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Ancient Origins España y Latinoamérica

Piezas de oro halladas en el fango del Támesis proceden de un sombrero de la época de los Tudor

En el transcurso de varios años, ocho personas equipadas con detectores de metal han encontrado en Londres, mientras buscaban en el fango del río Támesis, pequeños cierres de oro bellamente manufacturados que probablemente adornaran algún sombrero o prenda de ropa del siglo XVI. Una arqueóloga especula con la posibilidad de que las doce piezas halladas a lo largo de los años, todas en el mismo lugar, pertenecieran a un solo sombrero o prenda para la cabeza que habría ido a parar al río por una ráfaga de viento. Creen que la persona que llevaba este sombrero podría haber estado viajando por el Támesis en un barco fluvial.

Los medios de comunicación se están refiriendo al hallazgo como “tesoro de oro de los Tudor”, y ha sido datado entre los años 1500 y 1550, cuando la forma habitual de cruzar el río era por medio de un transbordador fluvial o ‘ferry’ de la época.

Leemos en un artículo de The Guardian acerca de estos hallazgos: “Estos objetos de metal, entre los que hay herretes (puntas de metal para cordones), cuentas y corchetes, tenían originalmente la función práctica de servir de cierres para prendas de vestir, aunque a finales del siglo XVI se fabricaban de oro como ornamentos de lujo, que convertían a los tejidos costosos como pieles y terciopelo en aún más ostentosos. En los retratos de la época, incluido uno de la familia Dacre en el que aparecen Mary Neville y Gregory Fiennes, se observan las mangas decoradas con pares de dichos ornamentos.”

Los tejidos se desgastaron hasta desaparecer por completo. Algunas de las piezas tienen incrustados pequeños trozos de vidrio coloreados o esmalte. En total contienen una cantidad muy pequeña de oro, pero legalmente están considerados tesoros de los que se debe dar parte al funcionario correspondiente del departamento de hallazgos arqueológicos del gobierno británico, en este caso, Kate Sumnall, del Museo de Londres. Este museo espera poder adquirir las piezas y exponerlas tras llevar a cabo la tasación e investigaciones pertinentes.

Retrato de Jane Seymour obra de Hans Holbein, 1537; nótese el oro trabajado sobre la tela a lo largo del collar y el oro, joyas y perlas presentes en el sombrero. Jane Seymour fue reina de Inglaterra durante un corto espacio de tiempo al convertirse en esposa de Enrique VIII. (Fotografía: UVM.edu)

Según la teoría de Sumnall, el viento arrebató de la cabeza de algún rico personaje un fantástico sombrero con ornamentos de oro, que fue a parar al río. Según dice, son piezas de artesanía de una calidad excelente.

“Se me ha informado del hallazgo de estos objetos de uno en uno a lo largo de los últimos años,” ha declarado Sumnall a The Guardian. “Individualmente son todos descubrimientos maravillosos, pero en conjunto son aún más importantes si cabe. El hecho de haberlos encontrado todos en la misma zona sugiere un sombrero ornamentado u otra prenda de ropa que se perdió. La tela no sobrevivió, y todo lo que ha quedado son sus elementos decorativos de oro, reveladores de la moda de la época.”

En la web de Tim Lambert A History of Tudor Clothes, (“Historia de las ropas de los Tudor”), podemos leer que en la Inglaterra de la época todo el mundo utilizaba prendas de lana, los pobres lana burda y los ricos lana fina. Según el artículo, los ricos de entonces daban mucha importancia a la moda.

En la época de los Tudor, los hombres ricos llevaban pantalones que recibían el nombre de calzones, chaquetas ajustadas denominadas jubones y por encima una prenda sin mangas llamada coleto. Sobre el coleto llevaban un abrigo, o más tarde una capa.  

Las mujeres llevaban un camisón de lana o lino bajo sus vestidos, que también eran de lana o lino. Los vestidos eran de dos piezas: una falda y un corpiño. Las mangas se podían separar y se sujetaban con cordones. Por encima de esta ropa, las mujeres trabajadoras llevaban delantales de lino. Las prendas de las mujeres más ricas estaban bordadas con hilo de seda, o incluso en ocasiones de oro y plata.

Lambert escribe en su web que todos los Tudor llevaban sombrero. De hecho, después de 1572, por ley, todos los hombres menos los nobles estaban obligados a llevar un gorro de lana los domingos.

En el siglo XVI los botones eran decorativos, ya que la mayor parte de las prendas se sujetaban por medio de cordones o prendedores. Entre las pieles animales empleadas para confeccionar prendas de vestir había de gato, conejo, oso, turón y tejón. Los tintes eran de origen vegetal, y se fijaban gracias a compuestos químicos denominados mordientes. El rojo intenso, el púrpura y el índigo eran los más caros, de modo que los pobres solían utilizar prendas marrones, amarillas o azules.

Resulta más bien desagradable recordarlo, pero los individuos que podían permitírselo llevaban en sus cinturones una cajita con especias dulces para disimular el hedor de las calles. Sin embargo, Lambert afirma en su web que es un mito que las gentes de la época fueran sucias y apestaran. Además, añade que intentaban mantenerse limpios, aunque de hecho muchos de ellos tenían piojos. Para corroborarlo nos recuerda que se encontraron muchos peines para piojos en los restos del naufragio de la carraca Mary Rose.

Ilustración realizada en 1547 en la que aparece la Mary Rose, carraca de la época de los Tudor en la que se encontraron numerosos peines para piojos. (Wikimedia Commons)

Imagen de portada: Buscadores aficionados equipados con detectores de metales han descubierto a lo largo de los años doce piezas de oro de muy fina artesanía en el fango del Támesis. (PA photo)

Autor: Mark Miller

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.