Los ecos de hallazgos arqueológicos en Omán, un país del Próximo Oriente situado en la Península Arábiga, aparecen rara vez en las noticias. Pero esta semana, un equipo de arqueólogos que se encuentran trabajando en Omán ha informado del descubrimiento del mayor conjunto de armas de la Edad del Hierro en la historia del país. Las valiosas y numerosas piezas han sido descubiertas en la zona de Al Madhmar, dentro de la provincia de Adam.
Más de 3.000 puntas de flecha – así como modelos de serpientes de bronce y otras piezas – en lo que es considerado por los expertos como el mayor tesoro arqueológico de la historia de la península arábiga, han sido desenterrados en el yacimiento de Mudhmar, provincia de Adam, Omán. Las excavaciones actuales forman parte de la exploración iniciada en el 2007 por una expedición arqueológica francesa en coordinación con el Ministerio de Patrimonio y Cultura (MPC) de Omán. En declaraciones a Muscat Daily, un funcionario no identificado del Ministerio afirmaba: “Es la mayor colección de armas de cualquier lugar histórico de Omán. Las serpientes de bronce apuntan a prácticas rituales o sociales de la época.”
El magnífico conjunto de armas de bronce de la Edad del Hierro II (900 a. C. – 600 a. C.) excavado en el yacimiento arroja nueva luz sobre el armamento durante la Edad del Hierro en el este de la península arábiga y acerca de las prácticas sociales de aquellos tiempos.
Estos modelos de serpientes de bronce apuntan a prácticas rituales y sociales de la época. (Imagen: Ministerio de Patrimonio y Cultura de Omán)
Iniciándose en Asia central durante el segundo milenio a. C., la Edad del Hierro vio cómo cultura tras cultura daba el salto de tecnologías basadas en el bronce a otras basadas en el hierro. Entre el 1200 a. C. y el 550 a. C., la Edad del Hierro alcanzó las culturas del Próximo Oriente. A partir de ahí, se trasladó a Europa, tocando a su fin en algún momento alrededor del 43 d. C., el año en el que Roma invadió Gran Bretaña. A consecuencia de la Edad del Hierro se produjeron toda una serie de importantes avances, pero entre los más significativos se encontraban los relacionados con el armamento.
El uso de carros de guerra estuvo muy extendido en el Próximo Oriente durante la Edad del Hierro. Los hititas y los cananeos los utilizaron, como también hicieron griegos y egipcios. El propósito principal del antiguo carro de guerra era el transporte en el campo de batalla. Fue sólo durante la posterior época clásica cuando los carros fueron modificados para participar en carreras. En batalla, un guerrero pesadamente armado no podía esperar moverse muy rápidamente o montar y cabalgar a lomos de un caballo. El desarrollo del carro de guerra tirado por dos caballos solucionó este problema. Ahora un conductor podía transportar rápidamente a un guerrero hasta el campo de batalla y recogerlo más tarde en caso necesario.
Arquero hitita y carro de guerra - escultura hitita tardía en ortostato. Los hititas fueron renombrados carristas. Desarrollaron un nuevo diseño del carro de guerra que tenía ruedas más ligeras, con menos radios. La batalla de Kadesh en el 1299 a. C. fue probablemente la mayor batalla de carros de la historia. En ella participaron unos 5.000 carros de guerra. (CC BY-NC-SA 2.0)
Si los guerreros de la Edad del Hierro tenían dificultades para moverse sobre el campo de batalla, resulta fácil observar por qué. En el Próximo Oriente llevaban armaduras de bronce, hierro o una combinación de ambos. Confeccionadas como una túnica, las armaduras podían llegar hasta las rodillas y extenderse por los brazos hasta las muñecas. Los escudos eran también incómodos para su manejo. De hecho, debían ser transportados hasta el campo de batalla por un cuerpo especial de portadores de escudos.
Las espadas de la Edad del Bronce tardía tendían a tener forma de hoz. Pero al ser introducido el hierro, la curva de la hoja se hizo menos pronunciada. Estas espadas parecían más bien dagas grandes, y generalmente se llevaban envainadas en fundas que iban cruzadas sobre el pecho o la espalda. No colgaban del cinturón de la forma en que lo harían espadas posteriores.
Mudhmar Este consta de dos edificios y muchas otras instalaciones adicionales. Se encuentra al pie del Jebel Mudhmar, cerca de uno de los valles más amplios de Omán. Con una longitud de 15m (49 pies), el mayor de los dos edificios está situado en la ladera del Jebel Mudhmar, y fue construido con bloques cortados de piedra arenisca y ladrillos de barro. Dentro de este edificio, los arqueólogos observaron un pequeño complejo de función ritual, donde estuvo custodiada la valiosa colección de armas de bronce durante siglos. “Datados en la Edad del Hierro II (900 a. C. – 600 a. C.), estos objetos parecen haber caído de muebles o estantes. Como alternativa, puede que colgaran de las paredes de la sala,” comentaba el jefe de la expedición arqueológica francesa en declaraciones recogidas por Muscat Daily.
Modelo tridimensional del edificio principal de Mudhmar Este, Omán (la sala donde fueron descubiertas las antiguas armas se encuentra en la parte central del edificio, a la izquierda). (Imagen: © Raphael Hautefort / Mission archéologique française en Oman central)
Durante las excavaciones del 2016, la misión francesa descubrió dos excepcionales colecciones de objetos. La primera de ellas consistía en dos pequeñas aljabas hechas enteramente de bronce, con seis flechas en el interior de cada una de ellas. “Dado su tamaño (35cm), éstas eran pequeños modelos que imitaban los objetos originales hechos de materiales perecederos (cuero), que generalmente no se encuentran en las excavaciones arqueológicas. El hecho de que sean de metal implica que no eran funcionales. Nunca se habían descubierto aljabas de este tipo en la península arábiga, y son extremadamente raras en otros lugares,” comunicaba el arqueólogo principal de la expedición francesa en un artículo sobre el hallazgo.
Izquierda: Las dos pequeñas aljabas de cobre y bronce descubiertas en Mudhmar Este. Derecha: Arco no-utilitario, fabricado íntegramente en cobre y bronce. (Imagen: © Guillaume Gernez / Mission archéologique française en Oman central).
El segundo grupo consistía en armas de metal, que eran en su mayoría no-utilitarias, dado su tamaño algo reducido, material y estado inacabado. En total, los arqueólogos desenterraron cinco hachas de guerra, cinco dagas con pomos en forma de media luna (característicos de la Edad del Hierro II), casi cincuenta puntas de flecha y cinco arcos completos. El tamaño de los arcos y el material utilizado indica que eran copias de arcos creados de materiales perecederos, como madera y tendones.
“Nunca se habían encontrado objetos de este tipo con anterioridad: los arcos de metal eran totalmente desconocidos en la península arábiga y el Próximo Oriente hasta ahora,” comunicaba la expedición arqueológica francesa en su estudio según recoge Muscat Daily, señalando el inmenso valor arqueológico y cultural del hallazgo para la historia de la región.
En las excavaciones que han seguido al hallazgo, han sido desenterrados miles de puntas de flechas más e innumerables objetos de todo tipo. La búsqueda de nuevos tesoros en este lugar único continúa a día de hoy.
Imagen de portada: Se han descubierto alrededor de 3.000 puntas de flecha en el tesoro de armas de la Edad del Hierro hallado recientemente en Omán. (Imagen: Ministerio de Patrimonio y Cultura de Omán)
Autor: Theodoros Karasavvas
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.