Un equipo de arqueólogos egipcios ha descubierto un cartucho del último faraón egipcio nativo bajo la vivienda de un hombre de Abidos, Egipto. El hombre y sus cómplices estaban realizando unas excavaciones ilegales bajo la vieja vivienda de ladrillo.
Los cartuchos, relieves de piedra grabados, nos ofrecen el nombre y epítetos de los antiguos reyes egipcios. En este caso se trata de Nectanebo II, último faraón de la dinastía XXX que reinó del 360 a. C. al 342 a. C.
El equipo encontró el cartucho bajo una vivienda de la zona de Abidos conocida como Beni Mansour durante una inspección. El comité arqueológico encargado de la tarea pertenece al inspectorado de Al-Belinna.
Agentes de la Policía de Turismo y Antigüedades han confiscado la vivienda hasta que el comité pueda finalizar sus investigaciones, según ha declarado a AhramOnline Hani Abul Azm, jefe de la Administración Central de Antigüedades del Alto Egipto. Azm ha explicado que el cartucho, un bloque de piedra, podría haber formado parte del santuario real del faraón o haber sido la extensión de un muro del templo construido por orden del rey.
En el artículo de AhramOnline podemos leer también que Nectanebo II es famoso por los monumentos y edificios que ordenó construir en Abidos.
Egipto prosperó bajo el reinado de Nectanebo II. El distintivo estilo de sus artistas era considerado único durante la época ptolemaica. Nectanebo II se inspiró en numerosos cultos de los dioses egipcios. Este faraón dejó su huella en más de 100 monumentos, y entre otros dio orden de que se comenzara a construir el gran templo de Isis.
Relieve de la época del reinado de Nectanebo II en el que podemos observar a dioses llevando flores y bebidas al faraón. (Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported License)
Tras expropiar las autoridades la casa, los arqueólogos egipcios iniciarán nuevas excavaciones en su suelo, según ha indicado Abul Azm.
Resulta difícil saber si el cartucho, parcialmente sumergido en aguas subterráneas, formó parte de un santuario o de los muros de un templo, como explicaba Ashraf Okasha, Director General de Antigüedades de Abidos. Okasha ha añadido que el bloque mide 140 por 40 centímetros.
El comité arqueológico descubrió las excavaciones ilegales en plena actividad, habiéndose excavado una zanja de 4 metros de profundidad bajo la vivienda, según ha comentado Okasha. Fue en el fondo de esta zanja donde se encontró el cartucho.
Estela Metternich, otro antiguo monumento de la época del rey Nectanebo II. (CC BY-NC-SA 2.0)
Este mismo año, Ancient Origins informaba sobre la espectacular Estela Metternich, también creada durante el reinado del faraón Nectanebo II. Los detalles en relación con el origen de la pieza aún se desconocen. Forma parte de un grupo de estelas conocido como “Cipos de Horus” – un conjunto de estelas utilizadas como protección contra eventuales peligros, como ataques de serpientes o cocodrilos. Sin embargo, esta estela en particular es una de las mayores de este tipo. Incluye además uno de los textos mágicos mejor conservados de la época.
La estela incluye recetas mágicas para curar envenenamientos, principalmente los causados por venenos de animales. Cuentan las leyendas además que la estela tiene poderes mágicos en sí misma. Los médicos del antiguo Egipto vertían agua sobre la estela y se la daban a beber a continuación a individuos envenenados. Los hechizos hablan de animales diferentes, centrándose básicamente en gatos y reptiles. Los antiguos egipcios creían que los gatos eran animales de dioses y diosas, por lo que tendrían la capacidad de curar cualquier envenenamiento. El hechizo contra el veneno de reptil estaba vinculado al demonio serpiente Apofis. Se creía que hacía vomitar a la serpiente cuando el sacerdote recitaba el hechizo. En este punto, el enfermo vomitaría también, liberándose así del veneno. La estela incluye asimismo relatos diversos sobre diferentes deidades. De hecho, la mayor parte del texto está dedicada al mito de Horus, que fue envenenado y logró curarse.
Imagen de portada: La parte inferior del cartucho se encuentra actualmente sumergida en aguas subterráneas. Fue descubierto en una zanja producto de unas excavaciones ilegales realizadas en el interior de una vivienda de Abidos, a cuatro metros de profundidad. Fotografía: Ministerio de Antigüedades de Egipto
Autor: Mark Miller
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.