La misteriosa historia de los Neanderthales, y su relación con los primeros humanos modernos es algo que por ahora escapa a los científicos, pero las investigaciones actuales van rápidamente llenando huecos, y demuestran que los Neanderthales fueron, y siguen siendo, parte integrante de la humanidad moderna. Nuestros primos prehistóricos no desaparecieron por completo de la tierra, ya que su presencia puede identificarse en el ADN del hombre moderno. Un estudio publicado esta semana en la revista Nature ha revelado el más alto porcentaje de ADN Neanderthal jamás detectado en un humano moderno.
La mandíbula de un hombre que vivió hace 40.000 años revela que entre el 6 y el 9 por ciento (hasta un máximo posible de un 11%) de su genoma es Neanderthal, la proporción más alta detectada hasta ahora en un espécimen humano moderno, informa Discovery News.
Este asombroso descubrimiento indica que hubo un Neanderthal en la familia de este individuo, tan cercano como a cuatro generaciones en su árbol genealógico—eventualmente su tatarabuelo.
Los humanos modernos de ascendencia Asiática y Europea tienen ADN Neanderthal en sus genomas. Pero los expertos debaten cuando se dio este mestizaje, dónde, y si los Neanderthales fueron empujados por los humanos modernos a la extinción, o asimilados mediante cruces entre ambas razas, adopciones o raptos.
Modelo de cera de un Neanderthal. Foto: Erich Ferdinand/Flickr
La investigación de los antiguos genomas sumada a la arqueología ha arrojado luz sobre el origen del hombre moderno en Europa, que aparece en el registro arqueológico aproximadamente hace unos 45.000 años. Los Neanderthales desaparecieron de la región unos 5.000 años más tarde. La naturaleza de la relación entre unos y otros se va revelando con cada nuevo avance y descubrimiento.
“El genoma que se ha secuenciado a partir de las muestras estaba incompleto, pero fue suficiente para que los científicos llegaran a la conclusión de que entre el 6% y el 9% del genoma del individuo denominado Oase 1 es de origen Neanderthal. Los humanos actuales tenemos como mucho un 4%,” informa National Geographic.
Un equipo internacional del que forman parte instituciones e investigadores de Rumanía, Alemania, Estados Unidos y China, estudiaron el yacimiento en el que fue descubierto el fósil y analizaron su ADN.
El autor principal del estudio Svante Pääbo del Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva de Leipzig explica que el equipo de investigación descubrió “siete grandes secciones de cromosomas que parecían ser de origen Neanderthal puro.” Como en cada generación los genes de los padres se combinan, estos cromosomas se fragmentaron y reordenaron. El gran tamaño de las secciones de cromosomas Neanderthal halladas en Oase 1 indican que proceden de un antepasado relativamente reciente.
Oase 1 fue un hallazgo polémico desde el principio. Descubierto en el año 2002 en un complejo de cuevas de nombre Peștera cu Oase (Cueva con Huesos) al sudoeste de Rumanía, la forma de la mandíbula de este individuo sugirió desde el principio que podía pertenecer a un híbrido de Homo Sapiens y Neanderthal.
Los recientes análisis realizados sobre su genoma apoyan esta teoría.
En cuevas aisladas de Europa, como la de Vindija, en Croacia, se han encontrado objetos y fósiles humanos que cuentan la historia de nuestro pasado prehistórico. Wikimedia Commons
La línea genealógica de Oase 1 se extinguió y no llegó a transmitirse a los humanos actuales. Pääbo explica a Discovery News que las gentes de Oase parecen haberse “desvanecido”. Ni herramientas ni otros objetos se descubrieron en el interior del complejo de cuevas, y los investigadores sospechan que interactuaron estrechamente con los Neanderthales antes de extinguirse ellos mismos.
Qiaomei Fu, uno de los investigadores principales del estudio, afirma en Science Daily, “Los datos obtenidos a partir de la mandíbula implican que los humanos se mezclaron con los Neanderthales no solo en Oriente Medio, sino también en Europa.”
Un estudio del 2014 publicado en la revista PLOS ONE sugiere que los Neanderthales no se extinguieron en absoluto. Más bien se desvanecieron gradualmente con el paso del tiempo al mestizarse con los primeros humanos y ser finalmente asimilados por estos. Según los autores de este estudio, “Los análisis genéticos indican ahora que el debate sobre la extinción de los Neanderthales necesita un nuevo enfoque en el sentido de que hubo cierto grado de mestizaje con los humanos modernos.”
Los autores llegan a la conclusión de que “Los Neanderthales no se extinguieron realmente, a pesar de que su morfología distintiva sí que desapareció.” En lugar de eso, los Neanderthales fueron asimilados por la creciente población de humanos modernos.
Recreación de una mujer Neanderthal limpiando una piel de reno (Wikimedia Commons)
Tom Higham, experto en la transición de Neanderthales a humanos que no participó en el estudio del 2015 publicado en Nature afirma, “El gran avance aquí es poder decir ‘este individuo en concreto tuvo un tatarabuelo Neanderthal.’ Eso plantea la cuestión a escala humana.”
Esqueleto completo de un Neanderthal. Wikimedia Commons
Leemos en National Geographic, “si los científicos pueden averiguar cuando tuvo lugar el mestizaje entre ambas especies en las diferentes regiones de Europa y Oriente Medio, serán capaces de afirmar con exactitud a qué velocidad se extendieron los humanos en estas regiones, cuánto tiempo estuvieron en contacto con los Neanderthales—y quizás contarnos al fin por qué desaparecieron nuestros parientes más próximos.”
Una familia de Neanderthales en Eurasia, durante el Pleistoceno (Wikimedia Commons)
Imagen de portada: La mandíbula del humano moderno de hace 40.000 años “Oase 1”. Parece ser que esta mandíbula presenta rasgos Neanderthales, y recientemente el ADN ha revelado que este individuo tenía ascendencia genética Neanderthal. Foto: Svante Pääbo, Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva.
Autor: Liz Leafloor
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
Fuente (revista Nature): Qiaomei Fu, Mateja Hajdinjak, Oana Teodora Moldovan, Silviu Constantin, Swapan Mallick, Pontus Skoglund, Nick Patterson, Nadin Rohland, Iosif Lazaridis, Birgit Nickel, Bence Viola, Kay Prüfer, Matthias Meyer, Janet Kelso, David Reich, Svante Pääbo. An early modern human from Romania with a recent Neanderthal ancestor. Nature, 2015; DOI:10.1038/nature14558