La presencia de dos o más epígrafes representando una misma inscripción mediante diferentes sistemas de escritura resulta uno de los elementos clave para el conocimiento de las lenguas del pasado.
Pocos días atrás aparecía en titulares la noticia de un revelador hallazgo de este tipo en un yacimiento rupestre de la isla canaria de Fuerteventura. Se trata, concretamente, de un panel escrito con caracteres líbico-latinos y líbico-bereberes cuya datación es todavía indeterminada.
El sistema de escritura líbica se enmarca dentro de una gran familia de escrituras ubicadas en el norte del continente africano, donde se encuentran, por un lado, las escrituras rupestres del Atlas Sahariano, del Gran Atlas, del Sahara, del Sahel y de las Islas Canarias y, por otro, el tifinagh (sistema de escritura de los tuaregs de Libia, Mali, Níger y Burkina Faso). Tenemos constancia de la existencia de al menos unas 500 inscripciones, en su mayoría pertenecientes a la época romana.
Inscripción tifinagh hallada en el valle del río Draa, Marruecos (Wikimedia Commons)
Como muestra la imagen, los epígrafes líbicos pueden encontrarse cortados en piedra, grabados o pintados sobre superficies rocosas. La dirección de las inscripciones es generalmente de derecha a izquierda, aunque se han encontrado incluso ejemplos de escritura vertical descendente. El alfabeto se compone únicamente de consonantes y contiene grafías especiales para consonantes dobles como gt, lt, mt, ft y nk.
Respecto a la inscripción de Fuerteventura, la investigación realizada sobre la misma se enmarca dentro de la ponencia «La cumbre escrita. El Cuchillete de Buenavista», presentada por María Antonia Perera y José Juan Jiménez en las “Jornadas de Estudios de Fuerteventura y Lanzarote”. Apunta Jiménez, conservador del Museo Arqueológico de Tenerife, que, junto a la inscripción líbico-bereber, puede leerse otra similar que utiliza sin embargo caracteres del alfabeto latino (escritura líbico-latina) de la siguiente manera: «hijo de Makuran y de Timamasi, hija de Timamasi». La relevancia de este importante hallazgo radica en que en la inscripción líbico-bereber es posible leer «hijo de Makuran», lo que supone el empleo de dos alfabetos distintos para una misma lengua entre los antiguos habitantes de las islas Canarias.
Si bien la epigrafía bereber del archipiélago no siempre ha ocupado un lugar destacado en el contexto nacional debido a la cantidad de estudios, inscripciones y material arqueológico del que se dispone para el resto de epígrafes ubicados en el ámbito peninsular, han sido varios los autores que han pretendido establecer cierta relación entre las inscripciones bereberes del Norte de África y la epigrafía de los pueblos prerromanos del Levante mediterráneo (suposición que, sin embargo, no puede probarse arqueológicamente, además de que los datos aportados desde el ámbito de la lingüística resultan incongruentes).
Por otro lado, a la vez que saltaba la noticia en los medios del descubrimiento realizado en Fuerteventura, el controvertido arqueólogo y epigrafista Georgeos Díaz-Montexano hacía saber en su perfil personal de facebook que él mismo ya había tratado el tema anteriormente, obteniendo idénticos resultados, que sin embargo levantaron una gran agitación en el mundo académico:
Detalle de la inscripción bilingüe de Fuerteventura, tomado del estudio de Georgeos Díaz-Montexano
«Ahora veo en los medios una noticia donde se habla de lo que sería una "Piedra Rosetta" latino-canaria, o sea, una inscripción bilingüe escrita en caracteres líbico-canarios y también en el estilo lineal latino, donde se puede leer, en ambos sistemas de escritura, una misma frase: "Hijo de Makuran", escrita tanto en un alfabeto como en el otro usándose la lengua líbico-canaria. No entiendo pues qué "nuevo hallazgo" es éste, y qué "nueva evidencia bilingüe" es, y a qué viene tanta conferencia y revuelo, cuando ya publiqué sobre la misma inscripción, la cual traduje exactamente igual hace varios años. Recuerdo que durante varios días tuve un encendido debate con un destacado investigador de las Canarias que no estaba de acuerdo con mi interpretación», declaraba el arqueólogo. La investigación completa puede leerse aquí.
A la espera de su datación definitiva y un estudio más pormenorizado, el descubrimiento de esta “piedra rosetta” en la isla canaria de Fuerteventura promete sin duda deparar nuevas y apasionantes revelaciones en el futuro.
Imagen de portada: Detalle del panel rupestre hallado en Fuerteventura, considerado como la posible ‘Piedra Rosetta´ del alfabeto aborigen canario. (Fotografía: La Provincia, Diario de Las Palmas)
Autor: Rubén Navarro