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Ancient Origins España y Latinoamérica

La vuelta a la vida del Mary Rose, el barco favorito de Enrique VIII de Inglaterra

El Mary Rose fue el barco favorito del rey inglés Enrique VIII, y también el único barco de guerra del siglo XVI que ha sido recuperado (concretamente la parte derecha de su casco) de los fondos marinos, junto con más de 20.000 objetos hallados en él. Construido en Portsmouth entre los años 1509 y 1511, fue bautizado con ese nombre como homenaje a la hermana más querida del rey, María, y al emblema de la dinastía Tudor, la rosa. Ahora, 500 años después, y tras 34 años de constantes restauraciones, podemos volver a disfrutarlo en el Museo de Portsmouth.

El Mary Rose fue la primera nao que se construyó con fines estrictamente militares: hasta entonces este tipo de embarcación se había utilizado meramente como naves mercantes que, si resultaba necesario, se adaptaban como navíos de guerra. El Mary Rose podía atacar disparando sus 78 cañones y, aunque era de menor tamaño que otros buques de guerra, también era más rápido que ellos. Fue tal su importancia que, desde su botadura, pasó a convertirse en el buque insignia de la armada inglesa de su tiempo. Posteriormente, a partir de 1530, la flota inglesa fue reformada y rearmada, mejorando de esta forma su maniobrabilidad y capacidad de fuego: el Mary Rose fue convertido entonces en un prototipo inicial de galeón, de 700 toneladas y equipado con 91 cañones.

Retrato de Enrique VIII, (circa 1539-1540). Témpera sobre madera, obra del pintor Hans Holbein el Joven (1497/1498-1543). Galleria Nazionale d'Arte Antica de Roma, Italia. (Public Domain)

El naufragio

A principios de julio de 1545, los franceses, decididos a invadir Inglaterra, se internaron en el estrecho de Solent, y el 18 de aquel mismo mes comenzó la batalla entre ambos bandos, aunque en un principio, ni galos ni ingleses sufrieron daños importantes. Sin embargo, a la mañana siguiente los franceses atacaron con sus galeras, y ya durante la noche contraatacó la flota inglesa, a cuya cabeza se encontraba el Mary Rose. La nave preferida del rey viró y se detuvo para disparar sus cañones y esperar refuerzos, pero una ráfaga de viento la hizo zozobrar y se hundió: la mayoría de su tripulación quedó atrapada en la red que protegía la cubierta de posibles abordajes y murió ahogada. A pesar de su pérdida, los ingleses resistieron y las tropas francesas se retiraron en agosto al no lograr asentar sus posiciones.

Ilustración del Mary Rose realizada en torno al año 1546, de The Anthony Roll of Henry VIII's Navy, Biblioteca Pepys 2991 y manuscrito adicional 22047 de la Biblioteca Británica, junto con otros documentos relacionados ISBN 0-7546-0094-7, pág. 42. (Public Domain)

Rescate, investigación y sorprendentes datos

Un mes después de su naufragio se intentó rescatar al Mary Rose, sin resultados positivos. En 1836 fue localizado por un pescador y un buzo recuperó algunos objetos, pero su pista acabó perdiéndose de nuevo. Posteriormente, en 1967, se constituyó un comité para realizar excavaciones submarinas y comenzaron a recuperarse miles de objetos, así como los restos de unos 200 miembros de la tripulación. En 1979 se creó el Mary Rose Trust con la misión de rescatarlo, hito que se logró en el año 1982.

Una vez recuperado, fue trasladado hasta un dique seco del puerto de Portsmouth, Inglaterra, para proceder a su estudio, restauración y limpieza. En el año 2008 se anunció que, tras estudiar los restos de una veintena de los ahogados en la catástrofe de su hundimiento, se había llegado a la conclusión de que los tripulantes del Mary Rose no eran ingleses, sino del sur del continente europeo y, muy posiblemente, españoles: estudiados los escritos que describían el desastre, se observaba que en ellos se explicaba que los marineros no entendían el inglés y que no atendían a las coordenadas, ni a las órdenes dadas por sus jefes. Llegados a este punto, hay que señalar que Enrique VIII sufrió durante largas temporadas de escasez de efectivos ingleses para su flota, por lo que tuvo que contratar a mercenarios mediterráneos. Además, las muestras dentales sitúan en España el lugar de procedencia de estos marineros del Mary Rose.

Fotografía del rescate de los restos del Mary Rose, año 1982. (Fotografía: Espejo de Navegantes/ABC)

Una restauración de 34 años

Tal y como indica en sus líneas el diario argentino Clarín, desde su rescate en 1982 se han invertido más de 7.000.0000 de dólares para devolver al Mary Rose a su estado original. Un cuidadoso proceso de restauración que ha durado 34 años y que ha devuelto su esplendor al ‘Mary Rose’, que ya puede ser visitado en el Museo de Portsmouth, construido expresamente para albergar esta joya y erigido en torno a este evento histórico.

La principal responsable de la restauración del Mary Rose, Alex Hildred, quien también participó en las inmersiones al pecio del buque durante las pasadas décadas de los 70 y los 80, ha destacado su gran valor arqueológico:

El casco del Mary Rose, durante las labores de reconstrucción llevadas a cabo en el año 2013. (Fotografía: Clarín/AP)

Cuando recuperamos el ‘Mary Rose’ queríamos que el público fuese capaz de ver incluso una pequeña parte de lo que nosotros, como arqueólogos, vimos y experimentamos bajo el agua.

Hildred también ha explicado que ahora se puede contemplar el navío de guerra desde “diferentes ángulos”, algo que no había sido posible hasta el momento, “excepto cuando salió a la superficie por primera vez, es increíble.

Culebrina (un tipo de cañón) expuesta en el museo del Mary Rose de Portsmouth. El Mary Rose se hundió en el año 1545. (Toxophilus/CC BY- SA 3.0)

Según indican los datos aportados desde el blog Espejo de Navegantes del diario español ABC, desde que en 1982 se recuperó del fondo del mar, el Mary Rose ha estado encerrado en un tanque de agua similar a una pecera, mientras se extraía el agua salada de la madera y se sustituía por cera, para después secarse desde las cubiertas con tubos y aspersores. Ahora, finalizada esa dura tarea, podemos admirar al buque tal y como se ha preservado: una visión de conjunto inédita, una cápsula de tiempo que ha permitido reconstruir la sociedad de la época, gracias a todos los utensilios recuperados de sus tripulantes. 

De hecho, en el pecio se conservaron, además de los restos humanos ya señalados, la ropa, las vajillas, las armas (incluidos 179 arcos) y los ajuares de marineros y oficiales, hallazgos que han permitido llevar a cabo un estudio antropológico sin precedentes.

Los restos del Mary Rose, embarcación de la época de los Tudor, son sometidos a un tratamiento de conservación con poletilenglicol en los antiguos astilleros de Portsmouth, Inglaterra. (Mary Rose Trust/CC BY-SA 3.0)

Por último, según podemos leer en el blog Espejo de Navegantes, el museo que las autoridades británicas han dedicado al Mary Rose −y que ha costado 40 millones de libras (47,5 millones de euros)−, proyecta imágenes teatralizadas sobre el antiguo navío, con detalles fidedignos de la vida a bordo. El personal del museo ha participado en los rodajes de escenas de la vida ordinaria de una dotación de la época, que luego son proyectadas sobre las tablas de las cubiertas del renacido Mary Rose.

Documental del Canal Historia sobre el ‘Mary Rose’

Imagen de portada: Fotografía de los restos del Mary Rose, que ya pueden finalmente contemplarse desde las nueve plantas del Museo de Portsmouth. (Fotografía: Espejo de Navegantes/ABC)

Autor: Mariló T. A.