Erbil, capital del Kurdistán iraquí, es la cuarta ciudad más grande de Iraq tras Bagdad, Basora y Mosul, y está considerada como una de las ciudades más antiguas que han estado habitadas de forma permanente. De hecho, sus primeros asentamientos humanos se han datado, al menos, en el siglo XXIII a. C.
Durante todos estos milenios de historia, Erbil ha estado bajo el dominio de distintas civilizaciones, como la asiria, la persa aqueménida, la sasánida, la árabe o la otomana. Sin embargo, no se conoce mucho de los dos primeros milenios de su historia. La información que se tiene de ella procede de unos textos aparecidos sobre tablillas cuneiformes datados en torno al año 2.300 antes de Cristo. Así, su nombre aparece en las escrituras sagradas sumerias que datan del siglo XX a. C. como Arbilum, Orbelum o Urbilum.
A partir de estas fuentes, se sabe que la ciudad albergaba un importante templo consagrado a Ishtar, diosa de la fertilidad, donde sus sacerdotisas entraban en trance para predecir el futuro. Este templo era uno de los más importantes de los dedicados al culto de Ishtar en Asiria, siendo superado sólo por el de Assur, capital del imperio asirio.
Ishtar empuñando su cetro. Relieve de terracota de principios del II milenio a. C. procedente de Eshnunna. Museo del Louvre de París, Francia. (Marie-Lan Nguyen/CC BY-SA 2.5)
En la actualidad, Erbil aún mantiene en pie su ancestral ciudadela: un recinto que, pese a su mal estado de conservación, fue elegido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 2014.
La ciudadela de Erbil constituye el centro histórico de la ciudad. Un lugar que, según numerosas fuentes, es el asentamiento más antiguo continuamente habitado en el mundo. Tanto es así que la primera evidencia de ocupación de la ciudadela se remonta hasta, al menos, el quinto milenio antes de Cristo, apareciendo por primera vez en fuentes históricas durante el período de Ur III y adquiriendo una especial importancia durante el período neo-asirio. Asimismo, durante el período sasánida y el califato abasí, Erbil fue un centro importante para el cristianismo. Pero después de que los mongoles capturasen la ciudadela en el año 1258, su importancia disminuyó.
Ahora, según se informa desde las páginas del diario español El Mundo, el ruinoso recinto ha sido estudiado y catalogado por un equipo de ingenieros españoles y está comenzando a remodelarse.
Entrada a la ciudadela de Erbil. (Sarchia Khursheed/CC BY-SA 4.0)
"La ciudadela ha sido habitada ininterrumpidamente a lo largo de 6.000 años. Ha sido hogar de siete civilizaciones. Asirios, sumerios, acadios, babilonios o persas estuvieron aquí. Por desgracia aún desconocemos la fecha exacta de fundación de la ciudad. Están arrancando las primeras excavaciones. La memoria de la ciudadela resulta tan frágil como el ruinoso estado de las edificaciones que se hacinan dentro de su armazón.", explica a El Mundo Abdalá Qader, arqueólogo y director del Instituto iraquí de Conservación de Antigüedades y Patrimonio.
Entre los muros de su templo de Ishtar es donde algunos historiadores sitúan la ceremonia en la que en el año 330 a.C. Alejandro Magno, tras haber derrotado a Darío III, se proclamó rey de Media y Persia.
"La ciudadela de Erbil es, en muchos sentidos, uno de los lugares más singulares del planeta con una ocupación humana ininterrumpida y extremadamente larga. Debió ser el núcleo administrativo y residencial de la vasta urbe asiria de Arbela, y lugar de culto a la diosa Ishtar [la deidad del amor, la fertilidad y la guerra en la teología mesopotámica]. Es también un lugar muy importante para los zoroastrianos [seguidores del credo y filosofía basada en las enseñanzas del profeta y reformador iraní Zoroastro], musulmanes y cristianos. Aquí conocieron el martirio los cristianos durante las matanzas de 1295 y 1310", ha explicado a El Mundo el arqueólogo checo Karel Novacek, profesor de la Universidad de Bohemia del Oeste.
En este mural de la ciudadela de Erbil se observa a Alejandro Magno derrotando a Darío III en la batalla de Arbela (Erbil) en el año 331 a. C. (David Stanley/CC BY-SA 2.0)
Su actual fisonomía rebosa de polvorientos caminos y edificios en ruinas que las autoridades desean convertir en una gran atracción turística. Destacan en ella los barrios residenciales kurdos y otomanos, levantados durante el siglo XIX, abandonados por sus propietarios decenios después y ocupados hasta el pasado 2006 por toda suerte de refugiados. Sin embargo, hace cinco años que una empresa de ingeniería española llegó a Erbil:
“Ganamos una licitación pública para rehabilitar ocho conjuntos edificatorios que habían sido señalados previamente como representativos de la ciudadela. Era prácticamente una ruina. Tiene barrios muy distintos, con su propia evolución, antigüedad, rasgos y grado de conservación. Hay edificios que tienen entre sí cuatro siglos de diferencia. Tuvimos que identificar los elementos originales, realizar un estudio de materiales y estructura del montículo, investigar el proceso de deterioro y preparar una metodología de restauración. Técnicamente fue un reto que requirió de mucho ingenio ", ha explicado a El Mundo Illán Paniagua, uno de los ingenieros españoles que durante once meses ha trabajado en la deteriorada ciudadela.
Tanto esfuerzo y trabajo, poco a poco, ha comenzado a dar sus frutos. Así, un museo textil ha abierto sus puertas en una mansión restaurada, y una puerta otomana del siglo XIX acaba de recobrar, por fin, su aspecto original.
Panorámica de la ciudad de Erbil desde uno de los edificios aún sin restaurar de la época otomana, en el interior de la ciudadela. (Fotografía: Francisco Carrión /El Mundo)
Los expertos, además, consideran que el subsuelo de la ciudadela alberga verdaderos tesoros para la comunidad científica. Es más: hace algunos años un equipo de la Universidad de Roma La Sapienza detectó, mediante el uso de georradar, la existencia de dos estructuras a menos de 15 metros bajo tierra.
"Serían restos de la monumental residencia de un rey asirio y del templo de Ishtar. Según nuestro estudio geofísico, estas ruinas estarían enterradas a una profundidad de entre los 9 y los 15 metros. La ciudadela jamás ha sido explorada. Cuando se excave, podrían hallarse huellas insospechadas de civilizaciones y culturas antiguas", ha apuntado finalmente Novacek en declaraciones recogidas por el diario El Mundo.
Imagen de portada: Vista aérea de la ciudadela de Erbil. (Fotografía: Jim Gordon/CC BY – SA 2.0)
Autor: Mariló T. A.