Un egiptólogo holandés ha descifrado recientemente la cartilla para aprender a leer más antigua conocida del mundo, con las letras del alfabeto hierático egipcio escritas sobre un fragmento cerámico de hace 3.500 años hallado en una tumba egipcia excavada hace 20 años. Los alfabetos egipcios más antiguos de los que se tiene constancia se remontan al siglo XIX a. C.
El texto escrito en este ostracon, o fragmento de cerámica, no había podido ser descifrado desde que fue descubierto hace 20 años en una tumba cercana a Luxor. Pero el egiptólogo holandés Ben Haring sí fue capaz de interpretarlo este mismo año, según leemos en la nota de prensa emitida por la Netherlands Organization for Scientific Research (Organización para la Investigación Científica de Holanda), que ha financiado el proyecto. La tumba pertenecía a un funcionario egipcio llamado Senneferi, que vivió durante el reinado del faraón Tutmosis III.
El texto que ha descifrado el Dr. Haring es importante a la hora de comprender la historia de los alfabetos. En un abecedario moderno leeríamos cosas como “A de árbol, B de burro,” con una imagen junto a cada letra del objeto o animal al que se refiere la palabra. Esta inscripción egipcia, sin embargo, es diferente, ya que está en Halaḥam (HLḤM), y sigue por tanto un orden distinto al de los alfabetos occidentales.
Abecedario del New England Primer (Cartilla de Nueva Inglaterra) de 1690 (Wikimedia Commons)
“La inscripción está escrita en hierático y no es difícil; la forma en que están escritas las palabras, no obstante, es poco común,” escribe el Dr. Haring en un e-mail a Ancient Origins. “La primera palabra probablemente sea hy-hnw, ‘regocijarse’ (leída de derecha a izquierda), y junto a ella aparece la figura de un hombre regocijándose (en realidad también otro carácter hierático), en el rincón de la izquierda.”
“La dificultad no está en el lenguaje, sino en la forma de escribirlo, y la interpretación de algunas de las palabras del ostracon continúa siendo altamente dudosa. Lo que no es dudoso, sin embargo, es el orden de las consonantes iniciales en las primeras cuatro líneas: hlhm. El orden alfabético indica obviamente que se conoce el alfabeto, y los signos de la columna izquierda podrían muy bien haberse empleado como caracteres alfabéticos.” La lista, ordenada según las iniciales de cada palabra, aporta datos esenciales de las fases más antiguas en el desarrollo de los alfabetos. “El orden no es el ABC habitual de los alfabetos occidentales modernos, sino Halaḥam (HLḤM), el orden conocido de los sistemas de escritura del antiguo egipcio, el antiguo árabe y el etíope clásico,” leemos en la nota de prensa. “Tanto ABC como HLḤM se utilizaban en Siria en el siglo XIII a. C.”
“Las tablillas cuneiformes halladas en la antigua Ugarit muestran ambas secuencias. Por aquel entonces, ABC aún era ‘a-b-g’ (alef-bet-guímel). Este orden fue el elegido por los fenicios, que a su vez lo pasaron a los griegos, junto con el propio alfabeto. De este modo, a-b-g se impuso en los alfabetos posteriores inspirados en el griego y el latino.”
Esta tabla está basada en el trabajo de Osaama Aldaaswai, egiptólogo que relacionó los antiguos jeroglíficos con letras del alfabeto latino. (Imagen de Egyptology.Tutatua.com)
Aunque la escritura jeroglífica y su derivada la escritura hierática no eran alfabéticas, tuvieron su importancia en las fases más antiguas de desarrollo del alfabeto. “Algunas inscripciones del desierto del Sinaí y del sur de Egipto muestran signos de lo que se cree que son los más antiguos caracteres alfabéticos, y las formas de muchos de estos caracteres estaban claramente inspiradas en jeroglíficos egipcios. Muchas de estas inscripciones aún se resisten a ser descifradas. Algunos de sus caracteres también figuran en la columna izquierda de la lista de palabras descifrada por Haring. La lista es por tanto una pieza clave para la reconstrucción de la historia más antigua de los orígenes del alfabeto.”
En la web de egiptología Tutatuta podemos leer que el alfabeto latino es “de puro origen egipcio,” según las investigaciones llevadas a cabo por Osaama Alsaadawi. Para los especialistas, el alfabeto proto-fenicio, basado en los jeroglíficos egipcios, fue la base para la creación del alfabeto occidental. El trabajo del Dr. Alsaadawi, una sinopsis del cual puede observarse en la tabla de más arriba, muestra una asombrosa correspondencia entre jeroglíficos y caracteres latinos.
Distribución del antiguo lenguaje fenicio, en amarillo; los expertos creen que el alfabeto proto-fenicio fue la base del alfabeto latino utilizado actualmente en la mayor parte de lenguas europeas. (Imagen: Fobos92/Wikimedia Commons)
En la introducción al libro Orígenes del Alfabeto: Actas de la Primera Conferencia Interdisciplinar del Instituto Polis (2015) podemos leer que la escritura surgió independientemente en Egipto, Sumeria, China y México, por citar solo algunos ejemplos, pero que el alfabeto ocupa un lugar único en la historia de la escritura.
“Posiblemente todos los alfabetos conocidos tengan su origen en una fuente única, cuyas pruebas documentadas más antiguas podrían datarse entre los años 1900 a. C. y 1850 a. C., en algún lugar entre Egipto y Fenicia,” podemos leer en la introducción a las ponencias del simposio.
Los especialistas que participaron en el simposio extrajeron tres conclusiones generales:
Imagen de portada: Un egiptólogo holandés ha descifrado el más antiguo abecedario conocido escrito en antiguo hierático egipcio. (Foto: Nigel Strudwick)
Autor: Mark Miller
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.