En torno a la época en que los irlandeses estaban erradicando la presencia vikinga de su país, las tradiciones locales cuentan que escoceses y vikingos también estaban librando una batalla cerca de Galloway, Escocia. En el año 2014, un buscador equipado con un detector de metales hizo caso de esta leyenda, recorrió la zona, y descubrió un tesoro de 100 “extraños y maravillosos objetos” cuya antigüedad era de unos 1.000 años.
Nadie sabe cómo el antiguo propietario de este tesoro consiguió unas riquezas tan espectaculares ni por qué las enterró. Podemos especular que quizás hubo una batalla, y los valiosos objetos fueron enterrados con antelación o en el transcurso de la misma, por si su propietario o propietarios se veían obligados a huir.
Los restauradores están ya haciendo públicas las imágenes del tesoro de Galloway, en las que se muestran estos objetos hallados en el interior de una urna o vasija carolingia enterrada. La propia urna, procedente de Europa Occidental, es una pieza muy rara, hasta el punto de que solo se han descubierto seis de su tipo hasta ahora a lo largo de la historia.
Vasija o urna carolingia llena de valiosos objetos descubierta enterrada en Galloway, Escocia.. (Historic Environment Scotland)
“El tesoro es uno de los descubrimientos más importantes relacionado con los vikingos realizado en Escocia en más de 100 años. Los elementos hallados en el interior de la urna, que podrían haberse ido atesorando a lo largo de varias generaciones, revelan la presencia de objetos procedentes de toda Europa y de culturas diversas de origen no vikingo,” leemos en la nota de prensa emitida por Historic Scotland en relación con el descubrimiento.
Los valiosos objetos se encontraban envueltos en fardos de tela en el interior de la urna. El tesoro incluye:
Algunas de las piezas halladas en el tesoro de Galloway: Broche de plata con forma de disco decorado con serpientes entrelazadas (Historic Scotland), alfiler de oro con forma de pájaro, probablemente decorativo o utilizado para la lectura de manuscritos (Robert Clark, National Geographic / Historic Environment Scotland), uno de los muchos brazaletes con una inscripción rúnica (Robert Clark, National Geographic / Historic Environment Scotland), cuenta de cristal de gran tamaño (Santiago Arribas Peña), y cinturón articulado de plata (Robert Clark, National Geographic / Historic Environment Scotland).
De los objetos de oro y cristal envueltos en fardos de tela dice la nota de prensa:
Por el momento su función continúa siendo un misterio. Aunque está claro que muchos de los objetos descubiertos tienen su valor como metales preciosos, la naturaleza del tesoro sigue siendo un misterio, e incluye también objetos de metales comunes y cuentas de cristal que no tienen un valor intrínseco. La decisión acerca de qué elementos guardar en la urna parece haberse basado en nociones complejas y muy personales del valor individual de cada objeto, así como del valor material que representan.
Los restauradores están trabajando ahora para retirar los objetos de la urna y protegerlos para su óptima conservación. Son miembros de la Treasure Trove Unit (‘Unidad de Tesoros’) del Historic Environment Scotland y también del Queen’s and Lord Treasurer’s Remembrancer (organismo escocés cuya función es la gestión y custodia de los tesoros hallados en suelo escocés).
La urna carolingia hallada en Escocia se encontraba llena de valiosos objetos de todo tipo. (Historic Environment Scotland)
El proceso de extracción de los objetos de la urna fue minucioso, pero también apasionante, como explica Richard Welander de Historic Environment Scotland:
Antes de retirar los objetos adoptamos la medida no muy habitual de realizar un escaneo de la urna mediante tomografía computadorizada, a fin de hacernos una idea de lo que contenía y de cuál podía ser la mejor forma de llevar a cabo el delicado proceso de extracción. Estas imágenes nos ofrecieron una visión prometedora, pero no nos prepararon para lo que estaba por llegar. Los impresionantes hallazgos nos aportan una perspectiva inigualable de lo que pasaba por las mentes de los vikingos de Galloway hace ya tantos años. Nos hablan de las sensibilidades de la época, revelan rivalidades a la hora de lucir estas riquezas, y algunos de los objetos delatan incluso un sentido del humor subyacente, un rasgo que no se considera precisamente típico de los vikingos.
Stuart Campbell, de la Unidad de Tesoros de Historic Environment Scotland, afirma en la nota de prensa que la complejidad del hallazgo planteó más interrogantes que respuestas, y que en los años siguientes, expertos e investigadores estudiaron las motivaciones y la identidad cultural de aquellos que lo habían enterrado.
La Unidad de Tesoros (‘Treasure Trove Unit’), tasará su valor en nombre de la Corona, aunque el responsable del descubrimiento, Derek McClennan, tendrá derecho a reclamar su valor de mercado (estimado en al menos un millón de libras.) McClennan halló el tesoro en unos terrenos de Galloway en septiembre del año 2014.
La Iglesia de Escocia, propietaria de las tierras, ha llegado a un acuerdo con McClennan sobre el reparto equitativo de cualquier beneficio que se derive del descubrimiento en el futuro. El tesoro está siendo custodiado en la actualidad por la Unidad de Tesoros escocesa hasta que finalice su estudio y se adopte una decisión definitiva sobre su destino.
Tras su tasación, se ofrecerá el tesoro a diversos museos escoceses. Será expuesto en el museo que acepte comprarlo al precio de su valor de mercado.
“No se tiró nada al interior de la urna,” ha declarado a National Geographic Olwyn Olwen, estudiosa independiente de Edimburgo y apasionada de la cultura vikinga. El tesoro fue “envuelto con gran cuidado y atado con fuerza; se trata de objetos tan especiales que está claro que su importancia era enorme para su propietario vikingo. Es una extraña y maravillosa selección de objetos.”
Imagen de portada: Urna carolingia finamente forjada, aún con pedazos de tela incrustados (Historic Environment Scotland), colgante de oro (Santiago Arribas Peña), y broche de plata procedente de Irlanda. (Santiago Arribas Peña).
Autor: Mark Miller
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.