Los visigodos fueron una rama de los pueblos godos perteneciente a los pueblos germánicos orientales, que surgió de grupos góticos anteriores que habían invadido el Imperio Romano a partir del año 376 y habían derrotado a los romanos en la batalla de Adrianópolis en el año 378. Invadieron la península italiana bajo el mando de Alarico I y saquearon Roma en el año 410. Posteriormente se establecieron en el sur de la Galia como federados del Imperio romano y, tras la derrota de Vouillé en el año 507, pasaron a establecerse en Hispania, creando un gran reino que abarcaba toda la península Ibérica.
Ahora, los resultados de la segunda campaña de excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento visigodo de Argandenes, en Piloña, Asturias, han sacado a la luz un ajuar funerario único en España, según afirma el arqueólogo Rogelio Estrada, director del proyecto, en informaciones recogidas por el diario La Nueva España. Un yacimiento que fue descubierto de modo casual, hace ya unos cuantos años, cuando se realizaban labores de desmonte para la colocación de un depósito de abastecimiento de agua.
Un kurzsax (espada corta de hierro de un solo filo), hebillas bañadas en plata, una cruz de bronce, tachuelas de calzado, cuentas de vidrio pertenecientes a un collar, un dardo y un pendiente de arete son algunos de los casi 300 objetos que han sido recuperados durante la última excavación en sólo nueve metros cuadrados. Entre todos ellos destacan tres fragmentos de una lámina de oro que habrían formado parte de los apliques del cinturón de un varón enterrado en una tumba doble mixta, probablemente un aristócrata.
Uno de los fragmentos de oro encontrados que habrían formado parte de los apliques del cinturón de un varón, probablemente un aristócrata. (Fotografía: La Nueva España)
Estos fragmentos de oro son importantes porque no se conocen hallazgos en dicho metal de esta época en Asturias, salvo contadas excepciones como una moneda del castillo de Gauzón, en Castrillón. El hecho de que se hayan localizado, formando parte de un yacimiento, permite una contextualización en relación la época y con quiénes fueron sus dueños. Además, su decoración, que podría ser una evocación astral de crecientes lunares, es muy rica en detalles, lo que también es algo muy inusual para la época.
Pese a que todavía se están evaluando los materiales recuperados en la primera campaña, desarrollada entre noviembre de 2010 y febrero de 2011 —puesto que se trata de una labor en la que participan especialistas y expertos de distintas disciplinas—, el éxito de la campaña de este año ha sido tal que supone un antes y un después en el estudio de tan singular yacimiento.
“Las piezas encontradas en el yacimiento son algo excepcional en el contexto hispano, es casi milagroso que se conserven después de tanto tiempo pues el conjunto funerario sufrió saqueos. Seguramente habrá más conjuntos por la zona, pero son difíciles de localizar. El momento en que se construye este panteón hay presencia visigoda, pero su influencia tampoco está excesivamente marcada. Se trata de un tiempo en que las élites astur-romanas hacen pactos constantemente sin la presencia ya de un ejército romano que respalde su autoridad. Hay un afán del individuo por mostrar su capacidad adquisitiva en el contexto de cierto vacío de poder”, ha explicado a La Nueva España Rogelio Estrada.
Algunos de los voluntarios que han recuperado los casi 300 objetos durante la segunda campaña de excavaciones en el yacimiento visigodo de Argandenes. (Fotografía: La Nueva España)
Por todo ello, el equipo multidisciplinar que ha participado en esta última campaña de excavaciones en Argandenes confía en que los análisis pendientes de los restos orgánicos hallados junto a las placas de oro arrojen mayor luz sobre una etapa tan oscura y desconocida como es la época anterior a la formación del Reino de Asturias.
“Lo que se constata es que en un arco cronológico muy reducido de entre 150 y 200 años se enterraron aquí una treintena de personas importantes, cuyos descendientes podrían haber desempeñado un papel destacado en la batalla de Covadonga con don Pelayo, y no se descarta que los restos pertenecieran a una sola familia, por lo que queda pendiente un análisis de ADN para ver el grado de parentesco”, apostilló finalmente el especialista.
Imagen de portada: Fotomontaje con tres de los objetos recuperados recientemente en la actual campaña de excavaciones en el yacimiento visigodo de Argandenes (Asturias). (Fotografías: La Nueva España)
Autor: Mariló T. A.