El Imperio inca del Perú actual dominaba la cordillera sudamericana de los Andes con una amplia red de carreteras, cultivos y templos, antes de la conquista española del siglo XVI.
Un equipo de arqueólogos ha descubierto en el yacimiento arqueológico peruano de Túcume “extensos enterramientos incas” dentro de una estructura conocida como la Pirámide de las Abejas (Huaca Las Abejas), en un valle desértico de la costa del Pacífico situado a 400 millas de Lima, el centro del imperio andino de los incas. Reuters detalla el descubrimiento de “dos docenas de tumbas similares a cuevas con restos humanos y cerámica.”
Jose Manuel Escudero, director del equipo arqueológico que está trabajando en la pirámide, señalaba que “Hay una reutilización del espacio,” añadiendo a continuación que “Parece que todas las culturas descubrieron sencillamente que era conveniente utilizar este sitio para gobernar.” Detallando sus hallazgos, Escudero comunicaba a los periodistas el descubrimiento de cuerpos de hombres que “portaban conchas de spondylus con púas,” consideradas objetos rituales importantes por diversas culturas precolombinas de Perú.
Enterramientos de la élite
Un artículo del New York Times detalla el descubrimiento de un cuerpo en particular que fue hallado “yaciendo sobre piezas cerámicas y cuidadosamente envuelto”, y del que Escudero dijo que “Estaba envuelto en más de 4 mortajas, una de las cuales era acolchada”, añadiendo a continuación que “no se entierra a una persona normal de esta forma,” dando a entender que este individuo probablemente perteneciera a la élite de aquella sociedad.
Arqueólogos hallan 24 fardos funerarios incas de más de 500 años de antigüedad en zona arqueológica de #Túcume, al norte de #Perú || @MinCulturaPe ► https://t.co/aJt0Zj3xsS pic.twitter.com/w26CkeW8GS
— BizRepublic.com (@BizRepublicNews) 7 de julio de 2018
Este descubrimiento establece aún más la importancia que daban aquellos pueblos a apaciguar a los dioses adhiriéndose a ritos funerarios cuidadosamente elaborados, algo que era muy importante para todas las culturas andinas precolombinas. Al vivir en entornos duros e impredecibles a merced de los elementos, demasiado a menudo eran víctimas de inundaciones, sequías y condiciones meteorológicas extremas que estas culturas asociaban con los dioses, por lo que hacían todo lo que estaba en su mano por intentar ganarse su favor – y esto incluía incluso sacrificar a sus hijos y animales.
Esta brutal e impactante práctica quedó ilustrada muy claramente en el año 2011, cuando un equipo de arqueólogos descubrió en el norte del Perú uno de los mayores yacimientos del mundo con restos de niños sacrificados. Conocido como Las Llamas, se encontraron en el lugar los restos de “200 llamas y 140 niños de entre cinco y catorce años que se descubrió que habían sido sacrificados ritualmente hace unos 550 años,” según podemos leer en un artículo publicado en The Guardian.
Excavación de los restos de uno de los niños sacrificados. (La República)
Gabriel Prieto, profesor de arqueología en la Universidad Nacional de Trujillo (Perú), dirigió las excavaciones junto con John Verano, de la Universidad Tulane, y explicaba a los reporteros que “Este lugar de enterramiento fue al parecer construido por el Imperio chimú. Se cree que los niños fueron sacrificados al devastar la costa peruana las inundaciones provocadas por el fenómeno meteorológico de El Niño.”
“Posiblemente estuvieran ofreciendo a los dioses lo más importante que tenían como sociedad, y lo más importante son los niños, porque representan el futuro,” observaba Prieto, añadiendo a continuación que “Los niños fueron enterrados de cara al mar, mientras que las llamas fueron enterradas mirando a las montañas de los Andes, situadas al este.”
Con respecto a la pirámide real, nos equivocaríamos si suponemos que las pirámides eran monumentos funerarios como diagnóstico. Un equipo de arqueólogos descubrió en el año 2010 una pirámide de cima plana con 1.400 años de antigüedad que fue construida por la cultura Moche. Mientras que la mayoría de las pirámides eran utilizadas para los muertos, ésta era para los vivos.
La pirámide fue descubierta en Huaca Colorada, y el director de las excavaciones, profesor Edward Swenson, de la Universidad de Toronto, comentaba para los reporteros de The Independent que “Nuestra mayor sorpresa fue que en la cima de esta construcción piramidal encontramos residencias de la élite”. Es muy poco habitual encontrar pirámides utilizadas de esta manera, ya que sabemos que el pueblo moche empleaba las pirámides para realizar enterramientos y actividades rituales, más que para la vida cotidiana de miembros de la élite.
El complejo habitacional piramidal albergaba a unas 25 personas, y contaba con “patios, una cocina y estantes para ‘paicas’ – recipientes de gran tamaño para almacenar agua y cerveza de maíz.” Aunque se trataba de un complejo habitacional, “se encontraron los esqueletos de tres chicas adolescentes y partes del cuerpo pertenecientes a otros cuatro individuos en una plataforma situada en la cima de la pirámide.” Las muchachas sacrificadas fueron “enterradas con abalorios en torno a su cuello, y sus pies estaban muy juntos,” sugiriendo que habían sido atadas. La carbonización de las rodillas de las jóvenes indicaba que sus cuerpos fueron sometidos a una “quema ritual.”
Los nuevos enterramientos hallados en el interior de la Pirámide de las Abejas nos permitirán profundizar en nuestra comprensión no solo de cómo vivían los incas, sino también de cómo lidiaban con la naturaleza y la ira de sus dioses.
Imagen de portada: Arqueólogo realizando excavaciones en la Pirámide de las Abejas. Crédito: Ministerio de Cultura de Perú
Autor: Ashley Cowie
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.