Las obras viales en Hidalgo, México, tuvieron un inconveniente cuando los trabajadores desenterraron una rara estatua de piedra. Resulta que es un gobernante indígena a nivel de jefe que fue reubicado por su propia seguridad, según arqueólogos mexicanos.
Antes de mirar la estatua, primero profundicemos en la cultura huasteca para contextualizar mejor el descubrimiento. Cultivando maíz, frijol y calabaza, la civilización huasteca floreció entre el 1000 a. C. y el 1500 d. C. a lo largo del río Pánuco y a lo largo de la costa del Golfo de México, en lo que hoy es México. Conocidos por su cerámica y sus textiles impresionantes y decorados, el pueblo huasteco desarrolló una estructura social compleja y una religión politeísta.
Arqueólogos durante rueda de prensa de presentación de estatua huasteca en México. (INAH)
La obra arquitectónica más famosa asociada con la civilización huasteca es la Pirámide de los Nichos, ubicada en la antigua ciudad de El Tajín, Veracruz. Conocidos por sus numerosos nichos empotrados en su fachada, se cree que estos portales albergaron esculturas sagradas que representaban a los principales dioses del diverso panteón de los huastecos. En este mundo, sentado justo debajo del tlahtohqueh, o gobernante/señor en lengua huasteca, una flota de gobernantes regionales de élite tenía autoridad política y religiosa sobre sus respectivos territorios.
Los huastecos finalmente fueron conquistados por los aztecas durante el siglo XV d. C., y finalmente colapsaron bajo la conquista española entre 1519 y 1530, momento en el que posteriormente fueron transportados al Caribe y vendidos como esclavos. Y con esta antigua cultura tan fragmentada y casi perdida en el tiempo, el descubrimiento de una estatua que representa a un gobernante huasteco es una gran noticia para esta región de México.
La estatua huasteca fue desenterrada durante obras viales en México. (Gerardo Peña / INAH)
La comunidad del centro de México de Hidalgo Amajac está ubicada en el municipio de Álamo Temapache, en el estado de Veracruz. Fue aquí donde los trabajadores de la carretera recuperaron la estatua de un “joven gobernante de Amajac”. Según arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la estatua representa a “un gobernante local con un tocado ceremonial”.
La estatua huasteca pesa entre 200 y 250 kilogramos (440,92 - 551,16 libras) y mide 1,54 metros (5,05 pies) de altura. Los arqueólogos del INAH dijeron que la estatua es similar a otros ejemplos de gobernantes encontrados en la ciudad precolombina de El Tajín, en el estado mexicano de Veracruz.
Los arqueólogos que investigan el reciente descubrimiento de la estatua huasteca la fecharon en el período Posclásico Temprano, entre 1100 d.C., y 1200 d.C. Los investigadores del INAH dijeron que lo más probable es que la figura haya sido “retirada de un espacio público y enterrada para su protección”.
En 2021, la estatua de una mujer indígena con un tocado y una falda hasta los tobillos, que ha llegado a ser conocida como la Joven de Amajac, fue encontrada en un campo de naranjos. La estatua medía 2 metros (6,56 pies) de altura. Según un informe de Heritage Daily, la alcaldesa Lilia Arrieta Pardo de Álamo Temapache anunció que un espacio cultural en construcción en Hidalgo Amajac exhibirá próximamente la estatua recientemente descubierta junto con la Joven de Amajac.
Los arqueólogos creen que la estatua huasteca fue enterrada para su propia protección. (Gerardo Peña / INAH)
El estado de Hidalgo en México tiene una rica historia arqueológica y presenta, por ejemplo, Tula de Allende, que es famosa por las antiguas ruinas toltecas, incluida la impresionante Pirámide de Quetzalcóatl. Este y otros sitios arqueológicos, como Xihuingo y Tepeapulco, brindan información valiosa sobre las civilizaciones precolombinas que una vez prosperaron en esta región del México moderno.
El declive y desaparición de la civilización huasteca se puede atribuir a la llegada de los conquistadores españoles y la posterior colonización de México, dirigida por Hernán Cortés a principios del siglo XVI. En esta época el pueblo huasteco fue introducido a la viruela, que devastó a las poblaciones indígenas, y la conquista resultó en trabajos forzados (esclavitud) y la destrucción de las estructuras sociales y económicas tradicionales.
Luego de una extrema represión, el pueblo huasteco perdió su autonomía, y el impacto de enfermedades, guerras y convulsiones sociales, aceleró su declive. Es por eso que estas dos estatuas tienen un valor arqueológico y cultural tan alto, ya que sirven como raros restos tangibles de un rico patrimonio cultural, cuyas antiguas tradiciones solo existen hoy en pequeñas comunidades huastecas.
Imagen de Portada: Detalle de la estatua huasteca descubierta en México. Fuente: INAH
Autor Ashley Cowie