Pompeya, la ciudad congelada en el tiempo por una nube de gas extremadamente caliente y toneladas de cenizas llovidas del Vesubio en el año 79 a. C., ha sido puesta bajo la protección del gobierno italiano con la intención de preservarla de la degradación provocada tanto por los elementos como por saqueadores, incluidos posiblemente miembros del crimen organizado de la región, la Camorra napolitana. Se han puesto en marcha numerosos trabajos de restauración y construcción , y el director del proyecto ha declarado que es un momento “muy emocionante” para Pompeya.
Las tareas de restauración de la antigua ciudad se están llevando a cabo gracias a una subvención de 130 millones de euros (unos 143 millones de $) que también se están invirtiendo en la realización de exposiciones de los moldes de yeso de los cuerpos de algunas de las personas petrificadas en los últimos instantes de su vida cuando la nube de gas arrasó la ciudad, después de lo cual fue enterrada en cenizas. La riqueza histórica y cultural de la ciudad no debe ser subestimada. Numerosas obras de arte, estatuas, frescos y papiros fueron conservados por la erupción volcánica que asoló la ciudad hace casi dos mil años. Pompeya recibió 2,7 millones de visitantes en el año 2014.
La antigua ciudad de Pompeya, Italia. (BigStockPhoto)
Las Naciones Unidas habían amenazado con retirarle a Pompeya el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, pero esta amenaza parece haber remitido, ya que el gobierno italiano, representado en este caso por el arqueólogo Massimo Osanna, ha conseguido revertir la situación en solo dos años al poner en marcha este nuevo proyecto.
La degradación sufrida por las ruinas de Pompeya incluía frescos y mosaicos estropeados o descoloridos sobre los suelos y las paredes de las casas, edificios amenazando ruina o incluso a punto de derrumbarse y vandalismo, según se podía leer en la página web de World Socialist Web Site en el año 2012. Los problemas se derivaban de la sobreexplotación para uso comercial, una mala metodología arqueológica, pobres técnicas de restauración y la erosión natural.
“Este es un momento realmente emocionante para Pompeya,” declaró Osanna a AFP. “Miles de personas están trabajando juntas. En la actualidad contamos con 35 zonas de construcción en el yacimiento. Hemos seguido el consejo de la UNESCO de extender la duración de los proyectos hasta más allá del plazo de finalización inicial, que estaba previsto para el 2015. Tenemos los recursos necesarios y seguiremos trabajando.”
Vea aquí un vídeo de la restauración de los moldes llevada a cabo en el 2015
En la antigüedad, Pompeya tenía una población de hasta 20.000 habitantes en sus 65 hectáreas de superficie, la mayoría de las cuales, aunque no todas, han sido ya excavadas. Pompeya está situada justo al sur de Nápoles, en la costa sudeste de Italia.
La exposición de los moldes de yeso de 20 víctimas de la erupción del Vesubio se está realizando en una pirámide de madera construida en el interior de un antiguo anfiteatro, y durará hasta el 27 de Septiembre del 2015. Tanto seres humanos como animales fueron carbonizados por una nube de gas volcánico cuya temperatura era de 300 grados centígrados. Los cuerpos reales, osificados por el calor, no serán expuestos, sino sus moldes en yeso, que muestran exactamente la posición en la que los cuerpos fueron descubiertos.
Pompeya fue una floreciente ciudad Romana desde el siglo VI a. C. hasta que la erupción del Vesubio la congeló en el tiempo, conservándola a lo largo de los siglos gracias a las capas de ceniza escupidas por el volcán. Aunque Pompeya fue inicialmente redescubierta a finales del siglo XVI, solo empezó a ser excavada adecuadamente en el siglo XVIII.
Los excavadores del siglo XVI se sobresaltaron por los sexualmente explícitos frescos que estaban desenterrando, bastante escandalosos para las sensibilidades de los ciudadanos de la Italia de la época, así que rápidamente volvieron a cubrirlos con tierra.
Frescos picantes descubiertos en Pompeya (BigStockPhoto)
Cuando se reanudaron las excavaciones casi dos siglos más tarde, los arqueólogos encontraron la ciudad prácticamente intacta – había barras de pan aún en el horno, y se descubrieron cuerpos de hombres, mujeres, niños y animales petrificados en sus últimos momentos, con el miedo aún reflejado en sus rostros. Restos de comida seguían ignorados sobre el pavimento después de muchos siglos. El impresionante descubrimiento significaba que los investigadores podrían reconstruir con exactitud cómo era la vida de los antiguos romanos en Pompeya – la comida que comían, los trabajos que realizaban y las casas en las que vivían.
Los recientes esfuerzos por restaurar la ciudad de Pompeya son muy necesarios, y ayudarán a asegurar que la historia del lugar siga a disposición de las futuras generaciones.
Imagen de portada: Los cuerpos de unas 20 víctimas de la erupción volcánica del 79 d. C. estarán expuestos hasta el 27 de Septiembre del 2015 en un antiguo anfiteatro. (Foto de Mario Laporta, de AFP)
Autor: Mark Miller
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.