Está intacta, data de la XII dinastía del antiguo Egipto y se halla en la antigua necrópolis de Qubbet el-Hawa, frente a la moderna ciudad de Asuán. La tumba, oculta durante casi 4.000 años, contenía dos ataúdes de cedro, uno exterior y otro interior, con una momia ornamentada con un cartonaje policromo, collares y una hermosa máscara. Además, en su interior también se conservaba su ajuar funerario completo, compuesto de cerámica y figurillas de madera representando barcas funerarias y escenas de la vida diaria.
Según podemos leer en National Geographic España, las inscripciones de los ataúdes mencionan al difunto: Shemai, quien fuera hermano de Sarenput II, nomarca (jefe supremo de la administración local) de los faraones Sesostris II y Sesostris III. Su madre era Satethotep y su padre Khema, antiguo gobernador de Elefantina bajo el reinado de Amenemhat II.
Un equipo de egiptólogos españoles, miembros de la Universidad de Jaén, ha sido el artífice de tan importante hallazgo durante sus excavaciones en Qubbet el Hawa. Un descubrimiento que permitirá esclarecer a qué se dedicaba y qué papel tenía esta familia de gobernadores del Alto Egipto.
Los especialistas españoles estudiando una de las cavidades encontradas. (Fotografía: Qubbet el Hawa Project/ABC)
«El descubrimiento es único, ya que ha sido encontrado con todo su ajuar funerario: cerámicas, ataúdes de madera de cedro y todo un conjunto de figuritas de madera que representan la barca funeraria y escenas de vida cotidiana», ha declarado el director general del departamento del Ministerio de Antigüedades egipcio en Asuán, Nasr Salama, en declaraciones publicadas por el diario español ABC.
En una zona donde muchas de las tumbas de la época faraónica han sido reutilizadas o saqueadas, ésta se halla completamente intacta. Al fondo del pozo, de 2 metros de profundidad, la momia descansa en una cámara de 2,5 metros de largo por uno de alto. Apenas quedan tres piezas de madera del ataúd exterior, pero el interior se conserva al 90%. A sus pies, el equipo de egiptólogos ha encontrado un barquito de cerámica, datado entre los años 1800 a. C. y 1775 a. C.
«Mientras estás excavando todo el proceso, estás esperando nada más llegar al final, y cuando ves ya la puerta sellada…La verdad es que es un momento muy bonito. Ha sido eso, un descubrimiento completo. Es el primer pariente masculino cercano que encontramos de un gobernador. El ataúd de dentro está perfecto, como si lo hubieran colocado ayer», ha explicado por su parte a ABC Alejandro Jiménez, director de las excavaciones.
Sin embargo, el enterramiento sí que se ha visto afectado por las termitas. Estos insectos, grandes enemigos de los arqueólogos, se alimentan de la celulosa y son los culpables de la desaparición de parte del ataúd y el cartonaje justo sobre el rostro de la momia. Una momia que los científicos suponen debe estar ya esqueletizada, puesto que las termitas deben haber devorado las vendas de lino empleadas para su momificación.
Ahora, nuevos estudios antropológicos tratarán de desvelar cómo y a qué edad murió Shemai, así como las condiciones en las que vivió. Además, los expertos españoles investigarán a través de los anillos de la madera del sarcófago –madera de cedro libanés, de excelente calidad–, la época en la que se cortó y se construyeron los féretros.
Quedan por delante años de investigación y de obtención de nuevos hallazgos. Después de todo, en las fosas de la necrópolis el equipo de arqueólogos de la Universidad de Jaén ha localizado más de 60 tumbas y decenas de momias, descubrimientos que conforman claramente el panteón familiar de la dinastía de los gobernadores locales que controlaban la frontera entre Egipto y Nubia entre los años 1900 y 1750 antes de Cristo.
Pozo que conduce a la cámara funeraria de Shemai. (Fotografía: Patricia Mora/Universidad de Jaén/National Geographic España)
Imagen de portada: Detalle del ataúd de Shemai, aristócrata egipcio de la dinastía XII. (Fotografía: Patricia Mora/Universidad de Jaén/National Geographic España)
Autor: Mariló T. A.