Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Inglaterra un notable conjunto de ofrendas rituales de la Edad del Bronce que han descrito como “absolutamente increíble” y que incluye joyas, ornamentos, armas y una prístina flor metida a presión en el interior del extremo hueco del mango de un hacha.
The Guardian informa de que el descubrimiento ha sido realizado en un yacimiento arqueológico de Lancashire. El pueblo que creó esta ofrenda era una comunidad de agricultores que depositaba sus ofrendas rituales en lugares inundados. Este tipo de hallazgos tan bien conservados son poco frecuentes y, hasta ahora, los investigadores creían que las ofrendas votivas de la Edad del Bronce eran principalmente de metal. Sin embargo, el reciente descubrimiento revela que estas ofrendas podían incluir una amplia gama de otros elementos, como comida, ropas y objetos de madera.
Entre otros muchos asombrosos tesoros arqueológicos, los investigadores desenterraron una flor de cardo, una ofrenda única en su época, y además sorprendentemente bien conservada. Había sido depositada en el interior del extremo hueco del mango de un hacha, uno de los muchos descubiertos en este conjunto de piezas, y que se encontraba además lleno de avellanas. El Dr. Ben Roberts, profesor de la Universidad de Durham y antiguo comisario artístico de las colecciones de la Edad del Bronce del Museo Británico, ha declarado a The Guardian que la flor del cardo es un hallazgo muy poco frecuente en la Edad del Bronce. Se han descubierto flores en tumbas más antiguas, pero dentro de este período específico los restos humanos se incineraban, y tales ofrendas habrían quedado por lo general destruidas. En este caso, el conjunto de piezas arqueológicas se conservó porque no se encontraba directamente vinculado al lugar de enterramiento, sino que se trataba de una ofrenda ritual aparte.
Además de la flor, el equipo de investigadores ha descubierto un gran número de hachas, puntas de flecha (con hojas aún afiladas), brazaletes, pulseras y otros ornamentos.
Excavaciones en el yacimiento arqueológico en el que se ha encontrado un importante conjunto de ofrendas rituales de la Edad del Bronce. Fotografía: Dalya Alberge
Este mismo año, los investigadores llevaron a cabo otro significativo descubrimiento de la Edad del Bronce cerca de Morecambe Bay, consistente en un lugar de enterramiento con una gran cantidad de valiosas piezas. Fue en el transcurso de estas excavaciones cuando el equipo de investigadores fue avisado por un aficionado provisto de un detector de metales de un nuevo hallazgo a unas siete millas de distancia (11 kilómetros). Como ha explicado Brendon Wilkins, arqueólogo y director del proyecto, en declaraciones recogidas por The Guardian:
“Lo que realmente nos impresionó fue la coincidencia,” apunta Wilkins, añadiendo a continuación que “Justo al mismo tiempo salía a la luz otro hallazgo absolutamente increíble, lo que permitió a un equipo que ya se encontraba en la zona acudir hasta allá. Estos yacimientos están comenzando a converger, llenando una importante laguna en nuestro conocimiento. Los elementos hallados en el nuevo conjunto deber ser ahora estudiados y analizados en un laboratorio, antes de que un juez instructor decida si pueden ser declarados oficialmente como tesoro. A continuación se ofrecerán a museos locales y nacionales.”
El equipo de investigadores, que llevó a cabo las excavaciones de Morecambe Bay, también ha descubierto una singular urna funeraria de principios de la Edad del Bronce. Actualmente, los arqueólogos continúan con sus análisis, y están compartiendo las noticias relacionadas con sus investigaciones en su página de Facebook.
Morecambe Bay, Inglaterra (Public Domain)
La Universidad de Durham es muy activa en sus investigaciones de yacimientos arqueológicos en el Reino Unido, aunque también en otros países como Egipto y Sudán. Uno de sus descubrimientos más impresionantes en los últimos años fue realizado en el norte de Inglaterra. Como informaba April Holloway en Ancient Origins el 30 de noviembre del 2013:
“Arqueólogos de la Universidad de Durham han descubierto en el norte de Inglaterra los restos de dieciocho individuos en unas excavaciones realizadas en el sector de esta ciudad declarado Patrimonio Mundial, lo que aporta claras evidencias de la presencia de una fosa común datada en la época medieval.
Los arqueólogos pensaron en un principio que los cuerpos habrían pertenecido al cementerio de la Catedral de Durham y habrían sido enterrados un poco más allá de los límites del actual cementerio, pero entonces observaron elementos que indicaban que no se trataba de enterramientos comunes.
Los cuerpos hallados se encontraban amontonados muy juntos en una disposición poco ortodoxa, y algunos de ellos habían sido enterrados en una orientación norte-sur en lugar de la habitual este-oeste de los enterramientos medievales convencionales.
“Los cuerpos habían sido arrojados a la fosa sin una elaborada ceremonia, y se encontraban amontonados muy juntos y en desorden,” explica Richard Annis, experto arqueólogo de los Servicios Arqueológicos de la Universidad de Durham.
Llegados a este punto, los arqueólogos no están seguros de cuáles fueron las circunstancias en las que murieron estos individuos o por qué habrían sido enterrados en una fosa común. Es posible que muriesen de una enfermedad contagiosa que llevara a un enterramiento apresurado, o quizás ocurrió algo más siniestro en este lugar.”
Imagen de portada: Principal: En el yacimiento se han descubierto también hachas desmontables. Detalle: la flor de cardo hallada recientemente y cuya antigüedad se estima en unos 3.000 años. Fotografías: Dalya Alberge.
Autor: Natalia Klimczak
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.