El reciente análisis de dos fósiles de hace 7,2 millones de años pertenecientes a una especie de homininos conocida como “El Graeco”, originaria de la Europa mediterránea, sugiere que la humanidad surgió en Europa y no en África. Este nuevo estudio podría cambiar radicalmente la historia, ya que desafía abiertamente la “teoría fuera de África”.
Cuando allá por el año 1944 fue descubierta en Pyrgos Vassilissis (Grecia) una antiquísima mandíbula inferior con sus dientes, nadie prestó demasiada atención a este fósil, siendo las muertes provocadas por la Segunda Guerra Mundial tan catastróficas que un descubrimiento de tal importancia fue literalmente ignorado por la mayoría de los antropólogos.
Representaciones de diversos homínidos (género Homo); (de derecha a izquierda) H. habilis, H. ergaster, H. erectus; H. antecessor - macho, hembra, H. heidelbergensis; H. neanderthalensis - niña, adulto, H. sapiens sapiens. Dominio público
En la cuestión del origen del hombre, la hipótesis “Fuera de África” ha sido la teoría dominante durante décadas, sugiriendo que todo ser humano actual descendería de un pequeño grupo de antepasados africanos que posteriormente se habría extendido por todo el mundo desplazando a especies anteriores como Neandertales y Denisovanos. Sin embargo, según podemos leer en este artículo de Sky News, el nacimiento del ser humano moderno podría haberse producido en el Mediterráneo oriental y no en África, tal y como sugiere ahora un equipo internacional de científicos que está estudiando los antiguos fósiles de un diente y una mandíbula inferior hallados en Europa.
Fósiles estudiados y reconstrucciones virtuales del holotipo del Graecopithecus (PLOS – “Potential hominin affinities of Graecopithecus from the Late Miocene of Europe” – “Potenciales afinidades con otros homininos del Graecopiteco del Mioceno tardío europeo”)
En el año 2012, a este antiguo hueso de mandíbula se le añadió una pieza dental premolar fosilizada descubierta en Azmaka, Bulgaria. Los científicos sugieren que los restos habrían pertenecido a una criatura de aspecto simiesco, el llamado Graecopithecus freybergi, que ahora se cree que podría ser el prehumano más antiguo conocido, remontándose hasta hace 7,2 millones de años. Con la ayuda de microtomografías computarizadas y reconstrucciones tridimensionales de las raíces y la estructura interna de los dientes fosilizados, los investigadores han descubierto rasgos distintivos del ser humano contemporáneo y sus primeros antepasados.
Premolar superior de Graecopiteco hallado en Azmaka, Bulgaria. Ha sido datado en 7,24 millones de años de antigüedad. (Fotografía: Wolfgang Gerber, Universidad de Tubinga)
La directora del proyecto Madelaine Böhme, del Centro Senckengberg para la Evolución Humana y el Paleoentorno de la Universidad de Tubinga, el coautor del estudio Nikolai Spassov, de la Academia de Ciencias de Bulgaria, y sus colaboradores, examinaron tanto el fósil de Pyrgos como el diente premolar superior hallado en Bulgaria. “El Graeco es el hominino potencial más antiguo conocido. Es varios cientos de miles de años más antiguo que el prehumano potencialmente más antiguo hallado en África, el Sahelanthropus de Chad, con 6-7 millones de años,” comentaba Spassov en declaraciones recogidas por Seeker.
Los antropólogos se refieren a “El Graeco” por ahora como hominino o prehumano, ya que el último ancestro común del ser humano actual y los chimpancés conservaba características tanto humanas como primates no-humanas. Sin embargo, con la ayuda de la tomografía computarizada, Böhme y sus colaboradores han observado que los rasgos de El Graeco estaban evolucionando hacia formas más similares a las de los humanos modernos.
“Mientras que los grandes simios habitualmente cuentan con dos o tres raíces divergentes, las raíces del Graecopiteco convergen y se encuentran parcialmente fusionadas —un rasgo característico de los seres humanos modernos, primeros humanos y diversos prehumanos, como el Ardipiteco y el Australopiteco,” explica Böhme en el artículo sobre la investigación publicado en Seeker.
Morfología de las raíces dentales del premolar P4 en ejemplares de Graecopithecus sp. y O. macedoniensis. (Potential hominin affinities of Graecopithecus from the Late Miocene of Europe – “Potenciales afinidades con otros homininos del Graecopiteco del Mioceno tardío europeo”)
Por otro lado, el investigador David Begun de la Universidad de Toronto cree que si trasladamos el Graecopiteco a nuestro propio linaje podría ser necesario reescribir la historia de la humanidad. “Si de hecho se trata de un ser humano, sería el ancestro humano más antiguo conocido, y el primero en ser identificado fuera del continente africano. Desde Darwin hasta ahora, la creencia convencional ha sido que el último ancestro común de humanos y chimpancés vivió en África. Nuestra investigación demuestra que los primeros humanos podrían haber evolucionado en Europa,” comenta Begun en Science Alert.
A pesar de todo, Böhme parece confiar en que los antepasados de El Graeco eran homininos eurasiáticos, como el Ouraanopithecus de Grecia, aunque tanto ella como su equipo no descartan la posibilidad de que algunos de sus descendientes pudieran haber emigrado a África en algún momento de la historia. Por supuesto, consideran lo más probable que parte de sus descendientes, además de otros antiguos prehumanos, permanecieran en el Mediterráneo y se extendieran por Europa y Asia. Si esta teoría fuese cierta, sería muy posible que los descendientes de El Graeco hubiesen evolucionado hasta convertirse en Neandertales, Denisovanos y otros antiguos humanos conocidos de estas zonas geográficas, directamente emparentados con los pueblos de origen europeo y asiático de nuestros días.
Lo que sí es seguro es que si nuevas evidencias confirman tales teorías en un futuro próximo, la historia humana tal y como la conocemos actualmente cambiará de forma drástica. En palabras de Spassov publicadas por Seeker, “Nuestra nueva hipótesis es un hecho demostrado.”
Imagen de portada: Mandíbula inferior del Graecopithecus freybergi (El Graeco) de 7,175 millones de antigüedad hallado en Pyrgos Vassilissis, Grecia, en lo que hoy es el área metropolitana de Atenas. (Fotografía: Wolfgang Gerber, Universidad de Tubinga)
Autor: Theodoros Karasavvas
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.