiens u hombre moderno, la situación varía, puesto que los caníbales van menguando y además se ven desplazados por los nuevos invasores.
Hace más de 800.000 años ya se practicaba el canibalismo. En la imagen, reproducción de hembra de Homo antecessor llevando a cabo prácticas caníbales. (Jose Luis Martinez Alvarez/CC BY-SA 2.0)
«Esto nos permite explicar la extinción de los neandertales sin acudir a hipótesis más complicadas. En Ciencia, si hay una explicación sencilla que aclara un fenómeno, no es necesario acudir a otra más complicada. Es lo que se llama la navaja de Ockham», añade el experto.
La investigación se ha llevado a cabo con el supercomputador «Mare Nostrum» de Barcelona, España, que operó a pleno rendimiento durante semanas. Los científicos desean ahora crear un modelo más complejo para, de este modo, poder realizar nuevas simulaciones que tengan en cuenta otros factores de las condiciones en las que vivían los neandertales.
Pese al canibalismo neandertal, «seguimos siendo la causa de la extinción de los neandertales. Según este modelo, si nosotros no hubiéramos entrado, ellos habrían seguido poblando Europa exitosamente», apostilló Jordi Agustí.
Imagen de portada: Detalle de un modelo de Homo neanderthalensis. Museo Nacional de Historia Natural de Washington. (Fotografía: Ryan Somma/Flickr)
Autor: Mariló T. A.