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Ancient Origins España y Latinoamérica

Descubiertos en China más de cien antiguos ataúdes colgantes

Una agrupación de 113 ataúdes colgantes de hace 1.200 años ha sido descubierta en paredes rocosas y cuevas del distrito de Zigui, situado en la provincia china de Hubei, cerca del lugar en el que se encuentra la Presa de las Tres Gargantas. El hallazgo constituye uno de los mayores conjuntos funerarios sobre un precipicio descubiertos en China hasta ahora.

Según el English China News Service (ECNS), la mayor parte de estos ataúdes de madera se encontraron en el interior de unas cuevas artificiales conocidas como “Cuevas de las Hadas,” situadas a unos 100 metros del suelo en lo alto de un despeñadero cercano a la población de Yanglinqiao. Otros ataúdes fueron encajados directamente sobre la superficie de esta pared rocosa.

Dicen los arqueólogos que estos ataúdes fueron colocados ahí por el pueblo Bo, una minoría étnica que vivía en la zona fronteriza de las actuales provincias de Sichuan y Yunnan. En esta región crearon una rica cultura ya hace 3.000 años. Se cree que desaparecieron hace unos 400 años, y con ellos los secretos de sus costumbres funerarias.

En este reciente descubrimiento se han encontrado algunos ataúdes encajados en los huecos y salientes de la pared rocosa. En la imagen, ataúdes colgantes del río Shennong, provincia de Hubei, China (Public Domain).

Se han descubierto otros ataúdes colgantes relacionados con el pueblo Bo en diversas provincias del sur de China, como Yunnan, Sichuan, Jiangxi y Fujian.

Según Cui Chen, conservador del Museo de Yibin, hay tres tipos de ataúdes colgantes. Algunos de ellos descansan sobre estacas de madera clavadas en la pared de roca. Otros se encuentran depositados en el interior de cuevas, mientras que los hay también apoyados sobre salientes de la propia superficie rocosa. En Gongxian, donde se encuentran la mayor parte de los ataúdes colgantes de China, hay de los tres tipos.

Cada ataúd está fabricado a partir de un solo tronco de árbol ahuecado, y originalmente estaban protegidos por una cubierta de bronce.

Los ataúdes colgantes constituyen aún a dia de hoy un misterio, ya que no está claro cómo se izaron estos pesados féretros de madera por la pared rocosa del precipicio. Algunos creen que fueron colocados utilizando estacas de madera insertas en la superficie de la roca, que habrían servido de apoyos para ascender. Otros creen que usaban escalas o andamiajes de tablones. Sin embargo, los investigadores han sido incapaces de hallar un solo agujero en la roca en el que se hubiera clavado alguna de estas estacas.

La razón por la que se colgaban estos ataúdes tampoco se conoce con certeza, aunque se ha especulado con que podría deberse a la creencia de que los difuntos quedaban así ‘al alcance de los dioses’. Otros esgrimen la teoría de que con esta práctica se pretendía mantener a las bestias alejadas de los muertos.

También se han encontrado ataúdes colgantes en Sagada, isla de Luzón, Filipinas, pertenecientes a una tribu indígena conocida como Igorotes.

Ataúdes colgantes de Sagada, Filipinas (Public Domain).

Tras el descubrimiento de los ataúdes, se ha recordado desde la Oficina de Reliquias Culturales de Zigui que se encuentran ahora bajo la protección de las leyes chinas sobre el patrimonio histórico y cultural.

Imagen de portada: Ataúdes colgantes del pueblo Bo, China. (Public Domain)

Autor: April Holloway

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.