Los cañones de La Juliana, un navío mercante perteneciente a la Armada Invencible bajo el mando del rey Felipe II de España, han sido localizados en aguas poco profundas de Irlanda, gracias a las prolongadas tormentas invernales.
Los hallazgos, que han sido descritos como 'sumamente significativos', comenzaron el pasado mes de abril cuando tablones de madera del barco empezaron a llegar a la costa arrastrados por el mar, cerca de Streedagh, en el condado de Sligo.
La Juliana era un navío mercante que formaba parte de la Armada Invencible y que se fue a pique en 1588, cerca de la costa irlandesa, junto con otros dos navíos que navegaban cerca, debido a las malas condiciones meteorológicas reinantes. Alrededor de 24 barcos en total pudieron haberse hundido en Irlanda después de que la Armada hubiese sido dividida y dispersada por la flota inglesa al mando de Sir Francis Drake y Charles Howard. El barco español había sido concebido y construido como navío mercante, pero cuando el rey Felipe II de España decidió acometer la invasión de Inglaterra lo escogió, junto a muchos otros navíos, como parte de "La Armada Invencible". Sus dos compañeros, La Lavia y Santa Maria de la Visión, puede que también se encuentren muy cerca, protegidos por la arena de los fondos marinos. Cuando las tres naves se hundieron, más de 1000 marineros y soldados perdieron sus vidas.
Nave típica de la Armada Española (Wikimedia Commons)
Felipe II y la Reina Isabel I se reunieron en una ocasión en Mayo de 1555. Ninguno de los dos monarcas buscó el conflicto, pero Inglaterra y España se vieron abocados a la guerra de todos modos. Probablemente debido a la Empresa de Inglaterra, nombre dado en el mundo católico de aquella época a la declarada tentativa de derrocar al nuevo régimen protestante de Inglaterra. Los preparativos de los planes para invadir Inglaterra comenzaron en el verano de 1559, cuando se le sugirió al rey Felipe II que su viaje al canal de la Mancha también podría ser utilizado como trampolín para llevar a cabo la invasión armada de la costa inglesa. Sin embargo, el rey rechazó esta idea, en una clara señal de su constante cautela por no provocar a la reina Isabel, en particular porque ella siempre procuró tratar a los católicos ingleses razonablemente bien. El rey Felipe también aconsejó al Papa que se mantuviera al margen.
Esta actitud cambió con la rebelión de los Países Bajos, provocada por los ingleses según afirmaban muchos, a finales de la década de 1560. Aún así, Felipe II reconoció los peligros de intentar una invasión que requeriría de una importantísima intervención naval. Además, el rey español conocía la colosal eficacia de la marina inglesa. Finalmente, decidió intentar la invasión tras recuperarse de una enfermedad en otoño de 1585, comenzando los preparativos de la operación en 1586. Se necesitaron dos años más para tener lista la Armada. El retraso pudo prolongarse por la incursión sobre Cádiz llevada a cabo por Sir Francis Drake en 1587. Los planes tuvieron que retrasarse hasta 1588 lo que implicó que la Armada no llegó a la altura de la costa de Cornualles hasta Julio de ese mismo año.
El rey Felipe II armó una importante flota, que vino a ser conocida como la Armada Invencible (Wikimedia Commons)
La flota inglesa fue cogida por sorpresa, ya que se hallaba fondeada en el puerto de Plymouth haciendo acopio de suministros. Sin embargo, sus 66 barcos lograron escapar de Plymouth y retirarse hacia el Canal de la Mancha, combatiendo a los españoles en su retirada, teniendo lugar un enfrentamiento junto a la costa de Portland. Acto seguido, el comandante de la Armada, el Duque de Medina Sidonia, decidió dar descanso a su flota en Calais. Esto, a su vez, brindó a los ingleses la posibilidad de dispersarlos con ocho brulotes que fueron enviados contra la Armada en la medianoche del 28 de julio. Después de otro importante combate en la batalla de Gravelines, la Armada fue empujada hacia el Mar del Norte por fuertes vientos, con los cual ya no le quedó otra opción que rodear la costa inglesa y llegar, así, hasta el Mar de Irlanda donde al menos se perdieron 35 barcos.
Derrota de la Armada Invencible, 8 de Agosto de 1588 por Philip James de Loutherbourg (Wikimedia Commons)
La Juliana pesaba 860 toneladas y su tripulación era de 70 hombres. Fue armada con 32 cañones. Dos de ellos, de bronce, han sido descubiertos ahora sobre el fondo marino.
Ambos se encuentran en condiciones casi perfectas y uno de ellos está decorado con una imagen de la Santa Matrona, venerada por los catalanes y, más concretamente, por los barceloneses. Asimismo, se ha datado dicho cañón en 1570, año de construcción de La Juliana, confirmándose así la identidad del barco. El material descubierto tiene una enorme importancia arqueológica e histórica.
Cañón decorado con una imagen de la Santa Matrona. Fuente: Screenshot from RTE video
"Hemos descubierto un material fascinante y sumamente significativo, que tiene más de 425 años de antigüedad", declaró Heather Humphries, Ministra irlandesa de Artes, Patrimonio y Gaeltacht a ITV. “Este material, como es obvio, tiene una gran importancia tanto histórica como arqueológica”
Junto a los cañones y los tablones de madera, también se ha descubierto un ancla del barco. Aún se tardarán varias semanas en recuperar el resto de los cañones, por lo que se ha establecido todo un operativo de seguridad en la zona a fin de proteger el hallazgo contra eventuales cazadores de tesoros.
Imagen de Portada: Cañón descubierto junto a la costa irlandesa perteneciente a la Armada Invencible. Fuente: Ministerio de Artes, Patrimonio y Gaeltacht
Autor: Robin Whitlock
Traducción: Mariló T.A.
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.