La momificación puede haber sido una práctica más común en la Gran Bretaña de la Edad del Bronce de lo que se creía hasta ahora, ya que es posible que los antiguos británicos momificaran intencionadamente a sus muertos por medio de ritos funerarios desconocidos—el cómo y el por qué de momento escapa a la comprensión de los arqueólogos.
Según la web de noticias científicas Phys.org, los investigadores que se encuentran estudiando esqueletos de la Edad del Bronce procedentes de diversos lugares de todo el Reino Unido, han descubierto que la momificación puede haber sido una práctica funeraria extendida en la antigua Gran Bretaña.
El equipo, compuesto por investigadores de la Universidad de Sheffield, la Universidad de Manchester y el University College de Londres, comparó 301 restos óseos de la Europa prehistórica con momias bien conservadas del norte de Yemen e Irlanda.
El Dr. Thomas Booth, bioarqueólogo del Departamento de Ciencias Terrestres del Museo de Historia Natural de Londres, ha explicado que el estudio microscópico de los huesos reveló que algunos de los cuerpos enterrados en Gran Bretaña habían sido momificados intencionadamente hace entre 4.200 y 2750 años, según informa la revista ScienceNews.
El Hombre de Bocksten: los restos de un individuo de sexo masculino descubiertos en un pantano de Suecia y conservados en parte gracias a las condiciones ambientales del terreno. (CC BY 2.0)
Las bacterias de las vísceras eran la clave para desvelar qué cuerpos se habían conservado intencionadamente y cuáles simplemente se enterraron tras su muerte permitiendo que se descompusieran de forma natural.
“Cuando mueres y tus células empiezan a descomponerse, el tipo de barreras interiores que mantenían a las bacterias de tu cuerpo en su lugar habitual empiezan también a descomponerse,” explicó Booth a LiveScience.
“Tus bacterias no entienden de lealtades. Empiezan a atacar a tus tejidos blandos durante las primeras horas posteriores a tu muerte,” añade Booth.
Las bacterias abren túneles y agujeros en los huesos tras la muerte de su anfitrión—en un proceso denominado bioerosión bacteriana. Si un cuerpo ha sido momificado intencionadamente por métodos artificiales o conservado de forma natural (por ejemplo, en una turbera, o tras haber muerto en un terreno helado o muy árido), los huesos tienden a presentar muy pocos o ninguno de estos agujeros realizados por las bacterias.
Ötzi, el Hombre de Hielo, un individuo del 3300 a. C. cuyo cuerpo, perfectamente conservado de forma natural, fue descubierto en un glaciar de los Alpes. (© Museo de Arqueología del Tirol del Sur, Fair Use)
El trabajo del equipo se ha hecho público en detalle esta misma semana en la revista de arqueología Antiquity. Revela que los huesos de 16 de un total de 34 británicos de la Edad del Bronce presentaban poco o ningún rastro de erosión bacteriana. Esto indica que es muy posible que aplicando métodos de momificación artificiales o de forma natural el proceso de descomposición de la carne fuera neutralizado rápidamente.
Este estudio revela a los investigadores que los antiguos británicos momificaban intencionadamente a sus muertos, aunque sin los complejos rituales y procesos químicos a los que los sometían los antiguos egipcios. En lugar de utilizar resinas vegetales o vendajes, se cree que los británicos podrían haber ahumado sus cadáveres al fuego, o haberlos sumergido en turberas. Si los cuerpos hubieran sido momificados o conservados intencionadamente por otros medios en épocas prehistóricas, el habitual clima húmedo de Gran Bretaña habría destruido hace mucho tiempo los vestigios de los enterramientos.
Científicos de Zürich, Suiza, demostraron este mismo año al intentar momificar una pierna humana procedente de un donante recientemente fallecido las diferencias entre el proceso natural de momificación y los métodos del antiguo Egipto. La pierna momificada de forma natural sucumbió a la descomposición después de una semana en el fresco y húmedo laboratorio de Zürich. Obviamente no contaba con la ayuda de las sales tradicionales egipcias y las áridas condiciones del clima de Egipto.
Según Phys.org, el Dr. Booth realizó la siguiente observación: “Nuestra investigación demuestra que el ahumado al fuego y el enterramiento intencionado en una turbera son algunas de las técnicas que los antiguos británicos pueden haber utilizado en el pasado para momificar a sus muertos. Otras técnicas podrían haber implicado la evisceración del cadáver, es decir, la retirada de sus órganos al poco tiempo de su muerte.”
“La idea de que los británicos y potencialmente otras comunidades europeas de la Edad del Bronce invirtieran recursos en la momificación y conservación de sus muertos altera radicalmente nuestra percepción de los ritos funerarios y creencias de este período.”
No se ha conseguido aún determinar por qué los británicos de la prehistoria podrían haber practicado la momificación de sus muertos. La momificación intencionada ha sido una práctica extendida en sociedades de todo el mundo a lo largo de la historia, y sus pruebas pueden observarse en los objetos manufacturados y restos humanos de diversas culturas antiguas.
Leemos en la revista de ciencias Smithsonian: “Los Incas, por ejemplo, momificaban a sus reyes para permitirles de este modo permanecer en sus puestos, mientras que algunos monjes Budistas llegan incluso a auto-momificarse para alcanzar así un estado de perfecta iluminación. Pero al carecer de objetos o utensilios asociados al enterramiento no está claro qué podría haber empujado a los británicos de la Edad del Bronce a momificar a sus muertos.”
El Hombre de Rendswühren (Alemania), momificado de forma natural al encontrarse su cadáver en un pantano. Está datado en la época romana, siglos I o II d. C. (CC BY-SA 3.0)
Continuos estudios realizados en otros yacimientos prehistóricos de toda Europa podrían revelar por qué los británicos de la Edad del Bronce pretendían conservar a sus muertos, por qué seleccionaban a unos personajes y no a otros para momificarlos y cómo procedían exactamente al respecto. Se espera que éste y otros trabajos permitan comprender mejor las antiguas creencias y prácticas funerarias de nuestros ancestros europeos.
Imagen de Portada: Esqueleto de la Edad del Bronce descubierto en Stragglethorpe (Inglaterra), en el curso de los trabajos arqueológicos previos a la realización del proyecto de la Highways Agency en la localidad. Imagen meramente ilustrativa. (CC BY 2.0)
Autor: Liz Leafloor
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.