Objetos procedentes de la ciudad egipcia de Thonis-Heracleion, considerada en el pasado poco más que una leyenda, serán presentados al público en una exposición en París, el próximo mes de Septiembre. Estos tesoros incluyen una magnífica escultura de un faraón y una representación del dios Osiris con los ojos de oro. Estos son solo dos de los objetos descubiertos bajo las aguas en las ruinas sumergidas de Thonis-Heracleion y Canopo, dos ciudades que desaparecieron en el siglo VIII tras ser arrasadas por las olas gigantes provocadas por un terremoto. Se cree que la causa principal de este desastre fue la licuefacción de los sedimentos sobre los que se asentaban las ciudades, que hizo que se hundieran más de 3 metros.
Estas ciudades están localizadas bajo el mar en la bahía de Abukir, cerca de Alejandría, y han sido objeto de excavaciones recientemente por parte del arqueólogo marino francés Franck Goddio, fundador y director del Instituto Europeo para la Arqueología Submarina de París. Los restos de las ciudades cubren una superficie de hasta 110 kilómetros cuadrados sobre el lecho marino y fueron descubiertos inicialmente por Goddio en el año 2000. En aquel momento, el hallazgo fue considerado uno de los más grandes descubrimientos arqueológicos de la era moderna, llegándose a identificar estatuas colosales y descubriéndose antiguas monedas y joyas, objetos que indicaban un nivel considerable de opulencia en el momento de máximo esplendor de la historia de esta civilización.
Monedas Ptolemaicas descubiertas en el yacimiento sumergido de Thonis-Heracleion, cerca de Alejandría, Egipto (Wikimedia Commons)
Thonis-Heracleion, suma de los nombres griego y egipcio de la ciudad, fue antaño increíblemente próspera.
La ciudad fue fundada en el siglo VIII a. C. y consistía en un entramado de canales con un puerto que servía de importante puerta de acceso al Antiguo Egipto. También se convirtió en la ciudad más importante del Mediterráneo en términos de comercio internacional. El equipo de Goddio descubrió más de 700 anclas y 60 barcos hundidos datados entre el sexto y el segundo siglo a. C.
“Se expondrán muchos hallazgos importantes nunca vistos hasta ahora, ni siquiera en Egipto, ya que fueron descubiertos recientemente en el curso de nuestras misiones submarinas”, declaró Goddio a The Guardian.
Descubrimiento de una estatua durante una misión submarina, Alejandría, Egipto (IMGUR)
El Dr. Daimian Robinson, Director del Centro para la Arqueología Marítima de Oxford, vinculado a la Universidad de Oxford, añadió que dentro del área sumergida hay probablemente dos, es posible que hasta tres ciudades antiguas, de las cuales solamente un 2% como mucho se ha investigado hasta ahora. El esfuerzo principal se ha centrado en estudiar el yacimiento para determinar su topografía, acompañando este estudio de unas pocas excavaciones exploratorias para aclarar cuestiones concretas de la investigación.
Antes de su descubrimiento, la memoria de la ciudad solo se había conservado a través de textos antiguos, como los del historiador griego Herodoto, que mencionaba que la ciudad albergaba un gran templo que había sido visitado por Helena de Troya y su amante, Paris. La ciudad cercana de Canopo solo aparece en unos pocos escritos antiguos, en especial los del poeta del siglo II a. C. Nicandro, que escribió que el timonel de Menelao, Canopo, fue mordido por una víbora en este lugar. Diodoro y Estrabón también mencionaron estas ciudades en sus escritos.
El Amor de Helena y Paris, Jacques-Louis David (1788) (Wikimedia Commons)
Estas ciudades fueron también famosas por sus santuarios, consagrados a Osiris y otras deidades egipcias y conocidos por sus milagrosos poderes curativos. El Templo de Khonsu, hijo del dios Amón, se encontraba también en Heracleion. Los hallazgos realizados en estos lugares hasta ahora concuerdan con textos e inscripciones, como el Decreto de Canopo, conservado en una estela del 238 a. C. que describe donaciones, sacrificios y una procesión de barcos.
Goddio explicó que estos hallazgos únicos “desconocidos hasta ahora y no representados en ningún museo,” como las barcazas para ceremonias rituales, han sido también descubiertos en el lugar junto con una talla de la cabeza de un sacerdote realizada en granito negro y una pieza cerámica que representa a Bes, el dios que protegía a las personas y los hogares contra los malos espíritus.
Cabeza de granito negro de un sacerdote descubierta en las ruinas sumergidas de Thonis-Heracleion, cerca de Alejandría, en Egipto (Cristoph Gerigk)
Todos estos descubrimientos se presentarán al público en una exposición en el Instituto del Mundo Árabe de París, entre el 8 de Septiembre de este año y el 31 de Enero del año que viene, titulada Osiris, Misterios Sumergidos de Egipto. Incluirá más de 290 objetos de todo tipo junto con material audiovisual relacionado con el entorno submarino del yacimiento. Otros objetos serán cedidos temporalmente a la exposición por museos de El Cairo y Alejandría.
Imagen de Portada: Lámpara de aceite descubierta en las ruinas sumergidas de Thonis-Heracleion, Alejandría, Egipto. (Cristoph Gerigk)
Autor: Robin Whitlock
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.